El aumento de la desocupación desde que asumió Javier Milei la presidencia fue empujado por los despidos de trabajadores registrados. En los últimos meses, grandes conflictos como los de los empleados de la empresa Bridgestone –hoy en conciliación obligatoria por las suspensiones y despidos recientes –o lo que pasa en Tenaris Siat con el fin de centenares de contratos son ejemplos que la crisis laboral no distingue entre pequeñas y grandes empresas. Es más, en las firmas de mayor envergadura la situación se vive más intensamente, en especial aquellas vinculadas a la industria, junto a la construcción los sectores más castigados por la actual crisis. “El nivel de empleo, que había logrado desacoplarse de la caída del PIB en 2023, mostró en cambio en 2024 un retroceso incluso mayor que el de la actividad económica”, alertó al respecto un reciente informe del Centro CIFRA de la CTA de los Trabajadores, que afirmó que la información sobre empleo registrado “revela una continua destrucción de puestos en relación de dependencia hasta los meses más recientes”. Además, el combo explosivo se completa con un importante retroceso del salario real, que marca que las medidas libertarias están golpeando fuerte a los asalariados.
El trabajo del Centro CIFRA confirma una caída dela actividad económica en el 1° trimestre del año, con una disminución del 2,6 por ciento respecto al trimestre anterior y del 5,1 por ciento en términos interanuales. “En una economía que ya mostraba signos negativos desde septiembre de 2023, la recesión se profundizó debido a las medidas implementadas por el nuevo gobierno, especialmente la fuerte devaluación de la moneda y el drástico recorte en el gasto público”, analizó el reporte, al que tuvo acceso Data Gremial. “La importante caída en la construcción y la industria fueron determinantes para este desempeño, que implicó una pérdida de más de 655 mil puestos netos en el 1° trimestre en comparación con el último de 2023”, describió el informe. La mayor caída se verificó “entre los asalariados no registrados, que sólo en un trimestre se redujeron en 347 mil y explicaron más de la mitad de la pérdida total de puestos de trabajo”.
Ante esta destrucción de empleo, “la tasa de desocupación revirtió la tendencia de años anteriores y alcanzó el 7,7 por ciento. Además, se agregó, “la proporción de personas con más de un empleo superó el 10 por ciento, lo que puede interpretarse como una estrategia para intentar paliar la crisis de ingresos”. La información sobre empleo registrado revela “una continua destrucción de puestos en relación de dependencia hasta los meses más recientes”. Entre noviembre de 2023 y mayo de 2024, “el número de asalariados registrados se redujo en 175.700, lo que representa una caída del 1,7 por ciento”. En términos relativos, “la pérdida se concentró especialmente en el sector privado, con 123.100 trabajadores menos; pero también el sector público fue expulsor de empleo, con una disminución de casi 37 mil trabajadores”.
Algunos casos emblemáticos
En este tiempo, las medidas adoptadas por el gobierno no hicieron más que profundizar la crisis laboral, y desataron algunas de las situaciones más problemáticas. Empresas que hasta no hace mucho eran prósperas y no tenían mayores dificultades comenzaron a tener dificultades. Una de ellas es Tenaris Siat, del grupo multinacional Techint, que pasó de construirlos tubos para el Gasoducto Néstor Kirchner y trabajar tres turnos continuos a despedir a unos 160 contratados, por la paralización de las actividades. Según le confirmaron a Data Gremial desde la comisión interna de la UOM en la planta ubicada en la localidad bonaerense de Lanús, las cesantías “comenzaron a mediados de junio y se intensificaron en julio”, entre operarios que habían sido contratados para las tareas del gasoducto. “Como no hay actividad, se comenzaron a discontinuar estos trabajadores”, agregaron las fuentes consultadas, que marcaron que se llegaron a sumar 400 empleados, por lo cual quedan muchos “con su futuro incierto”.
Otro caso es el de Bridgestone, que está en su punto más tenso. Esta semana el Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires dictó la conciliación obligatoria, por lo que el gremio SUTNA desactivó las medidas de fuerza pensadas frente a la planta de Llavallol, en el partido de Lomas de Zamora. En este sentido, el gremio que lidera Alejandro Crespo informó en un acto realizado este martes “sobre la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo, y se anunció que dicho período será utilizado para aumentar la relación de fuerza de todos los trabajadores de Bridgestone y de todo el gremio, para luchar por los puestos de trabajo, las condiciones laborales, los salarios y los derechos de todos los compañeros del neumático”. El conflicto comenzó con el pedido de un Procedimiento Preventivo de Crisis por la firma, y la suspensión de la actividad de todo el personal, bajo el argumento de la baja del consumo. “Para que salgan triunfantes los trabajadores del neumático de esta compleja etapa se usarán todas las herramientas del sindicato, incluyendo su máxima expresión de fuerza y unidad que es la asamblea general del gremio”, dijo el gremio.
Pérdida salarial
La pérdida de puestos de trabajo se completa con un retroceso del salario real, que agrava aún más la realidad de millones de trabajadores. En este punto, el Centro CIFRA subrayó que los ingresos registrados “mostraron una estrepitosa caída tras la devaluación de diciembre de 2023”. Con el salto en la inflación, “los salarios perdieron rápidamente poder adquisitivo llegando a ser en enero de 2024, en promedio, un 15,5 por ciento inferiores a los de noviembre de 2023”. “La paulatina desaceleración de la inflación desde entonces permitió que, en el marco de las negociaciones paritarias, pudiese recuperarse parcialmente el poder adquisitivo salarial. Así, en junio de 2024 el salario promedio registrado quedó 9,8 por ciento por debajo del de noviembre de 2023”, admitió el reporte.
En tanto, la pérdida de empleo y la disminución de los salarios reales “están directamente relacionadas con la reducción del consumo, como se evidencia en diversos indicadores; situación que, a su vez, intensifica la recesión”. “La dinámica de los salarios registrados ha sido muy diferente para los sectores privado y público en los últimos meses. Mientras que para el promedio del sector privado tuvo lugar un incremento paulatino desde marzo posterior a la brutal caída postdevaluación, en el caso del sector público no ocurrió tal recuperación, de modo que los salarios continúan absolutamente deprimidos en su poder adquisitivo”, insistió la entidad. Así, en junio de 2024 “el salario real promedio del sector público se ubica 18,9 por ciento por debajo del nivel de noviembre de 2023, sin que se haya observado un cambio sustantivo en los últimos cinco meses”.
Dado que este proceso de caída salarial ocurre desde bajos niveles de remuneraciones, “cuando se realiza una comparación de mediano plazo se obtienen resultados muy negativos”. El último dato del salario medio registrado privado “lo ubica 26,4 por ciento por debajo de noviembre de 2015 mientras que el salario público está 41,2 por ciento por debajo del nivel de ese momento”. “En el escenario descripto de reducción de puestos de trabajo y muy fuerte disminución de los ingresos laborales reales, participación que las remuneraciones tienen en el Valor Agregado sufrió una fuerte disminución: Entre los primeros trimestres de 2023 y 2024 cayó del 48,3 al 45,0 por ciento, marcando nuevamente un retroceso en una tendencia negativa que se sostiene desde 2018”, concluyó el Centro CIFRA.