En el Gobierno siguen cuidando el gasto para cumplir con los compromisos fiscales del acuerdo con el FMI. Esa postura genera dudas sobre cómo negociará con los gremios estatales en la revisión paritaria, del periodo que vence el 31 de mayo de 2023, prevista para mediados de enero próximo.
Es que Sergio Massa y su equipo económico adelantaron que controlarán los fondos de organismos como Anses, Pami y las empresas públicas y, obviamente, lo devengado en prestaciones sociales, para intentar cumplir con la meta fiscal de 2023.
Producto de la alta inflación, la paritaria de los estatales nacionales tuvo una primera revisión en noviembre pasado en la que se decidió adelantar una de las cuotas previstas para el año próximo (del 10% de aumento) y pagar un bono navideño de $30 mil. Hasta ahora hay un incremento salarial del 60% acordado, al que le queda una cuota del 10% pagadera en enero próximo.
En Jefatura de Gabinete deslizaron que la convocatoria a los dirigentes de UPCN y ATE se realizará durante el 16 de enero aproximadamente. "Por ahora venimos bien, está bajando la inflación y si sigue bajando no habrá que hacer grandes modificaciones", advirtió una calificada fuente oficial consultada.
Claro, que en los gremios estatales apostarán a una mayor recomposición de los ingresos de los empleados de la administración pública nacional. Si bien admiten que la propia dinámica paritaria tiene distintas lecturas y que se debe contrastar con la inflación registrada entre el 1 de junio de 2022 y el 1 de junio de 2023, pretenden no perder contra la suba de precios registrada durante dicho período.
En este sentido, en ATE, por caso, aspiran a igualar la recomposición que otorgó el gobierno bonaerense a los estatales de la Provincia, que superó el 90% para todo 2022, acercándose a la inflación prevista para el corriente.