La Federación Argentina de Prestadores de Salud (FAPS) y la Federación de Asociaciones de Trabajadores de la Sanidad Argentina (FATSA) se reunieron el pasado miércoles con las cámaras empresariales del sector para dar inicio a las discusiones paritarias del 2021.
Por su parte, la FAPS calificó al panorama actual como “inédito” y afirmó que la pandemia afectó fuertemente al sector, con inusuales aumentos de costos, ingresos prácticamente congelados y una abrupta caída de la actividad. “Si bien el gobierno implementó un plan de ayuda con el ATP y luego con el REPRO para las empresas de salud, el desfasaje entre los costos y los ingresos es cercano al 50% en algunos sectores”, señalaron.
Mediante un comunicado de prensa, dicha federación explicó que “los retrasos, que se han acentuado en los últimos dos años, representan un desfasaje de aranceles cercano al 50%, lo que expone a muchas empresas al límite de la subsistencia”, y añadieron que “en estas condiciones es imposible para el sector prestador afrontar aumentos salariales cuando, si no fuera por el ATP y el REPRO, muchas empresas no podrían pagar ni siquiera los sueldos actuales”.
Por su parte, desde el gremio que conduce Héctor Daer, exigieron actualizar los salarios correspondientes al acuerdo paritario 2020 completando los montos que se habían otorgado hasta marzo, lo que significa un incremento de entre el 14% y el 16% según el convenio. “No permitiremos que los salarios pierdan con la inflación”, advirtieron. Además confirmaron que, de no obtener una respuesta satisfactoria, realizan diversas medidas de fuerza.