Mediante una serie de videos en redes sociales con duros testimonios en primera persona que muestran el calvario que trabajadores viven hace meses, el Sindicato Único de Trabajadores de los Peajes y Afines (SUTPA) decidió graficar el conflicto que mantiene con Ricardo Lissalde, titular de AUBASA, la empresa estatal que administra la autopista Buenos Aires- La Plata y el corredor vial del Atlántico (SVIA).
El sindicato que conduce Florencia Cañabate y tiene como referente ineludible al ex diputado Facundo Moyano lleva a cabo protestas con barreras levantadas desde hace cinco días y decidió no acatar el llamado a conciliación obligatoria realizado por autoridades del Ministerio de Trabajo. En ese marco, exigen la salida del mencionado y así descomprimir una situación que parece no tener retorno en las condiciones actuales.
"Siento que me está psicopateando y eso no se lo deseo a nadie"
“Si querés echame pero no me psicopatees más”. La frase pertenece a Claudio Caparelli, coordinador operativo de asistencia vial de AUBASA y hace alusión a sus padecimientos diarios.
Caparelli contó que la llegada de Lissalde significó un antes y un después en sus ocho años en la empresa. “Con esta última gestión empezamos a tener problemas. Todos los días eran acosos, no se podía trabajar tranquilo. Salí de vacaciones y cuando volví ya me cambiaron de horario, amenazando que me podían echar. Esas amenazas constantes por las que uno no puedo trabajar tranquilo. Me decían; están buscando tu cabeza”, explicó.
“Siempre trato de sumar para el sector pero en estos dos meses no pude hacer nada por esa constante de los vamos a echar a mí y a mi jefe. No podemos hacer lo que realmente sabemos, no podemos llegar a rendir. Me está afectando en la vida laboral, en mi casa. No se puede seguir así. Siento que me está psicopateando y eso no se lo deseo a nadie. Es muy lamentable”, añadió.
"Me despidieron sin causa, quedando sin obra social, sin ingreso y con una familia detrás"
Otro de los testimonios exhibidos por SUTPA, es la de César Di Lorenzo, ingeniero en electrónica, quien fue despedido a principios de este mes por la empresa, un episodio que aceleró el conflicto actual con la gestión de AUBASA.
“Llegue en 2013 con el proyecto del centro de monitoreo. Estuve a cargo de la coordinación. Con la llegada de Ricardo Lissalde me encontré con una situación que no me empezaron a dar los mismos privilegios que a los demás empleados. Se me vinculaba y decía que trabajaba en pos del gremio cuando lo que uno tenía como objetivo era implementar la tecnología en AUBASA”, alertó.
Acto seguido, comentó el impacto que tuvo en su vida personal y profesional la cesantía que sufrió: “A partir del 6 de septiembre me despidieron sin causa, quedando sin obra social, sin ingreso y con una familia detrás. Una decisión totalmente arbitraria de Ricardo Lissalde, dilapidando toda una trayectoria dentro de AUBASA”, consideró.
"Está afectando mi vida personal"
El jefe de Seguridad Vial de AUBASA, Mauro Larrain, grafica la situación que atraviesan los trabajadores como “muy lamentable”.
“He trabajado en tres accesos y dos corredores viales y nunca viví algo como esto. Es una situación de constantes amenazas con despedir a determinadas personas, una de ellas soy yo”, señaló.
Según este trabajador jerárquico, el estado de presión “es constante. Eso genera nerviosismo, malestar, estrés. Y uno lo transmite a su gente además. Nuestra gente tiene un trabajo de riesgo, arriesga su vida arriba de la traza para brindar una buena atención a los usuarios y estamos equivocando el camino. Está afectando mi vida personal. No hay manera de sostener el día a día de esta manera”, finalizó.