Aumento de la pobreza y de la indigencia, caída de los salarios e ingresos populares, aumento del desempleo, aumento de la precarización laboral y aumento de la desigualdad son tan solo algunos de los principales indicadores del lapidario informe elaborado por el Centro de Estudios y Formación de la Federación Judicial Argentina (CEFJA), a un año del comienzo de gobierno de Javier Milei.
El informe detalla que en la actualidad hay un 66,1% de niñxs pobres en la Argentina y un 29,7% de adultos mayores de 65 años en la misma situación. También destaca que se produjo una profunda caída de los salarios e ingresos populares, siendo que una canasta básica alimentaria se encuentra en $439.239, el salario mínimo vital y móvil está fijado en torno a los $270.000 pesos.
Otra cifra de terror: en base a estimaciones del INDEC, 129.870 son los empleos que se perdieron en el sector privado hasta la actualidad y 38.609 en el sector público. En esa línea también se evidencia una clara tendencia hacia la precarización laboral: “La crisis y las políticas de gobierno agudizaron los esquemas de precarización laboral”, sintetiza el informe.
Y se añade también: “Tomando como referencia los datos del SIPA y el análisis de Campos citados anteriormente, se puede ver cómo los/as trabajadores/as monotributistas fueron los puestos laborales que crecieron en este primer año del gobierno de Milei. Los/as monotributistas siguen creciendo a paso firme, tanto los plenos como los sociales. En septiembre representaban el 21% de los/as ocupados/as registrados/as”.
Otro de los duros cuestionamientos tiene que ver con la desaceleración del proceso inflacionario, el cual se pone fuertemente en duda. “Al igual que el índice de crecimiento económico, el actual gobierno argentino y sus voceros ponen el foco en la política antiinflacionaria.” Y refiere “se celebra la reducción de los índices de precios al consumidor (IPC) de los últimos meses, los cuales darían la pauta de su desaceleración …”
“Sin embargo”, continúa: ”Los efectos del shock inflacionario de diciembre de 2023 y de la recesión afectó gravemente a quienes viven de ingresos fijos, trabajadores/ as, jubilados/as y perceptores/as de planes sociales. Y en el marco de la mencionada “desaceleración”, las clases populares no lograron recomponer los ingresos perdidos.
Agravamiento de los lazos de dependencia: El problema de la deuda externa
En uno de los apartados del informe se evidencia una gran preocupación por la política externa y sobre todo por los vencimientos de deuda de cara al año que viene. Durante el 2025 el gobierno deberá afrontar pagos de deuda equivalentes a u$s28.617 millones en concepto de su deuda nominada en moneda extranjera, para 2026 tendrá vencimientos por u$s19.011 millones y en 2027, por u$s23.114 millones.
“Estos pagos se destacan los sobrecargos por los préstamos con el FMI a los que sumarán desde 2026 los vencimientos de capital”, completan.
Pésimas proyecciones y horizonte a largo plazo
“Todos los datos mencionados consolidan el objetivo de reorganizar la sociedad argentina en beneficio del régimen del capital.”, expresa sobre el final el informe, y retoma: "Hemos mostrado el crecimiento de la pobreza y la indigencia, aún con registros a la baja que puedan mostrarse en un futuro cercano. Lejos está el país de un 4% de pobreza, registro de los años 70 del siglo pasado”.
Según la Federación Judicial Argentina, una de las claves operativas para poder llevar a cabo y poder consolidar este modelo productivo de desorden y hambre fue a través de la recesión, “un mecanismo inducido del ajuste para reducir los índices de inflación, una demanda social importante. El resultado es una mayor dependencia confirmando el papel del endeudamiento público como fuerte condicionante de política económica”.
Y concluyen: “El gobierno de Milei empuja la iniciativa global de la ultraderecha para darle perspectiva desde el capitalismo a la crisis mundial que se manifiesta como tendencia a la desaceleración económica, la exacerbación de la explotación de la fuerza de trabajo y la amenaza sobre la naturaleza desde un modelo productivo que privilegia la tasa de ganancia por sobre las condiciones de vida social y la propia naturaleza”.
“Se trata de una estrategia que fortalece sus objetivos locales para hacer realidad la restauración conservadora propuesta por la dictadura genocida, retomada en los ‘90 del siglo pasado y recientemente por el macrismo. La construcción de un horizonte alternativo es el camino que asume el movimiento sindical y popular en la crítica y resistencia al proyecto reaccionario del gobierno Milei”, finalizan.