Trabajadores y trabajadoras del diario Perfil lanzaron una carta abierta contra su dueño, Jorge Fontevecchia, en dónde denuncian la crítica situación que se vive en relación al apercibimiento de los salarios, que rondan en promedio los 300 y 400 mil pesos por mes. Y remarcan que “a los sistemáticos incumplimientos, que realiza en loop y ya forman parte del lugar común entre las empresas de medios, Perfil ahora le suma una persecución gremial que supo practicar en otros tiempos”.
La misiva, en dónde se menciona como fracción adherente de la misma a periodistas, diseñadoras, productoras, fotógrafos, camarógrafos y administrativos de la empresa fue titulada “Las dos caras de Fontevecchia”, y tiene la particularidad que además de criticar los malos tratos, las persecuciones gremiales y salarios laborales paupérrimos, le adjudica a sus directivos un mal manejo de la política de la empresa. “Errores flagrantes en el management de la empresa”,sentencia, en clara referencia al enfrentamiento abierto y público existente entre el presidente Javier Milei y el dueño del medio.
“En privado, el directorio de Perfil explica que la crisis es producto de los cambios en los hábitos de consumo, de la transformación de la industria periodística, del desplome de la pauta privada y del fin de la pauta pública”, continúa la carta. A fin de cuenta los trabajadores le achacan aquello mismo a través de lo cual- sin ánimos de meternos en las derivas de la política nacional, cierto sector de la política opositora le imputa hoy día a Milei. Hay superávit comercial, pero sin pagar los servicios ni los intereses futuros. Es decir, Fontevecchia se jacta de lograr que las cuentas están equilibradas a costa del sostenimiento de sueldos de miseria y hambre en su redacción.
“Quienes trabajamos en Perfil estamos viviendo una doble asfixia: la general del país, generada por el ajuste y el maltrato permanente del presidente Javier Milei”, se retoma en la carta y sigue: “y la particular de la empresa de Jorge Fontevecchia, que nos humilla con salarios de pobreza, y encima nos adeuda parte de nuestro sueldo por no haber abonado muchos de los incrementos paritarios de este año”.
También se menciona el nombre de Gustavo Gonzáles como el responsable de la persecución y el hostigamiento hacia los trabajadores y trabajadoras de la Comisión Interna, a quienes se les envía cartas documento de manera reiterada, “pretendiendo que las asambleas no se hagan en la redacción”, lugar donde la mayoría trabaja. “Más libertad de empresa que de prensa o de expresión”, culmina.
Como parte del atropello hacia sus trabajadores, Perfil le agregó en los primeros días de noviembre otro castigo: un descuento discrecional en los haberes por los paros realizados durante octubre, una medida tomada por sus empleados, luego de agotar distintas instancias, para forzar a la empresa a que salde la deuda que acumula desde enero.
“Los vértices a veces se tocan. De la misma manera que el Gobierno de Milei hambrea a jubilados, trabajadores estatales, docentes, médicos y científicos, Fontevecchia hambrea a quienes trabajamos en Perfil. De la misma manera que el Gobierno de Milei amenaza y persigue a trabajadores aeronáuticos, del Hospital Garrahan o de los medios públicos, Fontevecchia amenaza y persigue a la comisión gremial interna y a quienes reclaman por mejorar sus condiciones de empleo”, finaliza.