En diciembre del año pasado, la llamada Mesa Sindical “El salario no es ganancia” realizó su primera manifestación pública, frente al Ministerio de Economía. Este grupo de unas 50 organizaciones había comenzado meses atrás una serie de reuniones y debates, para exponer los problemas que afrontan muchos asalariados con el impuesto, y la necesidad de evitar su impacto en los ingresos. En esa ocasión, no lograron que los reciba el ministro Sergio Massa, pero dejaron sentadas las bases de sus reclamos. En estos días, luego que se anunciara una serie de beneficios para exceptuar a varios ítems salariales del tributo, el colectivo volvió a hacer públicas sus pretensiones.
En este sentido, recalcaron que esperarán a que se formalice la resolución para opinar al respecto, pero adelantaron que la medida dio “un nuevo impulso a la discusión pública sobre la existencia del injusto impuesto que pesa sobre los salarios”. Así, crece la presión para ser atendidos por el ex intendente de Tigre.
La Mesa Sindical “El salario no es ganancia” nuclea a más de 50 organizaciones gremiales, que vienen trabajando para que haya una solución final al reclamo de los trabajadores, que data de la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner. Forman este espacio la Asociación del Personal Superior de Empresas de Energía (APSEE), CEPETEL, Asociación Judicial Bonaerense, APJ GAS, SIPREBA, FAPJRA, APJ Televisión Pública, ASIJEMIN, Asociación Bancaria, CTERA, SIUNFELTRA, UPSF, FOETRA, UPJET, entre muchos otros.
En estos días se reunieron para analizar el anuncio de Massa, que genera que unos 600 mil trabajadores dejen de pagar el impuesto por algunas categorías salariales como viáticos, bonos de producción, fallos de caja y otros ítems, que no tributarán. La medida fue festejada por la CGT, y puesta en duda por otros sectores, como la Federación Marítima, Portuaria y de la Industria Naval de la República Argentina (FeMPINRA), que ya anunció medidas de fuerza.
En tanto, en este colectivo se mostraron cautos respecto al anuncio. “Aparecieron algunos gremios firmando algunos beneficios, como la extensión en viáticos. Vamos a ver cuando esté la resolución formal si seguimos planteando la lucha o alcanza a satisfacer a nuestros pedidos”, le dijo a Data Gremial el titular de la APSSE, Carlos Minucci. “Estamos trabajando fuertemente en este objetivo, esperemos que esta resolución que debe firmar el presidente llegue pronto a la AFIP y se ejecute. A partir de allí opinaremos”, sostuvo el dirigente.
Minucci recordó que esta mesa está trabajando “desde el mes de agosto del año pasado, realizando notas a diversas autoridades, actividades, fuimos a la puerta del Ministerio de Economía”. De esos pedidos, recibieron respuesta del titular de la AFIP, Carlos Castagneto, y esperan una reunión cara a cara con Massa en breve.
Ni fugadores ni especuladores
Uno de los objetivos desde este colectivo es que se atiendan las particularidades de cada sector, ya que en actividades de altas remuneraciones o en cargos jerárquicos los salarios se ven afectados por el impuesto, desvirtuando los ingresos. En este sentido, el secretario general de la Asociación de Personal Jerárquico de Bancos Oficiales (APJBO) de Argentina, Arturo Quiñoa, consideró que quienes pagan Ganancias “no somos fugadores, ni especuladores” sino todo lo que obtienen lo vuelcan al “consumo interno”.
En declaraciones realizadas en noviembre pasado, Quiñoa remarcó: “No somos trabajadores millonarios, somos trabajadores que tenemos una retribución por encima de la media, pero en función a las responsabilidades, capacidades laborales y a las conquistas que logramos porque las patronales no nos pagan porque somos buenos, sino que logramos hacernos valer por nuestro talento, y porque el desarrollo de nuestro trabajo le lleva una ganancia muy importante a la patronal”.
Una de las decisiones de la mesa fue reunirse con Sergio Palazzo, titular del gremio bancario y diputado nacional, que presentó un proyecto en el Congreso en noviembre pasado para elevar el piso del Mínimo no Imponible, entre otras cuestiones. En este sentido, Minucci confirmó que durante la elaboración se reunieron con el dirigente: “se incluyeron varios puntos que la mesa le llevó, fueron tenidos en cuenta por Palazzo”. Además, en este tiempo algunos gremios se juntaron con el diputado para respaldar la propuesta, que elevaría el piso de Ganancias a “10 salarios Mínimo Vital y Móvil o a cinco canastas básicas total de hogar tipo 2”, además de buscar que las escalas se actualicen de forma mensual y se sumen más exenciones.
Nuevo escenario
A partir del anuncio de Massa, el tema del impuesto volvió a ganar visibilidad, y la discusión ganó terreno. Desde la Asociación del Personal Jerárquico del Gas (APJ Gas), que también integra este espacio, afirmaron mediante un documento que los acuerdos parciales a los que arribaron algunos gremios “dieron un nuevo impulso a la discusión pública sobre la existencia del injusto impuesto que pesa sobre los salarios”.
En este sentido, remarcaron que si bien “no hay precisiones” sobre la misma, sí existe una “certeza”: que esto “no beneficia a todos los trabajadores que pagamos Impuesto a las Ganancias y no avanza sobre rubros comunes de peso en la composición de nuestros salarios”.
“Los trabajadores hemos demostrado flexibilidad y paciencia infinita en este tema. Aportamos un porcentaje elevado de nuestros salarios para ayudar a mitigar los vaivenes económicos de diferente origen. Enfrentamos la inflación creciente con reclamos y métodos de lucha justos y dentro del marco legal existente. Pero, claramente, el impuesto al salario es confiscatorio e impacta seriamente su poder de compra. No hay razones para seguir este camino. Hay muchas más razones para encontrar una solución integral y eficaz a semejante despojo”, insistieron.
A este respecto, el gremio anticipó que continuará impulsando espacios de discusión y resolución contra el pago de Ganancias, apelando a su “capacidad de organización y movilización para ser escuchados”. “Un impuesto que fue creado para las empresas y recreado para impedir que los empresarios disfrazaran las ganancias en sus haberes no puede ser transferido a los trabajadores”, insistieron, recordando que en 1999 el tributo “era pagado por menos del 1 por ciento de los asalariados y que en la actualidad lo sufre más de un millón de trabajadores”.