Al cumplirse un año de gestión del gobierno de Javier Milei, la principal central obrera del planeta hizo un balance respecto de la situación de los trabajadores argentinos, y fue crítica de las políticas libertarias. “El enfoque de la administración Milei en las ganancias a corto plazo para la élite ignora el daño a largo plazo que se está infligiendo al tejido mismo de la sociedad”, advierte en un comunicado la Confederación Sindical Internacional (SCI por sus siglas en inglés) que representa a millones de trabajadores a nivel mundial a través de sus centrales sindicales. En la Argentina la integran la CGT, la CTA autónoma y la CTA de los trabajadores.
“Al recortar el gasto público, criminalizar la disidencia y empoderar los intereses corporativos, el gobierno de Javier Milei ha exacerbado la desigualdad”, expresa la SCI en su documento. “Los recortes equivalentes al 4 por ciento del PIB afectaron a las jubilaciones y pensiones, los salarios del sector público, los programas de protección social y las obras públicas, todos estos sustentos de las comunidades que dependen de la infraestructura y los servicios sociales”, detallan.
Además, dijeron que las reformas laborales introducidas mediante la Ley de Bases “erosionaron derechos mediante la ampliación de los períodos de prueba, reduciendo las protecciones por despido y creando la figura de colaboradores independientes”. Se repasan las cifras de caída en los salarios y puntualmente el salario mínimo vital y móvil que alcanza a cubrir “el 50 por ciento de las necesidades alimenticias básicas”.
Más pobreza
En el comunicado repasan los últimos indicadores de pobreza y desigualdad de los ingresos en Argentina. “Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), en el primer semestre de 2024, el 52,9 por ciento de la población se encontraba por debajo de la línea de pobreza, un aumento de 11,2 puntos porcentuales respecto al segundo semestre de 2023, cuando la tasa era del 41,7 por ciento. Además, la indigencia, que mide a quienes no pueden cubrir una canasta básica de alimentos, alcanzó al 18,1 por ciento de la población en el mismo período”, sostienen. Además, la distribución del ingreso se ha vuelto alarmantemente desigual en el último tiempo: “El 10 por ciento más rico ahora concentra el 33 por ciento del ingreso nacional, mientras que el 10 por ciento más pobre apenas sobrevive con el 1,8 por ciento”.
“El desempleo ha aumentado al 7,6 por ciento, mientras que el subempleo alcanzó el 20 por ciento, obligando a muchos a asumir múltiples trabajos precarios solo para sobrevivir”, agregan en un apartado destinado a analizar el clima laboral. “Para los jóvenes trabajadores, el panorama es desolador. Las tasas de desempleo juvenil han aumentado, y muchos se ven obligados a trabajar en la economía informal o en empleos de plataformas sin estabilidad ni protecciones. Las familias que antes aspiraban a la movilidad social ascendente ahora envían a los cónyuges y adolescentes al mercado laboral para llegar a fin de mes”, sostienen.
Inflación y criminalización de la protesta
Respecto de la inflación sostienen: “El uso de métricas inflacionarias desactualizadas, con una canasta de bienes y servicios de hace 20 años, en lugar de la ultima (…) enmascara el verdadero alcance de esta crisis, erosionando aún más la confianza en las instituciones públicas”. Y esta “contabilidad creativa también se extiende a la política fiscal. Los superávits anunciados excluyen miles de millones en obligaciones impagas”.
“La administración de Milei no solo ha marginado a los trabajadores, sino que ha suprimido activamente su capacidad de protesta. Nuevas leyes imponen severas sanciones a los organizadores de protestas sociales, incluyendo posibles penas de prisión de hasta seis años. Se ha autorizado a la policía a dispersar manifestantes, a menudo con amenazas de retirar la asistencia social a quienes resistan. El presupuesto de seguridad interna aumentó significativamente”, sostiene la SCI en su comunicado. “Esta represión, acompañada por un ejército paralelo de trolls en redes sociales, es un recordatorio contundente de que el Gobierno de Milei prioriza los intereses del capital sobre los derechos de las personas” pues busca silenciar las voces que claman por equidad, justicia y equidad.
“Sus políticas desmantelan los mecanismos que alguna vez permitieron un crecimiento inclusivo y los reemplazan con un enfoque estrecho en la eficiencia impulsada por el mercado, mientras se elogia a los monopolios como ‘héroes’. ¿Pero eficiencia para quién?”, se pregunta la SCI. Seguramente no para trabajadores, sindicatos, jubilados y estudiantes. “La historia nos enseña que estos experimentos rara vez tienen éxito. Se extienden agónicamente en el tiempo aumentando la deuda externa”, afirman, “dejando cicatrices duraderas: aumento de la pobreza, instituciones debilitadas y cohesión social disminuida”. “El enfoque de la administración Milei en las ganancias a corto plazo para la élite ignora el daño a largo plazo que se está infligiendo al tejido mismo de la sociedad”, concluyen.