Tras el paro de este lunes en las líneas de subte B y C, ahora la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP) anunció una nueva medida de “autodefensa” -según lo denominan desde el gremio- para este miércoles 12. A partir de las 13 horas habrá apertura de molinetes en las líneas D y E, y desde las 14 a las 16 realizarán una interrupción de dichos servicios y también del Premetro. Luego de 16 a 16.30 continuarán con el acceso libre.
La acción se debe a la negativa por parte de la empresa EMOVA y SBASE a habilitar el reclamo del sindicato liderado por Roberto “Beto” Pianelli de reducir la jornada laboral a 30 horas semanales para tener dos francos y a su vez, disminuir su exposición al mineral cancerígeno: asbesto.
“Somos conscientes de que el asbesto mata, ya se ha llevado la vida de tres trabajadores del subte y ha afectado a otros 84 trabajadores por el momento, entre ellos seis con cáncer y una pasajera”, expresaron a través de sus redes sociales. Y remarcaron: “Exigimos un resguardo para nuestra salud con mejores condiciones de vida”.
Asimismo, el Secretario Ejecutivo de la AGTSYP, en su comunicado, enviaron un mensaje a los usuarios de los subtes: “lamentamos las molestias que esto pueda ocasionar al público”. Y convocaron a la prensa para este miércoles a las 13 horas en la Estación Plaza de los Virreyes.
A cinco años de una larga lucha contra el asbesto
El 13 de marzo de 2018, a partir de las 20 horas, los trabajadores del subte de la Ciudad de Buenos Aires paralizaron las actividades hasta el final de los servicios para denunciar la presencia de asbesto en formaciones compradas al Metro de Madrid unos años atrás.
Luego de una investigación realizada en España, los metrodelegados comenzaron a rastrear la posible presencia de este material cancerígeno, y a reclamar que el gobierno porteño y la empresa -de ese entonces- Metrovías comience un plan de retiro. Se trató de la primera protesta que contrajo un largo plan de lucha que cumple cinco años, y desde donde se avanzó mucho en esta pelea.
Durante estos años, según los datos presentados por el gremio, se retiraron “70 toneladas de material contaminado”, lo que equivale al peso del Obelisco de la Capital Federal. Sin embargo, eso todavía no alcanza: sumaron unas 1.200 denuncias, además de siete audiencias en la Defensoría del Pueblo, lo que permitió conseguir a través de Amparo Ambiental un fallo judicial para que se retire todo el asbesto de todas las líneas a raíz de 500 inspecciones. Sin embargo, eso está en proceso, sin la velocidad necesaria.
De esta manera, el gremio viene reclamando desde hace varios meses la aceleración del cambio de las flotas con dicho material cancerígeno pero las empresas concesionarias continúan con sus respuestas negativas.
Para los empresarios el asbesto no implica riesgos
Entre las diferentes medidas de “autodefensa” de los metrodelegados, la empresa EMOVA emitió un comunicado con “argumentos mentirosos”, según manifestaron desde el gremio y le contestaron.
“Emova dice que el asbesto no representa riesgo alguno para la salud”. Sin embargo, las estadísticas oficiales lo desmienten: 2 trabajadores muertos de cáncer por exposición a asbesto en la red subterránea fueron reconocidos por la Superintendencia de Riesgos del Trabajo; un trabajador jubilado fallecido de cáncer en 2020, en proceso de reconocimiento. Y “84 empleados y empleadas con afección en la Pleura, bajo vigilancia médica, de los cuales seis desarrollaron cáncer por exposición a asbesto en su puesto de trabajo”, expresaron desde la AGTSYP.
Por último, los metrodelegados denunciaron: “En cuatro años EMOVA no elaboró si quiera el inventario de las piezas y lugares con asbesto”.