En medio del fuerte despliegue de las fuerzas federales de seguridad en la Marcha Federal Universitaria de este miércoles 2, Pablo Moyano, cosecretario general de la CGT, lanzó duras críticas contra Patricia Bullrich, ministra de Seguridad de la Nación. El camionero cuestionó las declaraciones de Bullrich sobre un posible golpe de Estado contra el Gobierno, afirmando que "debe estar tomando algún tinto" para hacer tales afirmaciones.
El dirigente gremial apuntó contra la funcionaria luego de que Bullrich anunciara que endurecería el protocolo de seguridad para la marcha y, para peor, sugirió que la protesta podría ser un intento de golpe de Estado. Ya en un tono elevado, Moyano respondió que la ministra está "militarizando cada vez que hay una movilización”.
Vale resaltar que el sindicalista se sumó a la protesta, encabezando la columna de los trabajadores Camioneros en la movilización. Luego, en una entrevista en La Nación +, Moyano expresó: “Le diría que no tome y que trate que la movilización sea en paz. Que deje de tomar tinto y que deje de hablar pavadas. Estamos defendiendo el salario de los trabajadores universitarios”.
La Marcha Federal Universitaria fue multitudinaria y se llevó a cabo en respuesta al veto del presidente de la Nación, Javier Milei, a la Ley de Financiamiento Universitario aprobada por el Congreso.
La semana pasado, el hijo mayor de Hugo Moyano encabezó una conferencia de prensa en la CGT en la que se anunció la adhesión a la marcha universitaria, junto a otro cotitular cegetista como Carlos Acuña (estaciones de servicio), pero a su lado no estaba ningún referente del sector dialoguista y sí, en cambio, algunos aliados del sector educativo como Sergio Romero (UDA), además de otros dirigentes como Daniel Ricci, de la Federación de Docentes de las Universidades (FEDUN), y Walter Merkis, de la Federación Argentina del Trabajador de las Universidades Nacionales (FATUN).
Multitudinaria marcha universitaria
El mensaje fue claro: #UniversidadPúblicaSiempre. Esa consigna aglutinó las miles de voces que se dieron cita en todo el país para pedir por más presupuesto para la educación superior y mejores sueldos para docentes y nodocentes, los ejes centrales de la jornada, que tuvo su epicentro en la Plaza de los dos Congresos, donde otra multitud como la de abril protestó contra las políticas libertarias parta el sector. Estas simples pero poderosas consignas aglutinaron a diversos sectores políticos, sindicales y sociales, que dejaron sus diferencias para ponerle un freno al ajuste brutal que ejerce el gobierno de Javier Milei sobre las universidades, tal vez uno de los últimos consensos de estos tiempos.
Se pudo ver a estudiantes, trabajadores, jubilados, referentes de la cultura y la comunicación, que caminaron entre banderas de izquierda, del peronismo y el radicalismo, entre bombos sindicales y carteles hechos en casa, que con ironía y humor le dieron color al reclamo.
El acto central incluyó varios discursos y la lectura de un documento de consenso, que pedía que “no nos arrebaten el futuro”, una consigna que explica el carácter joven de la jornada. Lejos de estos reclamos, el oficialismo filtró que la Ley de Financiamiento Universitario se vetará igual, lo que acelera las conversaciones entre bloques para juntar los votos que permitan revertir esto. “Vetemos a Milei”, respondió la gente.