Fanazul vuelve a producir después del cierre de la planta que llevó adelante el gobierno de Macri

Los trabajadores de la localidad bonaerense de Azul se preparan para la reapertura de la fábrica estatal de explosivos. Se prevén nuevos puestos de trabajo.

10 de abril de 2023

Tras cinco años de cierre de Fanazul, la fábrica de pólvora y explosivos perteneciente a la empresa estatal Fabricaciones Militares, se prepara para volver a producir el mes próximo. La planta ubicada en la localidad de Azul se prepara para elaborar el Mastermix, un tipo de explosivo que fue encargado por Perú.

Durante la administración del expresidente Mauricio Macri, más precisamente el 28 de diciembre de 2017, decidieron cerrar la fábrica para “achicar gastos” del Estado. Así comenzó una historia de lucha reconocida durante varios meses, donde los trabajadores de Fanazul junto a sus familias, dirigentes gremiales y vecinos de esa región salieron a cortar la ruta 51 a la altura de la planta, también las intersecciones con la Ruta Nacional 226 y la 3. Estuvieron más de 1000 días acampando e hicieron dos grandes marchas desde la localidad de Azul hasta la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, recorriendo unos de 300 kilómetros.  

A pesar de todo, el avasallamiento del gobierno neoliberal fue más fuerte y despidieron a los 254 trabajadores contratados y 35 de planta permanente. En ese marco, quedaron solamente 16 trabajadores de planta permanente para tareas esenciales.

Por su parte, la secretaria de Formación del gremio estatal de ATE Provincia de Buenos Aires, Vanina Zurita explicó a Télam que “en ese intento de cierre, la fábrica fue destruida y devastada. El camino de la reapertura fue largo. Ha llevado mucho tiempo. Hubo que poner en valor esta unidad productiva desde lo edilicio, lo eléctrico y recuperar equipamiento”.

De esta manera, la historia “está llegando al final feliz”, expresó la dirigente gremial, ya que el próximo 19 de mayo se concretará la reapertura de esta fábrica que volverá a producir y generar actividad.

Historia de Fanazul

La empresa estatal Fanazul fue inaugurada en 1946, y desde sus inicios estuvo destinada a producir bienes y servicios para la defensa, la minería y otras actividades. Está ubicada a unos 32 kilómetros del centro de la ciudad de Azul.

Cabe recordar que durante la gestión de Menem hubo un intento fallido de privatización. Luego a partir de 2003, desde el gobierno de Néstor Kirchner y Cristina Fernández la fábrica fue reactivada.

Según sostuvo el vicepresidente de Fabricaciones Militares, Oscar Galante, entre 2003 y 2015 se incorporó personal e inversión a la empresa, y de esta forma “estuvo dentro de los estandartes internacionales”. En máximo auge, la fábrica llegó a ser la única productora de trinitrotolueno (TNT) de Sudamérica.

La empresa hacia 2015 ya contaba con cinco plantas productivas dentro de la unidad: la de Nitroglicerina, Trinitrotolueno (TNT), Emulsiones explosivas, Planta de Proyectiles, y el servicio de Destrucción de Materiales Explosivos. Pero con el cambio de gobierno, a cargo de Cambiemos, comenzó el desmantelamiento de la fábrica bonaerense.

“Decían que había que achicar el Estado y eso daba pérdida, pero nadie mencionó la soberanía en la producción para la defensa de nuestro país”, manifestó Galante.

Un nuevo gobierno, una nueva apuesta

A partir del 2020 con un nuevo gobierno nacional y provincia fue que se decidió reabrir la fábrica y reconstruirla, a pesar de la pandemia lo que demoró dicho proceso. Actualmente hay unas 114 personas trabajando en la empresa.

En diálogo con Télam, el vicepresidente de Fabricaciones Militares contó que “en 2020 asumió la presidencia de Fabricaciones Militares Iván Durigón y se planteó reactivar la planta de Nitroglicerina y Mastermix, y el servicio de destrucción de explosivos”.

“Hubo casi 100 reincorporaciones o incorporaciones nuevas, se fue incorporando recurso humano y se sumaron cuatro pasantes de ingeniería de la Universidad Nacional del Centro (UNICEN)”, detalló Galante.

Asimismo, desde la empresa confirmaron que adquirieron nuevos equipos de grupos electrógenos, compresores de aire y de amoniaco, se firmaron convenios con la UNICEN, con el INTA, y se volvió a instalar un alambrado perimetral para resguardar las instalaciones. A su vez, precisaron que ya se lleva invertido más de US$ 5 millones para la puesta en marcha.

Por último, también hay una promesa de mayor empleo. El objetivo es incorporar “20 personas más a partir de ponerla en marcha y alrededor de 10 y 14 más, si habilitan la planta de destrucción de chalecos”, indicó Galante. Al tiempo que resaltó: “Es volver a producir en una planta emblemática de producción para la Defensa, y eso es soberanía nacional”.