La renuncia del dirigente camionero Pablo Moyano sigue generando repercusiones en el movimiento obrero, tanto entre quienes lo respaldan como quienes criticaron su actitud. Más equidistante de ambas posturas, el secretario general de la Unión Ferroviaria Sergio Sasia analizó tanto la decisión como el futuro de la CGT, que vive movimientos álgidos en materia de posicionamientos. “Las diferencias entre los sectores denominados ‘dialoguistas’ y ‘combativos’ no deberían desembocar en una ruptura de la unidad de la CGT”, aseguró el dirigente.
Sasia sabe sobre las internas en el movimiento obrero. Hace unos días, dejó la conducción de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), por diferencias similares a las que se generaron en la CGT. “En mi renuncia percibí que este escenario era quizá inevitable”, dijo.
En los últimos meses, agregó Sasia, “observé cómo algunas organizaciones sindicales de la CATT adoptaron una agenda de acción directa que se alejaba no solo de las disposiciones orgánicas de la CGT, sino también de las de la propia confederación. De hecho, algunos incluso, desde una mirada más política, intentaron escalar la confrontación, pero ahora parecen darse cuenta de que ese no es el camino”.
Tensiones
Para Sasia, las tensiones dentro del movimiento obrero, “que surgen principalmente por las particularidades de las negociaciones colectivas en cada actividad, reflejan las distinciones entre las realidades del sector público y privado”. Sin embargo, la CGT, “como confederación, tiene el deber de articular y moderar estos intereses diversos”.
“La única forma de sostener esta unidad es construyendo consensos claros sobre cómo enfrentar las políticas que amenazan la actividad económica y los derechos laborales”, recalcó el dirigente en el texto difundido. “La respuesta no puede ser atomizar el conflicto, sino potenciar el poder sindical mediante una sinergia capaz de sintetizar los matices de todas las organizaciones. Esto exige la construcción de un proyecto único que contemple los nuevos escenarios políticos y cuente con un amplio consenso social”, agregó.
Alternativa de ideas
Pablo Moyano presentó este viernes su renuncia como secretario general de la CGT, en medio de un enfrentamiento con la cúpula de la central obrera. A través de una nota formal, explicó que su salida se debía a su desacuerdo con las decisiones de la llamada "mesa chica" de la central obrera. "Me dirijo a ustedes, que he tomado la decisión de renunciar a mi cargo como co-secretario general de la Confederación General del Trabajo, al no coincidir con las decisiones tomadas por la llamada ‘mesa chica’", expresa la carta enviada al Consejo Directivo Nacional de la central.
“El movimiento obrero debe presentarse como una alternativa con ideas y un plan propio, dejando de seguir el ritmo que marca la política”, resaltó Sasia. “Es fundamental interpretar la realidad con claridad. El movimiento obrero necesita reconfigurarse, fortalecerse desde la inteligencia estratégica, con proyectos sólidos, debates profundos y una perspectiva unificadora. Solo así podremos garantizar una CGT fortalecida y adaptada a los desafíos actuales, siempre con la unidad como eje central”, concluyó el líder de la Unión Ferroviaria.