Para evitar que se concrete la segunda parte del plan de lucha de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria, en el marco del conflicto que el gremio que lidera Abel Furlán mantiene con los empresarios, por la falta de acuerdo en la paritaria sectorial. Esta semana, fracasó una audiencia en la cartera laboral, que se extendió por 12 horas.
“Dar por iniciado un período de conciliación obligatoria por el término de seis días, de acuerdo a lo establecido en el Artículo 11° de la normativa preindicada, debiendo retrotraerse la situación a la existente con anterioridad al inicio del conflicto y por el plazo de duración del presente procedimiento conciliatorio", decidió la cartera que comanda Raquel “Kelly” Olmos. La medida incluye a metalúrgicos y siderúrgicos.
El objetivo es frenar la tercera y última etapa del plan de lucha, un paro por 72 horas entre el miércoles 26 y el viernes 28 de julio, y alcanzar un acuerdo en el plan de lucha aprobado la semana pasada. En la misma resolución, citó a las partes a comparecer en el ministerio para una nueva audiencia presencial el lunes 24 de Julio a las 11. Detrás de la medida de fuerza, explican las versiones, se ponía en juego, por un lado, el liderazgo de uno de los sindicalistas más fuertes del kirchnerismo, Abel Furlán. Pero del otro lado está también un sector clave de las exportaciones argentinas, con Techint a la cabeza.
Reclamo
El paro de 48 horas del jueves 20 y viernes 21 era la segunda acción planificada de la hoja de ruta que aprobó la UOM en Córdoba el viernes pasado. El martes, con un paro nacional de 10 a 21 que contempló la movilización a Techint, iniciaron la protesta por la falta de entendimiento en las paritarias. Y así prometían seguir escalando conforme no se llegue a un entendimiento: la próxima semana, la protesta planeaba crecer hasta las 72 horas
En un comunicado difundido en la previa de la movilización del martes, el gremio sintetizó algunos de los argumentos que volcaron en la mesa del Ministerio de Trabajo en las audiencias previas y nuevamente el miércoles. Subrayaban que el salario actual para un operario ingresante se ubica en los 129.723,93 pesos mientras que la canasta alimentaria de junio, que fija la línea de pobreza en Argentina, se ubicó en 217.915,79 pesos.
"Para comprender las razones de fondo que forzaron este conflicto, es imprescindible caracterizar a las cámaras empresariales que participaron de la negociación. Todas ellas representan empresas que comparten un denominador común: su costo de producción está determinado por el valor de los insumos difundidos que les provee única y exclusivamente las empresas del Grupo Techint", señalan en un documento difundido desde el gremio.
Respuesta empresarial
Tanto la cámara de las empresas metalúrgicas como las siderúrgicas emitieron en horas de la tarde y la noche sendos comunicados exhortando al Gobierno a dar "garantías" para seguir negociando en medio de un plan de lucha de la UOM y, en particular, al Ministerio de Trabajo para avanzar con una conciliación obligatoria. En ambos casos apuntaron contra la responsabilidad sindical a la hora de avivar el conflicto.
"Desde el inicio de la negociación, la Cámara del Acero propuso al sindicato no sólo recomponer el salario tomando como referencia la inflación del trimestre anterior sino que, además, propuso un mecanismo de seguimiento del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) para la inflación futura, entendiendo que esto da previsibilidad a los aumentos salariales alineados a la inflación y otorga también confiabilidad para la actividad siderúrgica y toda la cadena metalmecánica", informó la Cámara del Acero Argentina (CAA).