El ritmo creciente de la inflación hace que las paritarias se reabran casi todo el tiempo. Un claro ejemplo es lo que sucedió con los docentes universitarios, que negociaron en mayo adelantar los incrementos, y esta semana volvieron a abrochar un nuevo esquema de subas. Incluso en la provincia de Buenos Aires, los estatales sugirieron que haya una “paritaria mensual”, para evitar que los precios se disparen cada vez que hay que discutir los sueldos.
Este escenario parece que complicará la segunda mitad del año, que además estará cruzada por el proceso electoral.
Por eso, se pronostica una segunda mitad del año “de mucho movimiento”. Así lo adelantó un informe del Observatorio del Derecho Social, que analizó cómo se movieron las discusiones en los primeros meses del año, y trazó proyecciones para lo que queda del 2023.
En la caracterización de la entidad, que pertenece a la CTA Autónoma, se habla de paritarias marcadas por la “dispersión” por los porcentajes variados, cada vez más cortas y con un segundo semestre del año con pronóstico conflictivo.
El reporte del observatorio se basó en los datos oficiales de las negociaciones salariales en los primeros meses del año, que se vieron afectados por el incremento de la inflación, que luego de la baja de diciembre del 2022 se espiralizó, según los especialistas.
“Desde que se volvieron a instalar como un mecanismo de determinación salarial generalizado en 2006 nunca había habido tanta dispersión en los porcentajes de aumento y en los plazos de los acuerdos”, es el primer análisis que hace el informe, al que tuvo acceso Data Gremial.
Según se referenció, las paritarias firmadas hasta este momento tienen tres grandes modelos: “un poco más largos con aumentos entre el 45 y el 65 por ciento; trimestrales (primera tanda) con aumentos de alrededor del 20 por ciento; y trimestrales (segunda tanda) con aumentos superiores al 30 por ciento”.
Entre los primeros se encuentran los firmados por los trabajadores aceiteros (43,9 por ciento a partir de enero), bancarios (66 por ciento producto de dos acuerdos cortos), Sanidad (50 por ciento), entidades civiles y deportivas (48 por ciento), gráficos (50 por ciento) y desmotadores (65 por ciento). La revisión de estos acuerdos arranca en julio.
Los acuerdos trimestrales cortos con porcentajes más bajos, el segundo modelo descripto por el observatorio, “se firmaron cuando había alguna expectativa de contener la inflación”.
Cuatro ejemplos de estos son “pesos pesados” de las paritarias: comercio (19,5 por ciento), construcción (22 por ciento), metalúrgicos (18,8 por ciento) y petroleros (23 por ciento). Todos vencen a fin de este mes. En cuanto a la tercera fórmula de discusión salarial, “la tanda de acuerdos trimestrales subió los porcentajes”. Allí se encuentran los químicos (37 por ciento) y administración pública nacional. En los próximos meses volverán a negociar.
Cuarto modelo
Pero la inflación acumulada en estos meses –con el pico d abril –se alcanzó un 32 por ciento hasta abril. Si bien esta semana, cuando anuncie el índice de mayo que se cree estará por debajo del mes anterior, el primer semestre se perfila a una del IPC por arriba del 50 por ciento.
En ese contexto, a los tres modelos que expuso el Observatorio del Derecho Social puede sumarse un cuarto, que se viene configurando en varias negociaciones: la “paritaria mensual”. Esto fue expuesto por los gremios estatales bonaerense en su pedido al gobernador Axel Kicillof para que vuelve a reunir la mesa salarial. El reclamo lo hizo primero UPCN, y se fue extendiendo a todos los sectores.
Recogiendo este pedido, el sector disidente del gremio docente SUTEBA anunció para esta semana un paro de 48 horas, donde pedirá formalmente este nuevo esquema de negociación salarial. Así se lo confirmó a Data Gremial la dirigenta de Lanús de la Lista Multicolor Andrea Lanzette, que explicó que el pedido incluye “indexar las subas mensuales de acuerdo al IPC que mida el INDEC”. “La jornada de lucha incluye otras cuestiones, como las intimaciones del gobierno provincial contra docentes y directivos que se sumen a este u otro plan de lucha”, agregó.
Expectativas
En tanto, más allá de estos cuatro modelos, lo que queda claro es que la discusión que se viene, tanto para quienes deben definir acuerdos como para quienes deben revisar el impacto de la inflación, será difícil un acuerdo fácil, y la conflictividad aumentará, en medio del proceso electoral.
Para adelante, recalcó el informe, “seguimos en una dinámica muy inestable”. “La carrera de precios–salarios se acelera mes a mes y la segunda temporada de las paritarias 2023 está a punto de arrancar. Además, va a caer en pleno proceso electoral. Pronóstico de mucho movimiento”, concluyó el informe.
En el horizonte, hay varias negociaciones abiertas. Uno de los ejemplos es el de la UTA, que más allá del tema de los subsidios, que está en medio de la discusión y la entorpece, no hay acuerdo por la suba salarial, y el gremio que lidera Roberto Fernández tienen un paro nacional aprobado, que se viene evitando por la conciliación obligatoria, instrumento que evitó esta semana que parara otro sector clave del transporte público: los sindicatos ferroviarios.
En tanto, la Federación Trabajadores de Industrias de la Alimentación (FTIA) acordó un incremento salarial trimestral del 35 por ciento para los operarios del sector, luego de extensas semanas de negociación con los empresarios de la actividad en medio de un plan de lucha en fábricas y plantas alimenticias.
Las subas fijadas benefician a los trabajadores enrolados bajo convenio colectivo de trabajo 244/94 celebrado entre el gremio y la cámara empresaria FIPAA. Se trata de un entendimiento para el primer trimestre del periodo paritario 2023-2024. El aumento se abonara de la siguiente forma: 15 por ciento retroactivo a mayo, 9 por ciento en junio y 11 por ciento en julio. “Los porcentajes de incrementos detallados son sobre las escalas salariales vigentes a abril 2023, siendo no remunerativos solo a los efectos previsionales y debiéndose considerar para todos los ítems salariales calculados sobre el salario básico”, indicó el gremio que conduce Héctor Morcillo.