En la que fue su reaparición luego de sufrir un accidente cerebrovascular, Luis Barrionuevo prometió “volver con todo”. En el marco de una serie de reuniones con dirigentes de su gremio, el líder gastronómico despejó dudas respecto de su estado de salud, y adelantó que se iba a meter en la interna de la CGT. Y vaya que cumplió. A menos de dos meses de su internación, encabezó un acto donde reflotó junto con unos 40 sindicatos el llamado Movimiento Nacional Sindical Peronista, un espacio presentado en el 2022 por la conducción cegetista con el fin de participar de la interna del peronismo, pero que luego de diluyó en medio del caos interno que sacudió al extinto Frente de Todos. Pero Barrionuevo tomó la manija de este instrumento, y comenzó a llamar a dirigentes de todos los subgrupos de la central obrera, y consiguió un armado donde hay varias organizaciones de peso dentro del entramado de la CGT.
El lanzamiento se hizo bajo una premisa general: Apoyar la estrategia de la mesa chica de la entidad en relación al gobierno de Javier Milei. Esto es clave en momentos que la renuncia de Pablo Moyano al triunvirato genera versiones de una posible ruptura, y agita el fantasma de un nuevo armado, al estilo del ex MTA de los años 90.
El relanzamiento del Movimiento Nacional Sindical Peronista fue encabezado por Barrionuevo en la sede del Sindicato de Obreros de Maestranza de la República Argentina (SOMRA), y según los organizadores reunió a más de 40 gremios de la CGT.
En momentos que la salida de Pablo Moyano del triunvirato generó versiones de un nuevo armado por fuera de la central obrera, el movimiento avanza en la dirección contraria: quiere ser un partido político al servicio de la dirigencia gremial. “Nos vamos a constituir como un partido político de los trabajadores, para apoyar la estrategia de la conducción de nuestra CGT”, le dijo a Data Gremial un dirigente presente en el acto de esta semana.
La idea es “potenciar este armado sindical más allá de la interna, y pasar formalmente a ser un instrumento político”, según se explicó. En la cumbre hubo representantes de los dos grupos fundamentales que forman hoy la mesa chica de la central obrera. Por los “gordos” estuvieron representantes del gremio de Comercio y de UPCN, mientras que por los llamados “independientes” hubo gente de la UOCRA y del sindicato de la ex Obras Sanitarias.
Según se informó, en esta reunión Barrionuevo propuso “la adhesión y el apoyo al dialogo tripartito de la CGT que están llevando a cabo”. De esta forma, el futuro partido aparece como un “brazo político” de la central obrera, en especial de su espacio dialoguista. “Este lanzamiento marca un paso importante en la consolidación del movimiento, y responde a la necesidad de unificar y articular las voces de los trabajadores en el escenario político nacional”, señalaron fuentes de la organización.
“El Movimiento Nacional Sindical Peronista reafirma su compromiso de trabajar por los derechos de los trabajadores y de construir un espacio que represente sus intereses en un contexto donde la unidad y la solidaridad son más necesarias que nunca”, reforzaron. En la cumbre hubo presencia de los gremios “díscolos” del transporte, La Fraternidad y la UTA, que hace poco rompieron con la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT). Pese a haberse sumado a la Mesa nacional del sector que lanzó Pablo Moyano, el líder de los maquinistas Omar Maturano estuvo presente en la cumbre barrionuevista. Además, hubo presencia de dirigentes textiles, panaderos, judiciales, perfumistas, del tabaco, UTEDyC, químicos, guincheros, guardavidas, carga y descarga, viajantes, aguas gaseosas, SUETRA, entre otras.
Antecedentes
El nuevo intento de crear un espacio político vinculado a la CGT no es el primero desde que José Ignacio Rucci lanzó sus 62 Organizaciones Peronistas, hoy fragmentadas por la disputa interna y sin peso dentro de la estructura de Azopardo. El propio Movimiento Nacional Sindical Peronista que presentó Barrionuevo esta semana aparece como una versión un tanto reducida a la que se mostró el 17 de octubre de 2022, cuando toda la dirigencia cegetista estuvo presente en su primer acto forma como espacio. “Decidimos crear un espacio político para estar presentes en cada uno de los debates que necesita la Argentina”, dijo desde el escenario aquel día uno de los tres cotitulares de la CGT y dirigente del gremio de la Sanidad, Héctor Daer.
En esos momentos, con el Frente de Todos implosionado, los gremios intentaban ganar terreno en la interna del PJ, que se dividía esquemáticamente entre quienes respaldaban al entonces presidente Alberto Fernández y quienes se referenciaban en la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. “Que no se piensen que va a ser con el cuero de los trabajadores y trabajadoras. No lo va a permitir el movimiento obrero organizado, ni tampoco lo va a permitir el peronismo”, remarcó Daer, y agregó que no está interesado en “romper ningún frente”, en alusión al oficialismo.
El dirigente de la Sanidad añadió que “no queremos romper el peronismo, pero sí queremos un peronismo de trabajadores y trabajadoras”. La idea era ser parte de la discusión del futuro espacio, y tener participación en las listas, pero todo se fue quedando en la nada. La pelea termino con la candidatura de Sergio Massa, y si bien el movimiento obrero fue uno de las principales referencias en su campaña no logró el peso deseado en las candidaturas, en todos los niveles.
Interna saldada
En tanto, la presentación de este movimiento pone otra vez a Barrionuevo como protagonista del futuro de la central obrera, espacio que había abandonado hace un tiempo. Luego de ser parte de la unificación del 2016 –dejando a Carlos Acuña como el representante de su CGT Azul y Blanca como representantes en el triunvirato –el gastronómico se corrió a un costado en desacuerdo con el apoyo de la central obrera al gobierno de Alberto Fernández. Además, su disputa con su ex cuñado Dante Camaño por la conducción de la seccional CABA del UTHGRA escaló en el plano sindical y judicial, lo que lo alejó de otras cuestiones. Hace unos días, casi al mismo tiempo que volví al ruedo en la política cegetista, inauguró una subsede del gremio en el barrio de Belgrano, lo que se interpretó como “el fin de esa interna”.
“Hace tres años Luis Barrionuevo tomó la decisión política de transformar el sindicato gastronómico de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y darles a los afiliados todos los servicios y beneficios que durante años la gestión de Dante Camaño les había negado”, informaron desde su entorno, en un comunicado de prensa. En el mismo destacaron que esta subsede “se suma al plan de obras iniciado y que ya cuenta en su haber con centros de atención médico Lima, centro odontológico y oftalmológico, nuevas y modernas oficinas y una gran cantidad de beneficios y servicios”.
Barrionuevo encabezó el acto de inauguración junto al interventor Miguel Haslop, y el candidato de la Lista Azul, Humberto Ballhorst. “Esto es un sueño para uno de los gremios más importantes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y esto tuvimos que hacerlo nosotros, tuvo que hacerlo un interventor. Acá hay un cuerpo enorme de delegados, muchas ganas de trabajar y crecer”, sostuvo el titular del gremio a nivel nacional, que cerró: “Acá es donde tenemos que hacer la apertura, con más delegados, más compañeros, más escuelas, más capacitación, eso nos va a fortificar. Estoy orgulloso porque crecemos”.