La tensión interna en la Unión de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE) sigue en aumento. La semana pasada, José Voytenco, actual titular del gremio, denunció penalmente al diputado Pablo Ansaloni por estafa y asociación ilícita. Se lo acusa, junto con otros tres dirigentes, de haberse quedado con más de $10,5 millones de pesos que pertenecían a la obra social del gremio (OSPRERA). Como respuesta, durante los últimos días, Ansaloni realizó manifestaciones frente a la sede del sindicato, con el objetivo de recuperar su puesto de vicepresidente en la obra social, pero el oficialismo le contestó con un cordón policial y vallas en la entrada del edificio.
Por su parte, la CGT publicó un comunicado mediante el cual expresa su apoyo a Voytenco: “La voluntad de los trabajadores no debe violentarse mediante argumentaciones e interpretaciones antojadizas oponiendo reglamentos internos caprichosos que tiene como finalidad desconocer y alterar el libre desenvolvimiento de la Obra Social de los Trabajadores Rurales”, resaltaron.
Asimismo, la central obrera aseguró que, a través de tecnicismos estatutarios, “la Justicia está entorpeciendo el normal funcionamiento de la institución, desconociendo la democrática voluntad de sus trabajadores”.
Para concluir, el comunicado de la CGT sostiene que los trabajadores rurales “merecen que sus dirigentes electos democráticamente sean quienes lleven adelante los destinos de sus instituciones por encima de las ambiciones oscuras de un puñado de dirigentes trasnochados que, con la complicidad de una fiscalía de turno, pretenden pisotear la voluntad de miles de compañeros que ya se han expresado a favor de la actual conducción”.