El Juez Federal de Santa Fe, Reinaldo Rubén Rodríguez, se encuentra en el centro de una grave controversia tras ser denunciado por el Poder Judicial de la provincia. Las acusaciones incluyen amenazas, abuso de autoridad, violencia de género y maltrato laboral hacia varios de sus empleados, lo que ha generado un fuerte impacto en el ámbito judicial.
La audiencia inicial se llevó a cabo en el Centro de Justicia Penal, donde se expusieron detalles alarmantes sobre el comportamiento del magistrado. Rodríguez no solo enfrenta estas nuevas acusaciones, sino que ya ha sido condenado por agredir a su expareja y amenazarla con no asumir la responsabilidad de sus hijos. Esta conducta no se limita a su vida personal; también se extiende a su entorno laboral, donde se le acusa de acosar a empleadas, lanzar documentos y humillar a su personal.
La denuncia fue presentada por representantes de la Unión de Empleados de la Justicia de la Nación, entre ellos Julio Piumato, Rocío Herrera y Lisandro Casale. En su misiva, subrayaron que las actitudes de Rodríguez se relacionan directamente con el abuso de autoridad y el maltrato cotidiano, elementos que, según el Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), ratificado en Argentina mediante la Ley 27.580, constituyen violencia y acoso de género.
Violencia, humillaciones y acoso sexual
El clima de trabajo bajo su dirección ha sido descrito como aterrador. Las empleadas afectadas, paralizadas por el miedo, intentaron abordar sus preocupaciones con el juez, pero sus esfuerzos fueron ignorados. Rodríguez reaccionó de manera agresiva, arrojando expedientes hacia ellas, lo que creóun ambiente laboral hostil y opresivo. Este tipo de comportamientos no solo afectó la salud emocional de los empleados, sino que también pone en cuestión la integridad del sistema judicial.
Las denuncias no son nuevas. En 2005, ya había sido acusado de acoso sexual por una empleada. Entre 2008 y 2018, se documentaron episodios de conflicto con otro empleado, que fue sometido a una humillación extrema, al ser obligado a mantener su escritorio de cara a la pared durante un mes. Estas acciones ilustran un patrón de abuso que ha persistido a lo largo de los años.
Muchos testimonios que lo complican
El testimonio de al menos 15 empleados del juzgado refuerza la gravedad de la situación. Estos relatos coinciden en denunciar los malos tratos y abusos sistemáticos ejercidos por Rodríguez, evidenciando una atmósfera de miedo y represión que afectó a numerosos trabajadores en su entorno laboral. Este entorno hostil no solo socava la moral del equipo, sino que también pone en riesgo la eficiencia y la integridad del servicio judicial.
La situación del Juez Rodríguez plantea serias interrogantes sobre la conducta de aquellos que ocupan posiciones de poder en el sistema judicial. Es fundamental que se implementen mecanismos eficaces para abordar la violencia de género y el abuso de poder en este ámbito, garantizando un entorno de trabajo seguro y respetuoso para todos los empleados.
El caso captó la atención de la comunidad judicial santafesina y de la sociedad en general, subrayando la necesidad de una revisión profunda de las dinámicas de poder en el sistema judicial. Vislumbran que las denuncias contra Rodríguez son una llamada de atención sobre la importancia de proteger los derechos de los empleados y de asegurar que todos los trabajadores sean tratados con dignidad y respeto. La integridad del sistema judicial depende de su capacidad para enfrentar y erradicar estas prácticas abusivas.