Este miércoles, miles de trabajadores docentes y nodocentes de las universidades nacionales -junto a estudiantes- se movilizarán por las calles de todo el país para exigir una recomposición salarial justa y un mayor presupuesto para el sector. La segunda Marcha Federal Universitaria es un claro mensaje al gobierno de Javier Milei, quien anunció el veto a la Ley de Financiamiento Universitario: la comunidad universitaria no tolerará más ajustes y recortes que afecten la calidad de la educación pública.
Durante los primeros diez meses del gobierno de Javier Milei, las y los trabajadores universitarios sufrieron una pérdida salarial superior al 60 por ciento. Este dato revelador evidencia la política de ajuste y recorte que afecta negativamente a los docentes y nodocentes. La recomposición salarial se convirtió en una demanda imperiosa para recuperar el poder adquisitivo perdido, y la bandera que levantan las Federaciones.
En tanto, la conducción de la Federación de Docentes de las Universidades (FEDUN) que lidera Daniel Ricci señaló: “nos encontramos frente a una situación crítica para el sistema universitario. Los trabajadores universitarios estamos atravesando la mayor pérdida adquisitiva de nuestros salarios de la historia”.
A su vez, en un documento conjunto entre todas las organizaciones sindicales y estudiantiles exigen que se promulgue la Ley de Financiamiento Universitario. También señalaron que se reconsidere el presupuesto: “Si el proyecto de presupuesto para el 2025 no se modifica, la situación de las Universidades y el sistema científico será mucho más grave que la que atravesamos hoy. Lo que estará en juego es su continuidad”.
Las mentiras del gobierno
Otro de los gremios que encabeza la segunda Marcha Federal Universitaria es la Federación Argentina del Trabajador de las Universidades Nacionales (FATUN), que lidera Walter Merkis. En las primeras horas de este 2 de octubre, la entidad federativa emitió un comunicado en rechazo a lo difundido por el Gobierno nacional, a través del Ministerio de Capital Humano.
“Esta vez han dedicado parte de sus esfuerzos ya sea a mentir, como lo hacen generalmente, o a decir solo una parte de la verdad, analizando la cuestión salarial”, subrayó la Federación, en relación a la expresado por el Gobierno respecto a que “los Nodocentes con antigüedad cobran alrededor de $1 millón, ambos salarios muy por encima de la Canasta Básica Total (CBT) de $300.000 para un adulto equivalente”.
A su vez, la FATUN remarcó que “esta última afirmación, en principio, equivale a decir que todas las y los NODOCENTES no alcanzan a formar lo que se conoce como una familia estándar, es decir dos adultos con dos hijos. Históricamente la Canasta Básica Total de ese grupo familiar es la que se usa como parámetro para medir la pobreza y para el mes de agosto de 2024, según el INDEC, asciende a $939.887, esto es el triple del valor que exhiben en el panfleto del ministerio”.
También en el comunicado que titularon: “Las mentiras del gobierno, o el vano intento por desacreditar la marcha” se refirieron a que “más de 36.000 trabajadoras y trabajadores nodocentes, que representan más del 60% del universo total, cobran salarios, con antigüedad promedio del sistema, están por debajo de la Canasta Básica Total. Esto es, seis de cada diez trabajadoras y trabajadores nodocentes son pobres”.
Los nodocentes explicaron que la diferencia que podría ser mayor, ya que se ha computado un aumento del 16% para el mes de febrero, cuando en realidad el gobierno solo otorgó un 6%, mientras que el 10% restante correspondía a un acuerdo con el gobierno anterior. “Debe quedar en claro que frente a una depreciación de aproximadamente un 60%, la oferta de 6% de recomposición resulta una burla”, indicaron.
Para finalizar, desde la FATUN subrayaron: “debe sumarse a este despropósito, el hecho que han convertido una conquista tan cara a las trabajadoras y trabajadores nodocentes como lo es la de las negociaciones Paritarias de Nivel General en una farsa, donde, como ningún Gobierno lo ha hecho desde la reinstalación de la democracia, un funcionario nos comunica el monto del aumento salarial sin que haya la más mínima posibilidad de llegar a un acuerdo, dejándonos solamente la opción del rechazo. Sepa el gobierno nacional que como dice el dicho «La mentira tiene patas cortas y la verdad, termina imponiéndose”.