A fines del 2021, gremios del sector de la marina mercante protestaron en la provincia de Corrientes por la salida del país del buque Piray Guazú. La embarcación portacontenedores intentaba salir a Paraguay, bajo el argumento de reparaciones, pero además iba a cambiar de bandera, dejando la Argentina para navegar bajo insignia paraguaya. El hecho estaba lejos de ser aislado y despertó la alarma del sector, que rápidamente le pidió al Gobierno nacional “políticas de estado” para frenar la fuga de naves.
Bajo esa premisa, este martes los secretarios generales del Centro de Patrones y Oficiales Fluviales, de Pesca y Cabotaje Marítimo, el Sindicato de Conductores Navales de la República Argentina (SICONARA), el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) y la Asociación Profesional de Capitanes y Baqueanos Fluviales de la Marina Mercante, se reunieron en la sede de la CGT con el cotitular de la central obrera, Pablo Moyano, y con el titular de Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), Sergio Sasia.
El objetivo de la reunión fue pedirles su urgente intercesión ante el Estado para exigir el desarrollo de una marina mercante nacional y bajar la carga impositiva para evitar que continúe la fuga de buques a las banderas de “conveniencia” y lograr que las empresas de capital nacional que hoy operan de ese modo ingresen al régimen legal, impositivo y laboral argentino.
Y la gestión tuvo su resultado inmediato: “Como respuesta a lo solicitado hoy a los referentes de CGT y CATT, los gremios del sector fluvial seremos recibidos el jueves próximo en horas del mediodía por Alexis Guerrera, ministro de Transporte de la Nación", le informó a Data Gremial al salir de la reunión Armando Alessi, secretario general de SICONARA.
Por su parte, Julio González Insfrán, secretario General del Centro de Patrones, expresó: “Tanto la CGT, en la figura del compañero Pablo Moyano, como la CATT, en la figura del compañero Sasia, nos han escuchado y dado todo su apoyo para comenzar a gestionar conjuntamente por la recuperación de la bandera en nuestras vías navegables y para evitar la fuga de las empresas hacia otras banderas”.
Un reclamo que no puede esperar más
Los gremios del expresan que no tienen más opción que reclamar con toda la fuerza por su fuente de trabajo. Es que, con esta realidad, se pierden empleos en los barcos, astilleros, puertos y en las oficinas de las empresas. Pero el hecho de no contar con una flota mercante nacional representa un problema aún mayor para el país: Argentina pierde divisas que se van al exterior en concepto de flete.
En 2017 la lucha del Centro de Patrones, SICONARA, SOMU y otros sindicatos del sector naviero se vio cristalizada con la sanción de una nueva legislación para el fomento de la marina mercante y la industria naval. Sin embargo, las reformas necesarias al régimen fiscal –el ítem principal- fueron vetadas por el Poder Ejecutivo.
En 2020 y 2021 hubo una serie de medidas oficiales auspiciosas para la recuperación del control en la Hidrovía Paraná-Paraguay, como la reserva de carga para buques de bandera, que inclusive beneficiaba a unidades como Piray Guazú, pero el régimen fiscal hasta el momento se mantiene intacto, lo que provoca que las asimetrías con las “banderas de conveniencia” tornen inviable el transporte de cargas bajo bandera argentina.
“Estamos dispuestos a llegar hasta las últimas instancias en esta gestión”, advirtió González Insfrán, quien manifestó su beneplácito por el apoyo de la CGT y la CATT en esta tarea, emprendida por los gremios, “de recuperar la marina mercante nacional, para generar trabajo genuino para los argentinos, competitividad para la economía nacional y soberanía para el país”, concluyó el dirigente.