El ex ministro de Trabajo durante los 12 años de kirchnerismo Carlos Tomada reiteró su postura en contra de la reforma laboral que impulsa el gobierno nacional, por otra parte, reivindicó la combatividad del movimiento obrero que se manifestó desde el primer momento en las calles y diferenció a un sector de la CGT “con vocación de negociar excesivamente frente a un gobierno que no concede nada”. Consultado si el presidente Javier Milei es el que gobierna, Tomada reiteró: “para mí es un pobre tipo que está haciendo su tarea, pero que los que mandan, los que gobiernan son claramente otros”.
“El veto es un recurso de última instancia constitucional en realidad. Soy consciente de que nuestro gobierno también lo utilizó en alguna oportunidad pero acá lo que es distinto es utilizar el veto, como tantas otras cosas en el límite de la provocación de lo inconstitucional no en legal porque no es ilegal, pero sí es ilegítimo, porque esto de decir: bueno voten lo que quieran que yo los estoy esperando acá con el veto”, se quejó el dirigente.
En este sentido, el dirigente dijo que “me parece que no es propio de las reglas del juego democrático, sobre todo, da la casualidad que no es a todas las leyes a las que veta, es casualmente a las que tienen algún sentido que pueden beneficiar o ser mejor para la sociedad, así que es curioso, pero ellos tienen su ideología y creen que lo que está escrito en el Pacto de Mayo que se hizo en julio que el superávit , es innegociable, esa frase que puede parecer y sonó al comienzo obvia, ahora vemos que lo que significa es que va a vetar todo aquello que no entre dentro de mantener este superávit trucho que han fabricado incumpliendo deudas, entonces esto es lo que le va a esperar a cualquier beneficio que pueda surgir del voto de las mayorías populares en el Parlamento”.
Reforma laboral
En cuanto a los cambios propuestos por el gobierno libertaria en materia de leyes de trabajo, Tomada afirmó que “lo que quiero primero es reiterarlo para que se lo grabe en la cabeza todo el mundo porque es una pelea que hay que dar contra un sentido común instalado después de tantos años de neoliberalismo por lo menos en los medios, que la reforma laboral resuelve algún problema importante en la Argentina”. “El país tiene problemas importantes no de hoy, es cierto de antes todo lo que se quiera, pero la reforma laboral no resuelve ninguno de esos problemas, es lo que yo vengo insistiendo y que me lo demuestren”, agregó.
En una charla reciente el dirigente sostuvo que “demuéstrenme de alguna manera que esta reforma laboral va a solucionar un problema, porque se mete con los temas del mundo del trabajo sí, pero para agravarlos”. “Lo último que le dije fue: no crean que se resuelve la informalidad, lo que hacen es legalizarla y blanquearla. Cuando dicen que un contrato de obra o de servicio que sabemos que eso se regula por el código civil y comercial, pero creo que no debe haber más de 10 oyentes, que en algún momento han estado contratados como si fueran contratados por obras o por servicios lo que es una verdadera relación laboral y eso es un fraude laboral que antes se podía ir a reclamar a la justicia, ahora resulta que les quitan ese derecho”, recalcó Tomada.
“Yo creo que son expresión de un partido que supo ser nacional, popular, fue el primero elegido por el voto de la gente, en fin que tuvo hombres importantes tal vez el último Raúl Alfonsín y que tiene todavía algunos restos de partidos popular por lo menos y parecen empeñados desde hace algunos años en revisar su historia”, insistió.
Movimiento obrero
En tanto, Tomada defendió que el movimiento obrero “fueron los primeros en salir a la calle contra Milei y conseguir en la justicia mediante una movilización que no se aplicara el capítulo cuarto del DNU que no sé por qué no se habla más eso, no puedo entenderlo, periodistas, dirigentes, políticos nosotros por qué no hablamos de ese DNU; hay que voltearlo; no puede ser que la Argentina que es una democracia y haya una persona que dice no quiero reunir la comisión y no la reúno y no se pueda tratar para voltear ese decreto que ya ha sido desestimado por el Senado; eso no lo puedo entender”.
“Valoro tanto estas comunicaciones para decirlo que alguien lo escuche. Con respecto a la conflictividad y a la movilización sindical yo creo que sí hubo una primera etapa donde no solamente el movimiento obrero en su conjunto -me refiero a las a la CGT y las dos CTA -se movilizaron, sino que convocaron más allá de sus afiliados de sus cercanías los ciudadanos de a pie dos veces tres en realidad. Hagamos justicia para analizar bien el tema porque es fácil mirar el tema con una distancia que no tiene en cuenta que uno no puede estar sacando a la gente todos los días a la calle” resaltó.
Ahora, finalizó, “que haya un sector de la CGT que tiene una vocación de negociar a mi juicio a esta altura excesiva frente a un gobierno que no concede nada y que viene a achicar, me parece excesivo francamente no me consta que esté pasando que haya negociaciones, pero sí es visible que hay un sector que no quiere movilizarse”. “También es cierto que hay otro sector del movimiento obrero que ha estado presente en todas las movilizaciones y ayer los vi en la plaza estuve con un montón de dirigentes con columnas del movimiento obrero eso digámoslo, porque si no, nos quedamos siempre en la descalificación de un sector el cual es imprescindible como punto de acumulación para confrontar con este gobierno”, concluyó.