Trabajadores Repartidores Unidos (TRU) nacieron en pandemia como una alternativa de trabajo a las apps de repartidores. Pablo Gómez, el presidente de la cooperativa, trabajaba en plena cuarentena de una punta a la otra de San Martín para Pedidos Ya.
En ese tiempo, la precarización se profundizó aún más. El resto de los repartidos de esa app cobraban bonos especiales pero en la zona noroeste del Conurbano no recibían lo mismo. A partir de allí comenzó a hablar con sus compañeros hasta que decidió continuar por su propia cuenta.
Según relatan los periodistas de Tiempo Argentino, Federico Trofelli y Lucas Centurión, el repartidor comenzó a aumentar los negocios y sumó al trabajo a su hijo. Después de varios meses, el empleo creció y decidieron conformarse como cooperativa.
Jornadas laborales: cómo están organizados
Actualmente, son 17 repartidores que se organizan para trabajar los siete días de la semana, de 8 a 24, y cuentan con 50 locales adheridos de Villa Ballester. Todavía no pueden sumar más locales ya que tienen mucha demanda y faltan repartidores. “El objetivo siempre fue mantener la mejor calidad del servicio”, señaló Pablo Gómez a Tiempo Argentino.
TRU tiene su equipamiento para cada trabajador, y hasta un espacio propio. Es decir, comparten un espacio junto a otras seis cooperativas en el edificio de La Disco de Oro, una fábrica de empanadas emblemática de San Andrés que fue recuperada por sus trabajadores y trabajadoras.
La cooperativa de repartidores propone un trato “más humano” con los clientes. “Tenemos un grupo de WhatsApp para cada cliente que conoce a los repartidores. Hay una relación más humana, personal”, sostuvo Gómez.
También valorizan el compañerismo: “En la App se me rompía la moto y me decían ‘arreglala y volvé cuando puedas’”, contó a Tiempo Argentino Alejo Gómez. Y resaltó: “Acá mando un mensaje en el grupo y al toque tenés un compañero que te ayuda si necesitás emparchar la rueda, una herramienta o plata. Eso es lo bueno de la cooperativa, porque siempre están pase lo que pase”.
Historia motoquera
El presidente de la cooperativa recordó que arrancó con las motos cuando era chiquito. “En los ’90 ya era motoquero. Iba a la pizzería, hacía videoclubs repartiendo las películas. Había un boom de deliveries en ese momento. Obviamente gratis… El trabajo era tan precarizado que con la propina, el plato de comida y unos mangos se sustentaba. Sin obra social, sin aguinaldo”. Y añadió: “Desde los ’90 a hoy, la precarización se profundizó”.
“Ahora se cree que el repartidor está bajo todas las normas laborales vigentes. Está bien visto que sea monotributista o que trabaje para una aplicación. Yo trabajé para una y hace dos años que estoy queriendo que me reciban una Carta Documento porque no se sabe ni dónde están”, aseguró.
Hoy son parte de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP). Mientras tanto, TRU está evaluando utilizar la aplicación Coopcycle, que es de código abierto. “Es francesa y ya trabaja en Europa. Llegó a México este año y la idea es bajar Coopcycle a toda Latinoamérica. La app está liberada, con ciertos requisitos”, explicó Pablo.