Tras el paro general convocado por la CGT, el Gobierno nacional citó este viernes a los gremios estatales para definir un nuevo incremento salarial para la administración pública nacional. La propuesta oficial consistió en tres aumentos consecutivos del 1,3% acumulativos para los meses de marzo, abril y mayo, junto a un bono de $45.000 a liquidarse con los sueldos de mayo. Sin embargo, la oferta generó un fuerte rechazo por parte de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), mientras que la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) aceptó el acuerdo.
Bronca en aumento
“El aumento es una vergüenza, hoy no alcanza ni para un tanque de nafta ni media factura de luz y recién se va a cobrar en junio”, expresó Rodolfo Aguiar, secretario general de ATE, tras la reunión que se llevó a cabo en la Secretaría de Trabajo. La conducción del gremio anticipó además que convocará la próxima semana a su secretariado ampliado para definir un “plan de acción” contra el Gobierno.
En contraste, UPCN –que mantiene una postura más dialoguista con la Casa Rosada– firmó el acta y destacó que, entre junio de 2024 y mayo de 2025, el total acumulado de aumentos alcanzará el 20,81%.
No obstante, Aguiar no solo cuestionó la oferta del Gobierno, sino también la actitud del gremio que lidera Andrés Rodríguez, secretario adjunto de la CGT: “En el Estado le prestan un ratito la motosierra a un gremialista (por Andrés Rodríguez) para poder arruinarnos. Debiera estar prohibido por ley firmar aumentos que se ubiquen por debajo de la inflación. No puede ser que sigan firmando el 1% mensual. Es indigno”.
El dirigente de ATE también cargó contra el rumbo económico de la gestión de Javier Milei: “Este Gobierno ha destrozado los ingresos en el sector público. Con el ajuste de salarios y jubilaciones ha decidido compensar el costo fiscal que implica bajarle los impuestos a los ricos”. Y agregó: “Terminan de aniquilar el derecho a una retribución justa. Desde la paritaria estatal se ejerce violencia. El recorte es tan grande que los ingresos ya no alcanzan ni siquiera para garantizar una vivienda digna, alimentación y vestimenta. La conflictividad seguirá creciendo en el Estado y está claro que no es por nuestra responsabilidad”.
Por debajo del la inflación
En un comunicado oficial, ATE remarcó además que “las negociaciones salariales en la primera parte del año tienen saldo negativo para los estatales: en enero y febrero los aumentos (1,5% y 1,2%) quedaron por debajo de la inflación (2,2% y 2,4%)” y criticó que “el Gobierno Nacional decidió no convocar a paritarias en todo el mes de marzo”. Según el gremio, en el período comprendido entre junio de 2024 y mayo de 2025 los aumentos alcanzan el 16,2%, mientras que la inflación acumulada fue del 32,6%.
Pese a su perfil más moderado, Andrés Rodríguez también alzó la voz contra el ajuste en el Estado. En la conferencia de prensa que brindó junto a la CGT tras el paro del jueves, advirtió sobre “el doble golpe que estamos sufriendo los estatales”: “Estamos perdiendo ingresos como el resto de los trabajadores argentinos porque el límite que pone Economía con aumentos por debajo de la inflación atenta contra los ingresos generales, y, por supuesto, también con estos despidos en el Estado que condenan a los compañeros a la desocupación. Nosotros nos oponemos y estamos generando en muchos organismos del Estado situaciones sectoriales de lucha y por supuesto una acción global con la CGT”.
Rodríguez también alertó sobre el impacto del ajuste en el rol del Estado: “El Estado está perdiendo la contención lógica que tiene que tener como regulador de las desigualdades, tanto regionales como personales, y la gente está desamparada”. En ese sentido, reivindicó las medidas de fuerza: “Defendamos un Estado verdaderamente presente, con fuerza y que contenga a muchas necesidades de la población”.