Los trabajadores y trabajadoras del Centro de Salud y Acción Comunitaria (CeSAC) 31 del barrio de Flores informaron este lunes 9 sobre el cierre del lugar por el riesgo edilicio que presentan las instalaciones. “Las puertas del CeSAC estarán cerradas de forma indefinida. La razón del cierre es la precariedad edilicia histórica, que se agravó en el último tiempo”, expresaron a través de un comunicado.
Se trata de una situación gravísima que afecta a las y los vecinos del barrio porteño de Flores, y a los mismos trabajadores. Por ello, exigieron al jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, a su ministro de Salud Fernán Quirós, y al subsecretario de salud comunitaria Gabriel Battistela que busquen una “respuesta acorde a la gravedad” de la situación.
Según manifestaron, a fin de diciembre un trabajador recibió una descarga eléctrica de una pared deteriorada con humedad, tras lo cual se determinó la suspensión para el ingreso de pacientes y sostuvieron la “atención mínima” con servicios como el de vacunación, farmacia y testeo de Covid.
Cabe recordar que en noviembre había sucedido un hecho similar: un trabajador recibió una descarga eléctrica. En ese momento, suspendieron la atención durante dos semanas y llevaron adelante los arreglos correspondientes, sin embargo, esas mejoras provisorias no sirven para revertir la situación de fondo.
A su vez, las y los empleados detallaron que el edificio registra “riesgo eléctrico, falta de agua y filtraciones permanentes en las paredes desde las viviendas superiores, haciendo inseguro el lugar”, por lo que pidieron “a las autoridades una respuesta acorde a la gravedad del problema para que no desaparezca la salita del barrio Illia”.
Apoyo en defensa de la salud
Inmediatamente que se conoció el cierre del centro de Salud, los legisladores porteños del Frente de Todos Berenice Iañez y Matías Barroetaveña se acercaron al lugar, dialogaron con las trabajadoras y trabajadores, y también se sumaron al reclamo al Ejecutivo porteño.
Por su parte, la legisladora Iañez señaló que “las autoridades del CeSAC nos comentaron que si cierran son 300 pacientes con medicación crónica, entre los que hay 150 pacientes insulinizados, que se quedan sin medicación”.
En tanto, Barroetaveña sostuvo que “los arreglos provisorios que se hicieron hasta ahora no son suficientes. Los trabajadores y trabajadoras necesitan una solución definitiva para trabajar y poder brindar una atención de calidad, por lo que exigimos al Gobierno porteño una respuesta urgente que permita la continuidad de este centro de salud comunitario”.
Ambos legisladores de la oposición porteña coincidieron en que “el abandono en el que se encuentran los CeSAC, mayoritariamente en el sur de la Ciudad, constituye una deuda histórica que tiene el Gobierno de la Ciudad con los vecinos de los barrios”.
“Es responsabilidad del jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta, el ministro de Salud Fernán Quirós y el subsecretario de salud comunitaria Gabriel Battistela garantizar el plan de obra que contemple las refacciones necesarias para el normal funcionamiento del centro de salud, como también informar a la comunidad como se sostendrán los servicios durante ese tiempo”, apuntó Berenice Iañez.