Luego de varios días de incertidumbre en la fábrica Mirgor por los despidos de 68 supervisores, el ministerio de Trabajo de la Provincia de Tierra del Fuego dictaminó este lunes por la tarde la conciliación obligatoria y retrotrajo la situación al inicio. Ahora las partes tendrán unos 15 días para negociar.
La empresa Mirgor es propiedad de Nicolás “Nicky” Caputo, exfuncionario, primo del actual ministro de Economía de la Nación Luis “Toto” y también es un “amigo del alma” del expresidente Mauricio Macri (según sus propias palabras). También, “Nicky” es primo segundo de Santiago Caputo “el verdadero arquitecto” de la victoria del ultraliberal. La compañía fueguina, además, es una de las poquísimas sobrevivientes al tsunami de recortes de beneficios fiscales.
Vale recordar que el conflicto inició hace un año atrás cuando la patronal pretendió traspasar a los supervisores de la empresa a otra rama (de autopartistas a electrónica), lo que equivalía una reducción de los salarios que alcanzaban hasta un 20 por ciento. La Asociación de Supervisores de la industria Metalmecánica, Metalúrgica y Minera (ASIMRA) lo rechazo rotundamente.
Asimismo, la compañía de electrodomésticos y autopartes repite su práctica de despidos injustificados y antisindicales, como también hizo en mayo de 2023. A pesar del rechazo de la entidad gremial, Mirgor avanzó de manera individual entre los trabajadores, disponiendo la desvinculación con la empresa en aquellos que no acepten el cambio de rama.
Ante la gran cantidad de despidos efectivizados, el lunes por la mañana los supervisores representados por ASIMRA se manifestaron en las afueras de la planta Mirgor para expresar su malestar por los trabajadores que fueron desvinculados. Rápidamente, la cartera laboral convocó a las partes y dictaminó la conciliación obligatoria por lo que se abrió un periodo de 15 días para negociar.
La primera empresa en aplicar el ajuste de Milei
Luego del triunfo de Javier Milei en el ballotage, la empresa de los Caputo -como está acostumbrada- tomó la decisión de desvincular a casi 300 operarios de la planta de Río Grande y modificar las vacaciones de otros cientos.
La medida, que fue comunicada a los trabajadores el 29 de noviembre, se debe a la falta de insumos y dólares para la importación, así como a la incertidumbre por el rumbo económico del Gobierno.
Según detallaron desde el gremio de la UOM, los despidos afectan a trabajadores que se desempeñaban bajo la modalidad de Personal Permanente Discontinuo (PPD), una categoría que permite a las empresas contratar a personal por períodos de tiempo determinados. Asimismo, los trabajadores despedidos pertenecían a la línea de producción de celulares de la planta de Río Grande.
En tanto, la otra mitad (450) que tenían previsto iniciar sus vacaciones el 15 de diciembre, adelantaron sus vacaciones al 1 de diciembre, y les confirmaron que percibirán la totalidad de sus salarios, aunque para ellos son días de mayor incertidumbre porque no saben con qué se van a encontrar al volver a sus puestos laborales. En total son 900 los operarios afectados por las decisiones de la empresa de la familia Caputo.