Desde que en 2018la legislatura de la Ciudad de Buenos Aires aprobó la ley 6.035, que regula la actividad de los profesionales de la salud en el sistema sanitario porteño, el personal de enfermería comenzó una larga lucha. Es que en la reglamentación, el Ministerio de Salud dejó afuera a los y las licenciadas de ese rubro, que pese a tener formación universitaria siguen estando en categorías administrativas. Esta arbitrariedad no sólo hace que un trabajador del rubro cobre casi la mitad que uno incluido en la norma, sino que además no goce de otros beneficios, como capacitación y formación dentro del horario laboral, y otras cuestiones.
La pelea de los gremios del sector tuvo dos carriles: por un lado, el reclamo gremial, que se expresó en marchas, medidas de fuerza y acciones para pedir por el reconocimiento; y por otro el camino legal, con presentaciones ante la justicia. En CABA, hubo un primer fallo a favor de la postura de las entidades, que fue apelado. Ahora, un tribunal ratificó la decisión original, y la enfermería deberá cobrar lo mismo que los profesionales, lo que significa un importante equiparamiento salarial. “Es el triunfo de la lucha de la enfermería”, destacaron.
El fallo de la sala II de la Cámara de Apelaciones de la Justicia de la Ciudad de Buenos Aires ordenó sumar a los licenciados en enfermería a la Ley de Profesionales que rige actualmente en CABA. El fallo, al que tuvo acceso Data Gremial, “admite parcialmente el recurso del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y modificar la sentencia de fondo en los términos del considerando 16”. Esto significa que la gestión de Jorge Macri deberá sumar con todos los beneficios de la ley a este personal en su salario, que ahora tiene diferencias con los profesionales. Para eso, da 90 días para completar este proceso.
La presentación judicial fue realizada por gremios como la Asociación de Licenciados en Enfermería (ALE), ATE, y el Sindicato de Trabajadores de Enfermería de la República Argentina (SITRE). Para la justicia, en el sistema porteña existe “una discriminación arbitraria entre los profesionales de la enfermería y el resto de los profesionales de la salud abarcados por la ley 6035”, que incluye salarios y jornada laboral.
En la cuestión salarial, el fallo es absolutamente claro: “al margen de todo eufemismo, mientras se mantengan las condiciones de pertenencia a la Carrera de la Salud previstas en la ley 6035, aún cuando las profesiones abarcadas por el frente actor tuvieran regulada otra carrera con normativa específica, su alcance en materia salarial no puede consagrar diferencias arbitrarias a la luz de los parámetros consagrados por la propia ley de Profesionales de la Salud”. Por eso, obliga al jefe de gobierno que equipare los salarios del sector enfermería con el resto de las profesiones.
El caso rige para quienes tengan título universitario. Además, la cámara alertó sobre “la notoria desigualdad retributiva se intensifica en la medida en que existe una diferencia de jornada horaria”. “Es que en el caso de quienes prestan tareas en el escalafón general (licenciatura en psicomotricidad) y en la carrera CEETPS (en el que actualmente revisten los licenciados en enfermería y licenciados en producción de bioimágenes) es de siete horas diarias (conf. artículo 53 de la Ley 471), mientras que en la carrera de profesionales de la salud es de seis horas”, subrayó el fallo judicial.
Festejos
“Es un gran triunfo de los trabajadores”, sostuvo Héctor Ortiz, referente de la agrupación ATE Hospitales. Ante la consulta de Data Gremial, el dirigente confirmó que existe una posibilidad que haya una apelación del gobierno porteño. “Les queda el recurso de la Corte Suprema, la última instancia que nos queda, esperemos que nos hagan una jugada, teniendo en cuenta el contexto nacional”, dijo Ortiz, que marcó que el fallo “equipara salarios pero no termina de incorporarnos a la ley, pero por lo menos nos reconoce salarialmente”.
“El fallo es contundente, toma nuestros argumentos, y es categórico con el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires: le da 90 días de plazo para ejecutar la medida”, informó por su parte la ALE, luego del fallo judicial mediante un comunicado. Con la firma de la titular de la entidad Andrea Ramírez destacó la sentencia favorable que recibieron tras la presentación del recurso de amparo. “Después de tantas movilizaciones, acampes, marchas de antorchas, festivales y protestas de todo tipo, va quedando claro que no hay más excusas para reconocer a la primera línea”, destacó ALE, quien solicitó a Jorge Macri, que no vuelva a apelar y ejecute “maniobras legales dilatar lo que es evidente: somos profesionales y es justo cobrar el mismo salario y trabajar en las mismas condiciones que el resto del equipo de salud”.
Al respecto, desde el SITRE, advirtieron a Macri que decline de “seguir la postura necia de Rodríguez Larreta” y que cumpla “con su promesa de campaña”. En ese sentido, advirtieron que si el jefe de gobierno apela, “nosotros apelamos”.
Expectativas
La carrera de enfermería fue excluida de la Ley de Profesionales de la Salud en 2018 y recién a fines de 2022, el gobierno porteño de Horacio Rodríguez Larreta fue instado por la Justicia para que incorpore esa profesión a la normativa. Ahora su sucesor Jorge Macri tiene 90 días para cumplir con esta medida. Pero los trabajadores esperan que haya resistencia, y alertaron que el temor es que haya un ajuste de personal y recursos, como el que se vive a nivel nacional.
“Este nuevo gobierno nacional trae más ajuste, y eso traerá el cierre de hospitales, los trabajadores de la salud por supuesto lo vamos a pelear”, recalcó Ortiz, que aseguró que en CABA se vive una doble amenaza, ya que la gestión que inicia parece seguir el camino nacional. “Estamos preocupados, porque el gobierno de Jorge Macri va a estar subordinado a ese tipo de políticas de ajuste y privatización”, alertó Ortiz, que dijo que desde que asumió el PRO los problemas sanitarios se multiplican: “pareciera que fue planificada la destrucción de los hospitales porteños”.
“Lo único que funciona bien son las empresas privadas que cobran millonadas en el sistema sanitario, que hacen tareas de vigilancia, cocina, lavaderos, todas firmas millonarias que tiene además a sus trabajadores en condiciones laborales desastrosas”, resaltó el enfermero, una situación que se contrapone con la falta de inversión pública.
“En invierno no hay calefacción, en verano no hay aire acondicionados, los edificios son viejísimos, faltan insumos, operaciones paradas por años que hace que la gente se muera”, denunció Ortiz. El dirigente fue una de las caras visibles de los reclamos de la enfermería, lo que le valió una larga persecución, incluyendo el intento de desafuero y despido y amenazas, que se conocieron hace unas semanas.