Tal como ya lo había anunciado, el gobierno de Javier Milei decidió disolver el Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (ENOHSA) en un plazo de 30 días, según se publicó este jueves en el Boletín Oficial a través del Decreto 1020/2024. El ENOHSA es responsable de planificar, ejecutar y administrar obras de infraestructura hídrica y sanitaria en todo el país, además de controlar la calidad del agua potable y del servicio de saneamiento.
Según el Decreto 1020/2024 del Poder Ejecutivo, el ministerio de Economía instrumentará las medidas relativas a la transferencia de los recursos materiales y financieros de ENOHSA a la Subsecretaría de Recursos Hídricos, que según anticipó Caputo, será la encargada de culminar las obras empezadas.
Como justificación de esta medida, el Gobierno mencionó que “resulta necesario reducir la superposición de funciones entre diversos entes, garantizar una mayor coordinación en las políticas de administración de los recursos hídricos y promover una gestión más ágil y centralizada de las obras y proyectos hídricos”.
A su vez, según los considerandos del Decreto, el Gobierno llegó a esta determinación “con el fin de garantizar una mejor utilización de los recursos del Estado y evitar la duplicación de funciones”.
A través de un comunicado, el Sindicato Gran Buenos Aires de Trabajadores de Obras Sanitarias (SGBATOS) advirtió que la disolución del ENOHSA pone en riesgo 116 obras y 230 puestos de trabajo.
“Acompañamos al Enohosa en el proceso de cierre que ha sufrido. Mantuvimos reuniones para encontrar las mejores soluciones al conflicto, logrando traspasos de trabajadores y trabajadoras, además consiguiendo que se indemnizara a las personas cuyos contratos fueron rescindidos”, señaló el gremio.
Un cierre anunciado…
Cabe mencionar que hace un mes atrás, el ministro de Economía, Luis Caputo, fue el encargado de anunciar el cierre del Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (ENOHSA), organismo clave en la expansión y mejora de los servicios de agua potable y cloacas en Argentina. Esta medida, enmarcada en un plan de ajuste del Estado, afectará directamente a millones de argentinos que dependen de estas obras para acceder a servicios básicos de infraestructura sanitaria. Desde esta mañana, trabajadores realizan una protesta reclamando la reversión de la medida.
El ENOHSA, con 61 años de trayectoria, ha sido una herramienta fundamental para llevar agua potable y saneamiento a las regiones más vulnerables del país, donde el sector privado no suele invertir. A través de su gestión, se han ejecutado obras cruciales en todo el territorio, especialmente en zonas rurales y provincias con menores niveles de acceso a estos servicios. Actualmente, el 80 por ciento de la población argentina tiene acceso a agua potable, y alrededor del 60 por ciento cuenta con sistemas de cloacas, cifras que varían considerablemente entre regiones, lo que hace indispensable la labor de este ente para cerrar la brecha.
Ante el anuncio de Caputo, el secretario General del Sindicato Gran Buenos Aires de Trabajadores de Obras Sanitarias (SGBATOS), José Luis Lingeri, expresó su profunda preocupación: “cerrar el ENOHSA es un golpe brutal no solo para los trabajadores sanitaristas, sino para todos los argentinos que aún hoy no tienen acceso a agua potable y saneamiento. Esto significa desmantelar un organismo que históricamente ha garantizado un derecho fundamental. Estamos hablando de salud pública y de dignidad. Las consecuencias serán gravísimas, sobre todo para los sectores más postergados".