En medio de la alarma por la nueva espiral inflacionaria, que se estima tendrá en marzo un nuevo pico, este marte se reunirá el Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil, que negociará el incremento 2023 del haber inicial, y que tiene una importancia simbólica en la evolución de las paritarias. Es que los acuerdos que salen de esta mesa tripartita entre gremios y empresarios con el laudo del Estado suelen marcar el pulso de la discusión salarial de todo el arco laboral, además del impacto que tiene en el sector informal y la ayuda social. Para este año, se espera una mayor tensión en la discusión, ya que el retraso que trae este sueldo de referencia se potenció con la suba de precios que se viene experimentando este año. En este sentido, las distintas centrales obreras preparan su estrategia, que busca empujar los ingresos desde abajo. Un informe elaborado por la CTA de los Trabajadores advierte que en la actualidad el mínimo está “33 por ciento por debajo del nivel de 2015”.
La cumbre que discutirá el nuevo valor del salario mínimo comenzará este martes a las 16, según informaron desde la cartera laboral. En la misma estarán representantes de la CGT y las dos fracciones de la CTA, además de las principales cámaras empresariales. La última reunión fue en noviembre último, en la cual definieron un aumento del 20 por ciento en cuatro tramos del haber básico. De esta forma, entre enero y abril de este año los trabajadores percibieron en sus bolsillos (el valor desde el 1° de diciembre se cobra en enero y así sucesivamente) una mejora del 13 por ciento, que es similar a la de inflación del primer bimestre, según la establecida por el INDEC. ubicándose en los 69.500 pesos.
En la previa, la dirigencia sindical no adelantó su postura, aunque algunos dirigentes se refirieron a la necesidad de lograr un aumento importante, por encima del 60 por ciento anual que pretende el Ministerio de Economía pretende para las negociaciones. En este sentido, Data Gremial consultó a distintas fuentes cercanas a la CGT, que afirmaron que la conducción “no discutió formalmente el aumento pretendido”. “Hubo algunas charlas informales, pero no se habilitó el debate”, agregaron. Sólo Carlos Acuña, uno de los cotitulares de la central obrera, habló públicamente del tema, y criticó a los empresarios, y aseguró que el debate “será duro”. En el resto de los casos, el hermetismo se mantuvo, y se espera que sea revelado este martes.
Propuesta de máxima
En tanto, en la previa la postura más radicalizada se espere esté en manos de la CTA Autónoma, el espacio que estructura a ATE y otros gremios estatales y privados. En la última cumbre decidieron rechazar la postura consensuada por la CGT y los empresarios, y en los últimos tiempos aumenta su mirada crítica respecto del rumbo económico. “Nuestra postura fue consensuada en una reunión de la conducción nacional, y apunta a duplicar el valor del salario mínimo”, le confirmó a Data Gremial un dirigente de ese espacio. En este sentido, en la cumbre de la central obrera se aseguró que “todas las mediciones de inflación marcan que así el mínimo está en niveles de indigencia, y debe recuperarse”.
La dirigencia de la CTA Autónoma aprobó un documento donde se pone de manifiesto la postura del sector, que si bien es parte del Frente de Todos –a través del partido político Unidad Popular –busca instalar una agenda vinculada a los sectores más vulnerables. En ese sentido, la central decidió llevar al consejo del salario un pedido para que no se desenganche el salario social complementario del salario mínimo, para evitar que “se siga deteriorando a la par de la reducción de políticas sociales que lleva adelante el gobierno”. Además, se insistirá con “el aumento de emergencia para todos los trabajadores formales e informales y un salario universal para todos y todas”.
Evolución negativa
La suba del mínimo impacta en varios aspectos de la economía, como los planes sociales y seguros de desempleo. Además, es un termómetro de la evolución de las paritarias del año. En este sentido, el retraso que experimenta es bastante claro, según un informe publicado esta semana, como previa del encuentro. “El poder adquisitivo del salario mínimo, vital y móvil muestra una tendencia negativa desde 2011, que resultó particularmente fuerte en los dos últimos años del gobierno de Mauricio Macri así como en 2020”, destacó el análisis elaborado por el Centro CIFRA, entidad de la CTA de los Trabajadores. En este sentido, “esta caída ha sido incluso superior a la pérdida real de los salarios registrados”.
En concreto, el reporte, al que tuvo acceso Data Gremial, recordó que “entre 2021 y 2022, en un contexto de inflación creciente, existieron siete instancias de actualización del salario mínimo, que no lograron una recuperación de su poder de compra”. “El año 2022 cerró con una caída promedio del salario mínimo real del 1,3 por ciento, que lo ubicó 33 por ciento por debajo del nivel de 2015”, agregó el informe. Además, empeorando este panorama, “en los meses más recientes, con subas del nivel de general de precios que vuelven a ubicarse por encima del 6 por ciento mensual, el salario mínimo muestra caídas adicionales”. Entre noviembre de 2022, y el presente mes “se verificaría una reducción real superior al 5 por ciento”.
Este retroceso del ingreso mínimo hace que CIFRA alerte que la nueva discusión “partirá de un piso sumamente bajo en el valor del salario mínimo; circunstancia que puede quedar velada cuando se considera únicamente el dato del leve incremento interanual”. “Para recuperar su capacidad de incidir al alza en los pisos salariales el salario mínimo debe crecer por encima de la inflación”, propuso la entidad. Así, “tomando una estimación de alza de precios de 6,3 por ciento para marzo y 6 por ciento para abril, el salario mínimo en ese mes debería ser de 78.919 pesos para recuperar la pérdida más reciente y volver al nivel real que tenía en diciembre de 2022; mientras que debería alcanzar los 86.048 pesos para recobrar lo perdido desde diciembre de 2019”.