La mesa chica de la CGT observó con atención anoche el debate del Presupuesto en la Cámara de Diputados y que obtuvo media sanción durante la madrugada de este miércoles. La mayor preocupación de la central obrera estaba en la votación en particular del articulado de salud, que incluía medidas de aliento a las obras sociales con la compra de medicamentos importados y que finalmente fue rechazado.
Se trata de los artículos 127 y 128 del proyecto de Presupuesto 2023 que fueron objetados por el interbloque de Juntos por el Cambio en una estrategia a la que se sumaron otros bloques minoritarios.
El primero de los artículos fue incorporado en el debate en comisión a raíz del pedido de jefes sindicales como José Luis Lingieri (Obras Sanitarias): autorizaba al estado a hacerse cargo del costo de "prestaciones de alto precio", como los medicamentos y tecnologías médicas de última generación. Junto con el reclamo para que fuese el Tesoro el que se haga cargo del transporte y la educación de la cobertura de la discapacidad de las obras sociales, fue una de las principales demandas: hay medicamentos para enfermedades complejas que cuestan un millón de dólares.
Para la diputada cordobesa Soledad Carrizo (UCR) "no se puede dejar esa decisión de cobertura médica a un decreto reglamentario. Está claramente enfocado a un control de fondos sin aclarar los tratamientos". Y, en diálogo con este medio, también justificó su rechazo al articulado en que no ha intervenido la comisión de Salud de la cámara baja en su tratamiento y, además, deja afuera al PAMI y a las obras sociales de las provincias, de las universidades, del Congreso y de las Fuerzas Armadas.
Más tarde la diputada Graciela Ocaña se sumó a estas críticas y rechazó este subsidio "por 36 meses" a las obras sociales. "Lo raro es que se crea un fondo pero no se establece en el Presupuesto estos recursos para tratamientos especiales", abundó.
Una esperanza que se desvaneció
En el acto por el Día de la Lealtad en el estadio de Obras Sanitarias, la mesa chica de la CGT estaba confiada en que los líderes parlamentarios del Frente de Todos podrían asegurarse la aprobación de los artículos que buscan oxigenar las arcas de las obras sociales. Finalmente, tras esperar a la madrugada del miércoles se supo que finalmente estas demandas pudieron ser satisfechas.
El malestar no se hizo esperar. Una fuente muy cercana a la mesa chica de la central obrera le describió la bronca que existe en la CGT por estas horas tras el resultado adverso. Se lo considera “un desastre para las obras sociales”, describió.