Desde hace unos siete meses, la obra social de los trabajadores rurales de Osprera quedó a cargo del administrador judicial Néstor Horacio Acuña, quien encabezó un encuentro federal con los delegados provinciales. Allí llevó adelante la tarea de detallar el estado de situación que está atravesando la obra social y presentar, junto a los gerentes de las distintas áreas, un nuevo sistema informático para proveer un mejor servicio a los afiliados.
Por su parte, Néstor Acuña subrayó que “cumplimos siete meses de gestión con un balance positivo de esta primera etapa en la que buscamos y encontramos muchas de las soluciones que necesita la obra social para mejorar las prestaciones en todo el país”.
En esa línea, el administrador explicó que para llevar adelante esas tareas elaboraron “tres ejes de gestión: saneamiento de la estructura, optimización de los recursos, y profesionalizar la obra social”. A la vez que detalló: “Lo primero que tuvimos que enfrentar fueron los compromisos de pagos caídos y la reducción de deudas y juicios por varios miles de millones de pesos. Todos ellos se habían dejado de pagar y hacían imposible continuar brindando servicios generando la imposibilidad de poder continuar funcionando por el incumplimiento de los pagos. También tuvimos que afrontar una gran cantidad de embargos que absorbían la recaudación”.
“Los acuerdos llevados a cabo significó un ahorro para la Osprera de alrededor de 800 millones de pesos”, sostuvo Acuña. Según describió, el balance 2022 indico un déficit de 13.000 millones de pesos, y un plazo fijo que tenía la obra social de 2.700 millones de pesos de capital en enero del 2022, sólo habían quedado 338 millones un año después.
“Con relación a la optimización de recursos, se cancelaron contratos con prestadores y se redujeron cargos que no revestían una necesidad laboral, incluso a nivel gerencial; se habilitó el retiro voluntario, y el adelanto de aquellos empleados que estaban cerca de su jubilación, por lo cual hemos tenido que desmentir, reiteradamente, la falsa información de despidos masivos; sólo fueron apartados de la entidad aquellos casos que no pudieron demostrar que función cumplían”.
Detalle de la actual situación
Por otra parte, durante el encuentro, se detalló la difícil situación que atraviesa la salud en general, y la obra social en particular, debido a la inestabilidad en los precios, los altos costos en insumos importados por encontrarse dolarizados, el crecimiento desmedido del gasto en los hospitales públicos, los copagos que aplican las asociaciones médicas en forma inconsulta, y la recaudación que no crece a esos ritmos increíbles que hoy sufre la economía.
“Estamos conscientes que estos informes son demoledores, pero ponemos lo mejor de nosotros para poder salir de esta situación compleja”, afirmó Acuña. Asimismo, dentro de las acciones que viene realizando en su gestión, mencionó que ya se firmaron convenios con diferentes universidades públicas para incorporar profesionales y auxiliares técnicos que colaboren en la gestión de los servicios prestacionales.
Por último, se dio a conocer cómo Osprera fortalecerá su gestión en auditorias, buscando eficientizar el empadronamiento de sus afiliados y optimizando su sistema informático, guiando y acompañando, con todas sus herramientas, a los beneficiarios para que puedan presentar la correcta documentación solicitada por la Superintendencia de Seguros de Salud. “Tenemos la vocación de entregar una obra social en mejores condiciones de la que recibimos” afirmó Acuña.