Facundo Moyano, con buen olfato de la agenda, reactiva su proyecto de democracia sindical presentado hace 10 años en el Congreso

Facundo Moyano, en el marco del escándalo por la renuncia de su hermano Pablo a la CGT y la inminente vuelta de su padre a la conducción de la central sindical, vuelve a poner en discusión su proyecto de democracia sindical, que había presentado hace una década.

Jueves, 05 de diciembre de 2024 01:28

En un contexto donde la familia Moyano vuelve a pisar fuerte en la agenda periodística, esta vez por la salida de Pablo Moyano de la CGT y los preparativos para su reemplazo por su padre Hugo, el dirigente peajista Facundo Moyano reaparece para poner sobre la mesa un tema que, para él, es esencial para el futuro de los trabajadores: la democracia sindical.

El Secretario Adjunto del Sindicato Único de Trabajadores de Peajes (SUTPA) no es nuevo en este terreno. Ya en 2015, cuando se desempeñaba como diputado nacional, presentó un proyecto para democratizar los sindicatos, un tema que sigue vigente y que reavivó con un video en sus redes sociales esta semana. Facundo no se guardó nada y sentenció que "sin democracia sindical no hay libertad para el trabajador".

En un video de 5 minutos y medio, el dirigente planteó que “es más fácil ser presidente de la Nación que secretario general de la mayoría de las organizaciones sindicales de la Argentina”, haciendo hincapié en las dificultades que enfrentan los trabajadores para poder elegir a sus representantes. Asegura que los sindicatos siguen manejados por estatutos “proscriptivos”, que dificultan la participación democrática y benefician a un círculo cerrado de dirigentes, a menudo ajenos a las problemáticas de la base.

Reforma sindical y trabajo registrado: dos caras de la misma moneda

Facundo marcó que uno de los grandes problemas del sistema argentino es que “cada vez son menos los trabajadores registrados”. En su opinión, esta realidad se debe a un sistema que “sufre una profunda crisis hace décadas” y que no está acorde con las demandas del trabajo del siglo XXI. En este sentido, enfatizó que la crisis laboral y la falta de democracia sindical están “profundamente ligadas”. Para Moyano, el camino hacia una mayor inclusión y un mercado laboral dinámico está estrechamente vinculado a la democratización de los gremios.

“Más trabajo registrado es igual a un mercado mucho más dinámico”, señaló, y destacó que muchos de los estatutos sindicales actuales son antidemocráticos, pues colocan a los dirigentes en posiciones casi monárquicas, sin permitir que los trabajadores puedan votar de manera libre a sus representantes. Facundo Moyano, haciendo una comparación con el sistema político nacional, sostuvo: Si existe democracia directa para elegir al presidente de un país de 46 millones de argentinos, ¿cómo puede ser que en una organización sindical haya democracia indirecta?”

Para el dirigente del SUTPA, el camino hacia una nueva "adecuación laboral" pasa necesariamente por una reforma sindical profunda. Y es que, para él, los dirigentes se han alejado de los intereses reales de los trabajadores porque su elección no responde a un mecanismo democrático, sino que es el resultado de un sistema de delegados que, en muchos casos, son elegidos por un reducido número de personas, lejos de la base. Esto genera una desconexión con los cientos de miles de trabajadores a quienes deberían representar.

Democracia sindical: no es el momento, es la hora

Facundo Moyano no es ajeno a las críticas internas dentro del movimiento sindical. Al recordar que en 2015 presentó el proyecto que busca democratizar las organizaciones gremiales, dejó claro que aquellos que insisten en que “no es el momento” de discutir estas reformas, lo hacen porque “nada quieren cambiar”. A pesar de la resistencia, el sindicalista continúa impulsando una reforma que, según su visión, permitiría a los trabajadores elegir directamente a sus dirigentes y acabar con la afiliación compulsiva, que para él es una clara limitación a la libertad.

En sus propuestas, se incluye la necesidad de “elecciones directas” y la “terminación de las afiliaciones compulsivas”, postulando una “afiliación libre” que garantice que los trabajadores decidan si quieren pertenecer o no a un sindicato. En este sentido, incluso se acercó a la postura del gobierno de Javier Milei al señalar que las cuotas solidarias deben ser acordadas con el trabajador, no impuestas. “Nadie lo obliga a adherir a un determinado sindicato, que no es otra cosa que una asociación privada. Limitar a un trabajador es limitar la democracia”, afirmó sin rodeos.

El ejemplo de SUTPA: la reforma desde adentro

Para sustentar su postura, Moyano remarcó que él mismo ya comenzó a aplicar los cambios en su propio sindicato, el SUTPA, en donde se implementaron limitaciones de mandato y se introdujo un 56% de mujeres en la Comisión Directiva. “En una organización democrática, el dirigente está obligado a ser mejor y a moverse por los trabajadores, generando un círculo virtuoso en el mundo laboral”, destacó el sindicalista.

Además, Moyano también señaló que su propuesta no se basa en un “ataque” a los sindicatos en general, sino en una crítica a los estatutos que restringen la participación democrática. Asegura que, si bien no todos los sindicatos son antidemocráticos, la mayoría de ellos no brindan el espacio necesario para que haya una democracia genuina. En su análisis, esto ha provocado la deslegitimación de los gremios, ya que los trabajadores repudian cada vez más a los dirigentes.

La democracia sindical: ¿un cambio desde abajo hacia arriba?

Moyano concluyó que la reforma sindical debe pasar por un proceso que se de “de abajo hacia arriba” y que el Congreso de la Nación debe dar el marco para una verdadera democratización. No obstante, insistió en que no debe depender del Poder Ejecutivo ni de la figura presidencial, tal como lo planteó en su proyecto de ley en 2015. “Es tiempo de darle paso a estas discusiones”, dijo, convencido de que la reforma sindical es una necesidad urgente para garantizar un sindicalismo renovado y adaptado a los desafíos del siglo XXI.

Con este nuevo impulso de su proyecto de democracia sindical, Facundo Moyano pone nuevamente en el centro del debate una de las cuestiones más importantes del movimiento sindical argentino: ¿están los trabajadores realmente representados por sus dirigentes? Y si la respuesta es negativa, ¿qué cambios estructurales deberían implementarse para volver a legitimar la representación gremial y garantizar los derechos de la clase trabajadora?