Con tensiones indisimulables, el Frente de Todos está en movimiento con miras a las elecciones nacionales de octubre próximo. Pero por ahora viene rezagada la mesa de articulación política que anunció la CGT durante los festejos del 17 de Octubre con la intención de negociar con referentes distritales la histórica “cuota sindical” en el armado de listas de candidatos.
Con varios referentes gremiales aún de vacaciones, se espera que a mediados de febrero puedan concretarse nuevas definiciones. Pero no sólo desde el punto de vista electoral –con la puesta en marcha del anunciado Movimiento Nacional Sindical Peronista- sino también la negociación con Economía sobre el devenir de las paritarias.
Es sabido que en el Palacio de Hacienda intentan consensuar una suerte de pauta salarial para 2023 que orille la inflación prevista por el Presupuesto. El problema es que los números de enero y febrero estarían por encima de lo proyectado. Con todo, se pudo saber que en la central de calle Azopardo esperan reunirse con Sergio Massa en “unos 10 días” para seguir con las conversaciones. El objetivo es claro: intentar aquietar las expectativas inflacionarias para que el bolsillo no apriete demasiado en un año electoral en el que el oficialismo se juega su permanencia en el poder.
Una opción que se barajó en las últimas horas es que los jefes sindicales esperen la eventual convocatoria del Presidente a una mesa nacional del FDT que podría darse bajo el paraguas del PJ.
Alejados de la interna
Lo cierto es que los integrantes de la mesa chica cegetista se mantuvieron al margen de las últimas disputas internas de la coalición oficial. La última aparición pública de referentes como Héctor Daer fue hace unas dos semanas en ocasión de la visita de Lula al país y su entrevista con Alberto Fernández.
Pero no hubo manifestaciones públicas en relación a la disputa entre el jefe de estado y el ministro Wado de Pedro (Interior). De hecho, no hubo participación de ningún dirigente gremial, ni siquiera de los alineados en el armado cristinista, en la reunión del FDT de la provincia de Buenos Aires celebrada el martes pasado en Merlo.
La mesa chica de la central obrera tampoco participó de la marcha contra la Corte Suprema que se llevó a cabo hoy a la tarde en Tribunales. Hasta allí confluyeron dirigentes cercanos al kirchnerismo, representantes de las dos CTA e integrantes del Frente Sindical moyanista, como Hugo Yasky y Omar Plaini. Pablo Moyano estuvo ausente por encontrarse fuera de la ciudad.
Ese armado político y sindical que merodea en torno a la figura de Cristina Kirchner pretende, de alguna manera, ser parte de esa estructura que dejó ver el encuentro celebrado en Merlo por parte de referentes del Frente de Todos bonaerense. Son los mismos jefes gremiales y referentes sociales que, por caso, confluyeron en Plaza de Mayo el pasado 17 de Octubre. Sin la participación de Alberto Fernández, Máximo Kirchner, Axel Kicillof y Wado de Pedro conversaron con intendentes y referentes territoriales la hoja de ruta a seguir para que la fuerza llegue lo más fuerte posible a los próximos comicios.
Sí en las últimas semanas hubo actividad de las “62 Organizaciones Peronistas”, que décadas atrás funcionaba como una suerte de brazo político de la CGT, con reuniones en provincias como Salta. El delegado de esa institución en la provincia norteña es un referente de UPCN.