Corren aires nuevos y –como es de esperar en territorio patagónico- frescos. Sucede que, con 44 años y tras haber consolidado un fuerte armado político-sindical durante una década, el secretario general del Sindicato de Petroleros, Gas Privado y Energías Renovables y diputado nacional del interbloque SER - Somos energía, Claudio Vidal, se convirtió en el dirigente que terminó con 32 años de gobiernos kirchneristas en la provincia: asumirá el 10 de diciembre como gobernador.
Nacido en Comodoro Rivadavia (Chubut) y llegado de muy chico a Río Gallegos, sus comienzos fueron gremiales en lo que había sido el Sindicato de Petroleros y Gas Privado. La incorporación de la rama de Energías Renovables fue uno de sus últimos logros como diputado nacional en el Congreso.
En 2011 su nombre empezó a sonar fuerte por los medios de comunicación locales cuando encabezó la toma de la planta de YPF en la localidad de Las Heras. Allí habían echado a una parte del personal y él, que trabajaba en la empresa Quintana Wellpro, se puso al frente de la demanda por despidos y retraso en los pagos de los salarios.
Por su combativa actividad gremial fue enviado por la empresa que lo contrataba a Chile, lejos de sus compañeros, que ya le respondían. En el país trasandino estuvo un tiempo, empezó a organizar a sus colegas y entonces lo mandaron de vuelta para Santa Cruz.
Crecimiento imparable
A partir de ahí, su crecimiento fue enorme. En 2013, a los 33 años, se convirtió en el Secretario General más joven del sindicato de petroleros, cargo que deberá dejar antes del 10 de diciembre por incompatibilidad.
Desde allí armó una sólida estructura territorial y la hizo crecer. Durante su gestión abrió escuelas, construyó proveedurías para que los afiliados compren alimentos con descuento y levantó polideportivos. “Reinventó el gremio de los petroleros, hoy tiene 8.000 afiliados”, comentan en su entorno. Se trata del segundo sindicato en cantidad de afiliados en la provincia, detrás del docente, y el más poderoso, por lo que genera a nivel económico.
Salto a la política partidaria
Dio el salto partidario en 2018 de la mano del exgobernador Sergio Acevedo, quien tras renunciar como mandatario regresó a la arena política encabezando uno de los sublemas que le dio este domingo el triunfo a Vidal. Un año después, Vidal decidió postularse por primera vez como candidato a gobernador en el Frente de Todos y aportó su caudal de votos para darle la reelección a Alicia Kirchner.
A decir de los resultados de ayer, supo saltar a tiempo. En efecto, lo hizo en 2021, cuando compitió por una banca de diputado nacional en soledad y la ganó.
Hace exactamente un año y de su mano, el Sindicato de Petroleros Privados de Santa Cruz se convirtió en accionista de YPF después de que en las últimas realizaran “una inversión millonaria” que le permitió a la organización gremial "adquirir un importante número de acciones" de la petrolera estatal.
En aquel entonces, Vidal aseguró que “de esta manera los trabajadores podrán tener voz y voto a la hora de aprobarse – o no – los planes societarios de la empresa y sus balances”.
El perfil y la elección del domingo
Vidal es el clásico dirigente gremial peronista. Es decir, con una postura más doctrinaria y nacionalista que sujeta a los vaivenes de “los cambios de época”.
Y pudo mostrarse como una alternativa a los candidatos del lema de Unión por la Patria local, los intendentes de Río Gallegos, Pablo Grasso, y de El Calafate, Héctor Javier Belloni.
Para estas elecciones intentó armar un frente opositor con radicales y con los prácticamente inexistentes referentes de Juntos por el Cambio (hubo que “repatriar” al periodista Mario Markic, que sumó 6.488 votos).
Con ese armado, el domingo pasado su espacio Hacer Santa Cruz resultó el más votado, con 46,48%. Unos puntos más abajo quedó Unión por la Patria, que terminó con 43,82% de los votos. Y mucho más lejos quedó el anti kirchnerismo: Cambia Santa Cruz, la lista de Juntos por el Cambio, sacó solo 8,51%.
“Un radical (en alusión a su compañero de fórmula Fabián Leguizamón) y un peronista juntos. Es un gesto de terminar con esa famosa grieta que al único que perjudica es al pueblo, entre todos trabajando para poner a partir del 10 de diciembre la provincia de pie”, dijo Vidal frente a unos 200 militantes lo esperaron con temperaturas bajo cero, ni bien resultó electo.
Padre de dos hijos y soltero, Vidal agradeció a su madre, “la que me enseñó a que en la vida se podía salir adelante y siempre tenía que ser con esfuerzo”.
Vidal aseguró además que "se viene una gran tarea, no es fácil, pero tampoco imposible, vamos a convocar a todos los sectores, muchos que han quedado olvidados". "Para mejorar esta provincia, vamos a apostar al desarrollo, a la producción, a la generación de empleo genuino que brinda un salario digno. Es así que se deja de depender tanto del Estado, esa es nuestra propuesta, desarrollar nuestra provincia, fortalecer la educación, estamos realmente convencidos que tiene que suceder una modificación severa en muchos sectores de la provincia donde se han dirigido hacia el pueblo con soberbia", agregó.
Vidal también aseguró no tener "nada personal" con quienes dejarán el Gobierno en diciembre, que consideró "se equivocaron, muchas veces nos menospreciaron", y que "parte de eso tiene que ver con el resultado del 43% de pobres que hay en esta provincia, en muchos barrios no tienen carbón ni leña para calefaccionarse, incluso en la cuenca carbonífera".
"Tenemos que terminar con el egoísmo de solamente pensar en uno mismo y no en el prójimo, sólo de esa forma vamos a salir adelante", enfatizó y agradeció también "a las iglesias, a los pastores que estuvieron orando y, por sobre todo, a Dios".