Las paritarias de los empleados de despachantes de aduana atraviesan un momento de tensión, con denuncias de falta de respeto hacia los trabajadores y una clara insatisfacción con las propuestas salariales que viene recibiendo el gremio del sector.
Raúl Vázquez, secretario general de la Asociación de Empleados de Despachantes de Aduana (AEDA), explicó este sábado a Data Gremial la situación de las negociaciones y las dificultades que atraviesan los trabajadores del sector ante el aumento del costo de vida, la inflación y la falta de respuesta a sus demandas.
Según Vázquez, las negociaciones de paritarias con el Centro de Despachantes de Aduanas (CDA) comenzaron con expectativas razonables, basadas en los índices de inflación que marcaba el INDEC. Sin embargo, a partir de los primeros meses del año, la situación comenzó a complicarse, y las ofertas salariales fueron quedando cada vez más alejadas de la realidad económica que viven sus representados.
Un año de paritarias "crónicas" y deterioro salarial
"Cuando arrancamos las negociaciones de paritarias a principios de año, se había acordado que se respetarían los índices de inflación, pero eso no se cumplió. Al principio todo parecía ir bien, ya que nos ofrecían números cercanos a lo que marcaba el INDEC. Pero a partir del cuarto mes las negociaciones empezaron a complicarse y ya no nos respetaron ni siquiera esos índices", explicó Vázquez, visiblemente molesto por la mala evolución del diálogo con los empleadores.
El dirigente gremial señaló que la situación fue empeorando a medida que avanzaba el año. "Nos estamos enfrentando a una negociación crónica, una falta de respeto hacia los empleados. Hoy, nuestra realidad es que seguimos perdiendo porcentajes, y en esta última paritaria ni siquiera se nos ofrecen los índices adecuados", indicó Vázquez, quien criticó con dureza las propuestas que se están discutiendo.
La propuesta no cierra: un 7% que no alcanza
A medida que la inflación sigue marcando cifras elevadas, la última propuesta de los empleadores resultó muy por debajo de las expectativas del gremio. Vázquez detalló que la oferta que recibieron fue de un 7% de aumento para los meses de septiembre y octubre, pero la forma en que se aplicaría este ajuste, sobre la negociación de abril, dejaría los aumentos muy por debajo de lo pactado anteriormente.
"Lo que nos están ofreciendo en realidad es menos de un 5%, lo cual es inaceptable. Con ese porcentaje, seguimos perdiendo frente a la inflación. Además, la realidad del mercado y el costo de vida hoy es insostenible para los trabajadores", señaló Vázquez, quien agregó que las empresas están siendo muy reacias a conceder un bono de fin de año, como también lo había solicitado el gremio.
La solicitud de AEDA es un bono de 50.000 pesos, considerando la alta inflación y la jornada laboral de los despachantes, quienes frecuentemente trabajan turnos irregulares y muchas veces nocturnos.
Los sueldos no alcanzan: un promedio de $500.000 que no cubre el costo de vida
Vázquez denunció que los sueldos promedio de los trabajadores del sector, que rondan los 500.000 pesos mensuales, están lejos de cubrir las necesidades básicas de los empleados debido a la inflación galopante y al aumento de los costos de la canasta familiar. "Hoy por hoy, no hay manera de vivir con estos sueldos. Con el costo de vida que tenemos, los aumentos no cubren ni lo más básico. A pesar de que el gobierno marque índices de inflación más bajos, en la vida real, en la casa de cada trabajador, los aumentos de la comida, los impuestos y el transporte son mucho mayores", aseguró el titular de AEDA.
El gremio también remarcó que la oferta salarial que actualmente está sobre la mesa es "una miseria" y constituye una "falta de respeto" hacia los trabajadores, quienes defendieron siempre el funcionamiento de las empresas y del sistema aduanero, muchas veces trabajando en condiciones difíciles y con jornadas extensas.
La falta de respuesta sobre el convenio de categorías
Además de las paritarias, Vázquez también señaló que la falta de avance en la actualización del convenio colectivo de trabajo está agravando la situación. Aunque se había acordado con los empleadores la reestructuración de las categorías laborales, el gremio aún no ha recibido respuesta formal al respecto.
"Desde el año pasado, hemos estado trabajando con un convenio basado en categorías, pero no se terminó de resolver nada. Este año, la situación de la profesión tampoco fue prioritaria. Incluso hace más de un mes que volvimos a plantear la necesidad de una respuesta sobre este tema, y hasta el momento no hemos recibido ninguna respuesta", dijo el líder sindical.
AEDA mantiene firme su reclamo y apunta a los empleadores
El líder de AEDA dejó en claro que el gremio no aceptará propuestas que no sean acordes a la realidad económica que atraviesan los trabajadores. En este sentido, Vázquez recalcó que los empleadores deben tomar conciencia de la difícil situación y de la necesidad de ajustar los salarios a los verdaderos índices de inflación.
"Es hora de que las empresas tomen conciencia de lo que está sucediendo y paguen lo que corresponde. No podemos seguir aceptando esta falta de respeto. Los trabajadores ya no pueden vivir con los salarios que están percibiendo. Necesitamos un ajuste real, un bono y una revisión de las categorías que nos permitan tener una mejor perspectiva salarial", concluyó Vázquez.
La negociación sigue abierta, pero el futuro es incierto
Con la paritaria aún sin cerrar y las negociaciones estancadas, el panorama para los empleados de despachantes de aduana sigue siendo incierto. La falta de acuerdo entre las partes mantiene una tensión constante, y la posibilidad de que se intensifiquen las medidas de fuerza sigue latente.
Mientras tanto, AEDA continuará defendiendo los intereses de los trabajadores del sector, buscando un acuerdo que refleje adecuadamente el valor del trabajo y las necesidades de los empleados, quienes en muchos casos sienten que su esfuerzo no es reconocido adecuadamente por las empresas del sector.
El tiempo dirá si las negociaciones alcanzan un punto satisfactorio, pero lo cierto es que la situación sigue siendo tensa y los trabajadores de aduana continúan en pie de lucha por sus derechos.