Los trabajadores de aplicaciones móviles de mensajería y delivery presentaron en el Ministerio de Trabajo el trámite para la creación del Sindicato de Base de Trabajadores de Reparto por Aplicaciones (Sitrarepa), lo que sería el primer gremio nacional que representaría a los que se desempeñan en aquel sector.
En esta primera instancia, los integrantes de la Agrupación Jóvenes Trabajadores Precarizados (JTP) propusieron 600 afiliaciones a la cartera que gestiona Claudio Moroni, dentro de un universo total de 55.000 personas que se dedican a este oficio en todo el país.
Según pudo averiguar Data Gremial, el expediente estaría en el departamento de Asociaciones Sindicales, a cargo de Mónica Risotto.
Con la llegada de la pandemia de coronavirus, los trabajadores del rubro denunciaron las pésimas condiciones en que se desempeñan, sin cobertura ni insumos de seguridad e higiene, siendo esenciales.
La solicitud de los repartidores busca que se reconozca la esencialidad de su trabajo, y que al mismo tiempo se garanticen los elementos de seguridad e higiene correspondientes para la crisis sanitaria que atraviesa el mundo.
“Sabemos que hay un debate en el gobierno, porque reconocen que hay miles de repartidores sin reconocimiento laboral en Argentina. Sin ir más lejos, sólo los trabajadores de reparto por aplicación somos más de 55.000″, dijo a La Nación Emilse Icardi, secretaria de prensa de Sitrarepa.
“Nosotros somos parte de un sector que estuvo en la primera línea de la pandemia, nos llamaban esenciales. Cuando nadie estaba en la calle, los repartidores transportamos los alimentos a las familias y estuvimos poniéndole el cuerpo a la pandemia. Todo esto lo hicimos sin ningún tipo de cobertura, seguro ni siquiera los insumos de seguridad e higiene más mínimos”, detalló Icardi.
Además, en el sector buscan que sea reconocida la relación laboral que mantienen con las empresas como Rappi y Pedidos Ya, las cuales, hasta el momento, los mantienen “en la figura de colaboradores”, según afirmaron.
“La lógica de las empresas es que bajo esta figura se ahorran millones, porque tienen cientos de jóvenes trabajando en condiciones de extrema precariedad. Cada vez que un compañero tiene un accidente o un problema en la calle, no existe ninguna persona física u oficina a la cual recurrir, solo tenés la posibilidad de hacer un ticket en la app y nadie se termina haciendo cargo”, denunciaron.
Según explicó Icardi, el trabajo de reparto por aplicación se diferencia de la motomensajería, en tanto no hay salario establecido, ni ART y, por ahora, tampoco de un gremio que los nuclee.
Todavía resta definir si buscarán encolumnarse detrás de la Confederación General del Trabajo (CGT) o de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), en caso de que la afiliación avance.