Esta semana, en el marco del Día del Periodista, el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBa) presentó los resultados de una encuesta sobre condiciones laborales del sector, con algunos resultados preocupantes que sirven para ver la profundidad de la crisis de ingresos del país. En este sentido, se confirmó que el 45 por ciento de los consultados “tiene salarios bajo la línea de la pobreza”. “La situación relevada es crítica. Lo vivimos en los lugares de trabajo y se constata en las cifras”, recalcaron desde el sindicato, que acaba de lograr la personería gremial luego de una compulsa con la UTPBA.
Los problemas que sufren los asalariados se vienen dando desde la gestión de Mauricio Macri, y la llegada del gobierno del Frente de Todos no lo pudo revertir, e incluso en algunos casos lo profundizó. En este sentido, un reciente informe del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP) le puso cifras a esa caída: más del 25 por ciento desde diciembre del 2015.
El trabajo esta entidad, que lidera el economista Claudio Lozano, destacó que respecto a los salarios, “los datos disponibles a marzo de este año dan cuenta que el nivel general tuvo una caída interanual del 0,9 por ciento real”. “Se ubican así un 2,7 por ciento por debajo del nivel de diciembre 2019 y un 26,6 por ciento por debajo de diciembre 2015”, recalcó el reporte, al que tuvo acceso Data Gremial.
La caída de los ingresos no reconoce a registrados, no registrados ni autónomos, que en general fueron perdiendo terreno en estos ocho años. Está claro que el gran desplome se dio en el período 2015-2019, pero no fue resuelto por el cambio de gobierno. En parte, esto se dio porque la participación de los salarios en la economía siguió su tendencia a favor del capital, pese al crecimiento, que incluyó una baja constante del desempleo.
Esto, explicó el IPyPP, se da en gran parte porque el empleo informal “mantiene su protagonismo”. Según los datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) a febrero 2023, “crece la relevancia de las inserciones precarias en el incremento del trabajo registrado”. “Si bien el empleo asalariado formal en el sector privado se incrementó un 4,2 por ciento interanual, el conjunto de monotributistas casi que triplicó ese crecimiento (+11,7 por ciento interanual), impulsado principalmente por el segmento de más bajos ingresos, registrado bajo la categoría del monotributo social”, advirtió el informe, que fue elaborado por el equipo de trabajo del instituto, bajo la coordinación de Ana Rameri.
Reacciones
Pese a que la mayoría de los sectores gremiales apoyaron la llegada del Frente de Todos al gobierno, en este tiempo las dificultades económicas dispararon las protestas, en especial en los últimos dos años, a partir de la salida de la pandemia, cuando la inflación mantiene su ritmo creciente y pulveriza el poder de compra de los ingresos.
Esta semana, por ejemplo, hubo protestas en al menos 11 provincias por parte de médicos y profesionales de la salud, en el marco de la jornada de lucha de la Federación Sindical de Profesionales de la Salud (FESPROSA). “Nuestro pedido apunta a una paritaria nacional de salud, que equipare los sueldos de todo el sistema sanitario, hay lugares que por los bajos salarios que están faltando distintos profesionales”, alertó una fuente de la entidad, ante la consulta de Data Gremial.
Como ejemplo, remarcó que la falta de pediatras en el sistema público pudo verse claramente en el actual brote de bronquiolitis, enfermedad respiratoria que afecta especialmente a menores de dos años, que dejó a muchos hospitales del AMBA en situación de colapso.
La crisis de ingresos afecta a todas las ramas de la actividad. En el sector industrial, hay peligro con conflicto en las empresas siderúrgicas, ante la falta de acuerdo en el aumento que reclama la UOM. En tanto, los trabajadores del neumático marcharán al Obelisco en el marco de una tensa negociación de la paritaria, que el año pasado dejó al borde del desabastecimiento al mercado local, por las múltiples protestas.
Los colectiveros realizarán un paro la semana que viene una vez vencida la conciliación obligatoria, y hay paritarias sin resolverse en canales de cable y productoras, entre otros conflictos que elevan la temperatura de la crisis.
Ajuste
En medio de esta delicada situación, el IPyPP puso el foco además en otro tema delicado, y tiene que ver con el ajuste que se está generando en el gasto social, que profundiza la crisis de ingresos. En este sentido, la entidad confirmó que “las prestaciones sociales se recortan en términos reales”. “Teniendo en cuenta la inflación de abril, las prestaciones actualizadas por movilidad (haberes jubilatorios, asignaciones familiares y pensiones no contributivas) tuvieron un deterioro real interanual del 13,9 por ciento”, dijo el informe. Así, “su poder de compra se ubica un 21 por ciento por debajo de diciembre 2019 y un 35 por ciento por debajo de diciembre 2015”.
“Si bien el deterioro del haber mínimo ha buscado compensarse mediante bonos extraordinarios y la AUH se ha complementado con la prestación Alimentar, ambos mecanismos se encuentran sujetos a discrecionalidad y no siempre logran evitar el recorte en los ingresos de las familias receptoras”, describió el IPyPP.
En este escenario, “el 41 por ciento de pobreza podría constituir un piso que tenderá a agravarse frente al cuadro de recesión económica y aceleración inflacionaria inducido por el acuerdo con el FMI y agravado por la sequía”.