Las notables ausencias en el acto del Día del Trabajador organizado por la CGT dejaron a la vista las diferencias que existen entre la dirigencia, que amenazan con el futuro inmediato en la principal central obrera del país. Nadie oculta que la conducción, representada por “gordos” e “independientes”, mantiene una relación tensa con el moyanismo, que se profundizó con las críticas expresadas públicamente. A estas se suma una versión insólita que se conoció en los últimos días: la posibilidad de mudar la sede de Azopardo de la entidad.
La idea fue expresada públicamente este miércoles por el secretario gremial de la CGT Mario “paco” Manrique, quien anunció que la propuesta de vender el histórico edificio fue anunciada en la última reunión por un “peso pesado” de la central, el dirigente de UPCN Andrés Rodríguez. “No podemos vender la historia del movimiento obrero”, señaló Manrique en declaraciones radiales. Y también apuntó que se bajó del acto porque no está de acuerdo con leer documentos “que después no se llevan adelante”.
El dirigente del SMATA remarcó que justamente el pacto entre el secretario Adjunto de la CGT y el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta fue uno de los motivos por los cuales él no estuvo presente ayer en el estadio de Defensores de Belgrano. Luego, y respecto a la venta del inmueble, agregó que “ya arreglaron con Rodríguez Larreta que van a poner otro edificio y nadie dice nada. Nos damos cuenta que para ellos esto es un sello que les sirve para la política”.
Negocio inmobiliario
Manrique es uno de los interlocutores sindicales del kirchnerismo y fue el que planteó hace dos semanas dinamitar todo tipo de diálogo y acuerdo con los empresarios que se habían reunido en el Foro Llao Llao. “Hay que prenderles fuego”, disparó. “No podemos vender la historia del movimiento obrero. No lo podes poner ni a consideración”, planteó Manrique y aseguró que eso se conversó en la última reunión de comisión directiva, de la que él se ausentó.
Sobre la posibilidad de que haya un cambio de edificio, fuentes sindicales reconocieron al diario La Nación que “hubo un debate, pero que la idea está aún en una etapa embrionaria y que no se trataría de una venta. La intención es tener un lugar más amplio, aunque sin resignar la sede histórica, que podría quedar como un museo, de acuerdo a las opciones que se barajan”.
Reunión confirmada
En tanto, en el entorno de Andrés Rodríguez admitieron la cumbre con el jefe de gobierno porteño y precandidato a presidente por la oposición. Rodríguez explicó que en un encuentro que se llevó a cabo hace un mes, el referente del PRO "dijo claramente que descartaba la reforma laboral" e informó que "buscaba el entendimiento en algunos casos particulares a proponer y después debatir en el mundo del trabajo”.
Sobre la venta del edificio, admitieron que están buscando alternativas para mejorar la operatividad y las reuniones, también se abrieron las diferencia en lo que suele llamarse la "mesa chica" de la central obrera. Rodríguez reveló que la una parte del sindicalismo se reunió con Larreta, quien les prometió que no llevaría a cabo una reforma laboral si gana las elecciones.
Manrique apuntó, sobre todo, contra el dirigente estatal, que se supo que se había reunido con el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. “Es inaudito. ¿Cómo vamos a vender el edificio? Estamos gestionando con la Agencia Administradora de Bienes del Estado (AABE, que depende de la Nación) un edificio para concesionar. A la sede de Azopardo hay que hacerle tareas de mantenimiento y un grupo mayoritario piensa que es hora de que sea declarado monumento histórico del movimiento obrero, que funcione allí la biblioteca laboral y un centro de capacitación. Que Manrique pague la cuota de la CGT en vez de criticar. Debe varios meses y ese dinero sirve para pagar los servicios y a los empleados”, disparó el dirigente estatal.