Envalentonados, los empresarios le pidieron al gobierno más reforma laboral y criminalizar las protestas

En el marco del 60° Coloquio de IDEA, que se desarrolla en Mar del Plata, le reclamaron al gobierno que profundice los cambios que trae la Ley Bases, incluyendo la posibilidad de despedir a quienes participen en acciones sindicales, a partir de la norma “anti bloqueos”.

18 de octubre de 2024

Los empresarios reunidos en el 60° Coloquio de IDEA, que se desarrolla en Mar del Plata, pidieron avanzar en “mayores cambios en materia laboral”, a la vez que enfatizaron la necesidad de que se apliquen sanciones a aquellos sindicatos o agrupaciones que promuevan la toma o bloqueo de plantas. Ante varios funcionarios y el propio presidente Javier Milei, los principales referentes de las entidades patronales reclamaron por una profundización de la reforma reglamentada por el gobierno y por la ya famosa “norma anti bloqueo”, que permite despedir por estas acciones.

En el panel inaugural de la segunda jornada del Coloquio, y antes que hablara el secretario de Trabajo, Julio Cordero, los ejecutivos festejaron que dos de las cuatro propuestas laborales surgidas de esa entidad se llevaron a la práctica, aunque plantearon que el actual contexto requiere una flexibilidad mayor en cuanto a la extensión de la jornada laboral y una reforma en lo que tiene que ver con los juicios laborales, a fin de unificar los criterios para fijar indemnizaciones.

Desde IDEA se presentó el documento con “Propuestas para generar empleo para el desarrollo de la Argentina”, en el que quedaron plasmados tres de los desafíos que los hombres y mujeres de negocios consideran clave para que haya más trabajo formal privado y, por ende, bajar la informalidad, que está entre las mayores de la región.

Costo laboral

En el panel que compartieron Santiago Nicholson, del estudio de abogacía Nicholson y Cano, Tomás Bulat, el economista jefe de IDEA, y Agustín Bellido, gerente general de IBM Argentina, se desglosaron esas premisas, donde el alto costo laboral no salarial que enfrentan los empresarios fue uno de los ejes.

Nicholson planteó: “Celebramos que la Ley Bases sancione como injuria laboral la toma establecimientos por parte de sus empleados o de terceros. Pero también es importante sancionar a las entidades sindicales o terceros que propongan estas medidas”.

El socio de IDEA remarcó como fundamental también avanzar en una modificación de la legislación sobre la jornada de trabajo (que fija un máximo de hasta 8 horas diarias y 48 por semana). Planteó como alternativa ir hacia una un sistema de horas semanal, con descanso mínimo de 12 horas. “Es importante adecuar las formas de trabajo a los tiempos actuales y nuevas tecnologías. Es fundamental modificar el artículo 12 de la Ley de Contratos de Trabajo para permitir a las empresas que puedan mejorar las condiciones u otorgar beneficios, sin que eso implique, que esos beneficios nunca más puedan ser eliminados”, planteó. Para Nicholson, esas reformas “pueden ayudar a hacer crecer empleo formal en la Argentina.

Informalidad

En el panel, Bulat se concentró en hablar de la alta tasa de informalidad que tiene la Argentina. “Una de cada cinco personas en edad de trabajar tiene empleo privado formal. Está cayendo. El empleo público e independiente ha crecido. La nueva masa laboral no logra ingresar al mercado de trabajo formal”, planteó el economista jefe de Idea.

En tanto, Agustín Bellido, de IBM, expuso que “la Argentina tiene los costos laborales no salariales más elevados de la región, lo que nos quita competitividad”. Abundó que esos costos van “desde el financiamiento del ausentismo hasta revisar la naturaleza de las políticas de cobertura social”. “Alentar la empleabilidad: nos convoca a todos los privados, queda en nuestras manos. Es nuestra responsabilidad mantener esas capacidades y habilidades que nos hacen relevantes, sobre todo para las generaciones futuras. El mundo de la tecnología le imprime un dinamismo sin precedentes al mundo del trabajo” sostuvo.

Para el ejecutivo, el país está “en un momento de quiebre, una gran oportunidad, la de llevarnos a pensar la manera en la que hacemos las cosas. Nos exige un gran desafío porque la ventana se cierra rápido. Necesitamos accionar de manera urgente”, completó