Con lágrimas y profundamente conmovida, Sabrina Paredes, Secretaria de la Mujer del Sindicato de Empleados de Comercio (SEC) Capital y delegada, regresó a su puesto en Carrefour esta semana tras una histórica victoria judicial que le permitió revertir su despido ocurrido en octubre de 2023. La justicia falló a su favor al considerar que la medida constituía una clara persecución sindical, lo que no solo le devolvió su trabajo, sino que también se convirtió en un hito para la protección de los derechos laborales y sindicales.
El despido de Paredes, ocurrido tras el cierre de una sucursal de Carrefour, había generado una enorme preocupación en el ámbito sindical. Mientras que otros empleados fueron reubicados en diferentes sucursales, ella fue la única delegada gremial despedida, lo que despertó sospechas sobre un intento deliberado de debilitar la representación sindical. La situación fue vista como una estrategia para silenciar la voz de los trabajadores y eliminar la defensa de sus derechos.
“No me van a doblegar”
El regreso de Paredes a su lugar de trabajo en la sucursal de Avenida Rivadavia 999, en la ciudad de Buenos Aires, fue un momento cargado de emoción. Rodeada de compañeros de trabajo y referentes del SEC Capital, Paredes expresó su satisfacción por la victoria, pero también dejó claro que la lucha no termina ahí: “No me van a doblegar”, afirmó con firmeza. Y añadió: “No voy a bajar los brazos”, en un mensaje claro sobre su compromiso de seguir defendiendo los derechos de los trabajadores.
Su reincorporación fue un triunfo no solo personal, sino un símbolo de la resistencia de los trabajadores frente a la persecución sindical. La resolución judicial ordenó su reincorporación inmediata y el pago de los salarios caídos, lo que fue considerado un fallo ejemplar en la lucha contra la discriminación y la persecución de los representantes gremiales.
Una victoria para el movimiento sindical
Paredes destacó que su caso sienta un precedente importante para la protección de los derechos laborales. “No podemos permitir que se establezca un precedente nefasto que avale la persecución sindical”, subrayó. Además, reiteró la necesidad urgente de implementar un protocolo de actuación ante casos de violencia laboral y de género dentro de las empresas, una medida que considera esencial para garantizar un entorno laboral justo y respetuoso.
Este caso fue acompañado por un fuerte apoyo sin precedentes, tanto de parte de organizaciones gremiales como de instituciones políticas. La Confederación General del Trabajo (CGT), las dos Centrales de Trabajadores de la Argentina (CTA) y el Frente Sindical fueron algunas de las entidades que respaldaron a Paredes en todo el proceso judicial. “Agradezco a todas las organizaciones que estuvieron desde el primer momento, a mi sindicato y a los abogados que me apoyaron. Esto demuestra que la lucha siempre vale la pena”, expresó con gratitud.
El simbolismo de su regreso
El regreso de Paredes al trabajo es un símbolo de la resiliencia del movimiento obrero ante las agresiones laborales e institucionales. Su lucha es vista como un claro ejemplo de resistencia frente a las injusticias que enfrentan los trabajadores, especialmente aquellos que tienen la valentía de defender sus derechos. Su victoria es también para todos los trabajadores que luchan por condiciones laborales dignas y libres de represalias.
Compromiso con los derechos de los trabajadores
Paredes concluyó su mensaje reafirmando su compromiso con la lucha por los derechos laborales. “No me van a doblegar, no voy a bajar los brazos. Seguiré adelante exigiendo mejores condiciones y protocolos para proteger a las compañeras”, concluyó, dejando en claro que su batalla está lejos de terminar.
El caso de Paredes quedó marcado como un hecho emblemático dentro del movimiento sindical argentino, un ejemplo de justicia y determinación en la lucha contra la violencia laboral y la persecución sindical. A partir de su victoria, se abren nuevas posibilidades para todos aquellos que, como ella, se enfrentan a la injusticia en sus lugares de trabajo.