El acto que encabezó Cristina este jueves en Plaza de Mayo expuso otra vez la grieta en el movimiento obrero: dirigentes y militantes de gremios afines al kirchnerismo se hicieron presentes en una concentración que buscó posicionar a la expresidenta nuevamente como la gran electora del oficialismo.
Sobre el escenario en que la Vicepresidenta dio un discurso de casi una hora estuvieron presentes dirigentes como Sergio Palazzo (Bancarios), Hugo Yasky (CTA de los Trabajadores), Carlos Ortega (SECASFPI), “Paco” Manrique (SMATA) y Abel Furlán (UOM), entre otros. En la plaza hubo banderas de los trabajadores del cuero referenciados en el ministro bonaerense Walter Correa, en la seccional opositora de la UTA “Juan Manuel Palacios", de UTEDYC, entre otras.
No hubo movilización ni de Camioneros que, con un virtual desplazamiento de Pablo Moyano, que venía interactuando con Máximo Kirchner y sus gremios aliados, dejó se sumarse a las marchas del pan-kirchnerismo con su Frente Sindical como tal. Aunque ayer estuvo presente a título personal y acompañado de algunos dirigentes de ese armado sindical como Pablo Flores (AEFIP) y Graciela Aleñá (Viales).
También estuvieron presentes dirigentes de la otra CTA, la Autónoma. Asistieron su secretario general, Hugo "Cachorro" Godoy, y el adjunto, Ricardo Peidro.
Los grandes gremios de la mesa chica de la CGT -como era de esperarse- decidieron no sumarse a la conmemoración por los 20 años de la asunción de Néstor Kirchner a la primera magistratura.
Testimonios sindicales
Bajo una persistente lluvia, Yasky, al ingresar a la carpa VIP montada detrás del escenario, dijo a este medio que confiaba que Cristina pudiera “ordenar” la oferta electoral del Frente de Todos.
En tanto, Ortega, del gremio de los trabajadores de la Anses, hizo un balance de la marcha al considerar que “este 25 de mayo los trabajadores volvimos a ratificar que las calles son nuestras”.
En este sentido, el jefe gremial aseguró que “como dijo Cristina, es una tarea militante de cada uno, desde su lugar, poner en claro de qué lado estamos, qué país queremos, con claridad y sin distorsiones”. Además, abogó por seguir el consejo de la exmandataria y construir “también un modelo de país con redistribución de la riqueza y recuperar la senda que supimos transitar durante esos maravillosos 12 años de gobierno kirchnerista”.
Lo cierto es que el multitudinario acto si bien afianzó el rol de la exmandataria en el futuro armado electoral del oficialismo, sembró dudas sobre cuál va a ser la postura del movimiento obrero organizado de cara al cierre de listas del 24 de junio próximo.
No estuvo presente ningún dirigente pesado de la mesa chica de la central obrera de calle Azopardo en ese estrado.
Sí la CGT utilizó sus canales oficiales para emitir durante la jornada un comunicado en el que cuestionó a los formadores de opinión y “plataformas” informativas que cuestionan las paritarias como forma de negociación colectiva. Fue en respuesta a una crítica emitida en el canal de noticias del Grupo Clarín TN a la paritaria que encabezó el bancario Palazzo, que logró un 66% de aumento hasta julio próximo, cuando habrá una nueva jornada de revisión. Fue el único gesto hacia un aliado a la Vicepresidenta que, en un tramo de su discurso, pidió que se paguen “buenos salarios que no es ningún pecado, es de buenos cristianos” hacerlo. La expresidenta recordó que en 2015 Argentina tenía el mejor salario mínimo de Latinoamérica, medido en dólares, y que la participación de los trabajadores en el PBI alcanzaba a un 51%.