En la campaña electoral del pasado balotaje, la educación pública tuvo un mensaje inequívoco: rechazar las propuestas educativas de Javier Milei. La Libertad Avanza trae en su plataforma electoral una serie de propuestas para el sector que incluyen limitar el derecho a huelga –a través de la declarar esencial la actividad –reformar el estatuto docente y crear un sistema de becas que reemplace la gratuidad actual.
Para las universidades, plantea el arancelamiento, lo que movilizó en su contra a toda la comunidad, desde estudiantes y docentes hasta rectores y funcionarios. Por eso triunfo del libertario dejo en shock a todos los actores, y pasada esas primeras horas de sorpresa, ya comenzó a organizarse la resistencia.
A menos de una semana, la dirigencia sindical comenzó a reunirse y en algunos casos, como paso con la CONADU, se declaró el estado de “alerta y movilización”, atentos a las primeras medidas del futuro gobierno.
En su plataforma electoral, Milei propone para la educación pública una fuerte transformación, a partir de los vouchers, que financia la demanda. “Las universidades públicas tendrán que arancelar la enseñanza y reestructurar su oferta académica para adecuarse a la demanda del alumnado, tal como lo hace cualquier universidad privada”, explicaron.
Por eso el sector se plató ante estas propuestas, y se prepara la resistirlo a partir del 10 de diciembre. “Esperaremos a ver cuáles son las primeras medidas que se tomen por parte de la nueva gestión, hasta hora no sabemos ni siquiera quien será el responsable de educación”, afirmó Daniel Ricci, titular de la Federación de Docentes de las Universidades (FEDUN).
En diálogo con Data Gremial, el dirigente remarcó que “nos preocupa muchísimo la desaparición del Ministerio de Educación, como el de Trabajo y ciencia y Tecnología, que para nosotros son fundamentales para cualquier política”. Sobre las propuestas de la plataforma electoral del espacio, Ricci volvió a rechazar “los vouchers y todo instrumento que tienda al arancelamiento de la educación superior y en todos sus niveles”.
Pese a que los primeros indicios de la gestión libertaria son alarmantes para los trabajadores en general, Ricci trató de ser cauto, ya que planteó que “hay que ver cómo van evolucionando los acontecimientos, veremos quién serán los responsables de llevar a delante las políticas educativas”.
Lo que está claro, subrayó el líder de FEDUN, es que “vamos defender los derechos laborales y salariales de los trabajadores docentes universitarios, y obviamente la educación pública en general y universitaria en general, entendiendo que es el mejor elemento de igualación social”. La idea del gremio es realizar una declaración en esta dirección en el próximo congreso nacional, que tendrá lugar el 12 de diciembre, a pocos días de que asuman las nuevas autoridades. “Seguimos orgullosos de nuestras universidades públicas, gratuitas e inclusivas, y seguiremos defendiendo esto y los derechos laborales de los docentes, con todos los gobiernos”, insistió Ricci.
Derechos adquiridos
En la previa a la segunda vuelta, los distintos gremios universitarios plantearon sus posturas y rechazaron las ideas privatizadoras. En este sentido, la CONADU Histórica realizó un plenario de delegados donde elaboró un documento que explicita esa postura.
En el mismo, se rechaza “de manera categórica las plataformas electorales que impulsan la destrucción de lo público, con el sistema de arancelamiento y vouchers para la universidad, la escuela y la salud, el traspaso al CONICET a manos privadas, la vuelta al sistema de jubilación privada, el reemplazo de las indemnizaciones por el sistema de auto-indemnización con libreta de desempleo, etc.”. Para el gremio estos son planteos que “nos retrotraen a la década del ‘90 cuando se pretendió instrumentar un proceso de mercantilización de las universidades públicas y al sistema científico estatal”, y recordaron que esos planes “fueron enfrentados con enormes luchas de la comunidad educativa las cuales lograron frenar el arancelamiento y la privatización de la educación y la investigación”.
“Nosotros nos preparamos para defender la educación pública, el derecho a la educación y para defender los derechos de la docencia universitaria”, adelantó Luis Tiscornia, dirigente de la CONADU Histórica. Ante la consulta de Data Gremial, el ex titular del gremio aseguró que “está claro que las ideas y propuestas de Milei y el nuevo gobierno son contrarias a eso, por lo tanto nos preparamos para lo que pueda pasar”. Como en FEDUN, en la entidad consideran que “hay que ver las medidas concretas que van tomando, e ir opinando sobre ellas una vez que se produzcan”. “El presidente electo dijo que la educación pública no se va privatizar, y que el ajuste lo va a pagar la casta política y no la gente. Bueno, eso es lo que vamos a exigir: que no se afecten los salarios, que no pierdan contra la inflación, que no se afecten los derechos adquiridos, todo eso no puede ser acosta de recesión”, recalcó Tiscornia.
Estado de alerta
En tanto, el gremio mayoritario decidió seguir los pasos otros sectores, como los estatales, y declarar el “estado de alerta y movilización”. Se trata de la CONADU, la organización sindical que conduce Carlos De Feo, que tomó esta medida a través de una declaración pública. “Hacemos manifiesta nuestra profunda preocupación por las consecuencias que pudieran derivarse de la llegada al gobierno de una fuerza política que ha sostenido, en sus propuestas y en las declaraciones públicas de sus referentes, un agresivo desprecio por la universidad pública”, expresó la entidad. En ese sentido, advirtió por “un programa que se propone reducir las funciones del Estado que tienen por objeto promover y proteger derechos fundamentales de la población”.
Al respecto, la CONADU consideró “alarmante que se anuncie el desguace o la desjerarquización de áreas del Estado como los Ministerios de Educación; de Ciencia, Tecnología e Innovación; de Salud; de Trabajo; de Desarrollo Social; y de Mujeres, Género y Diversidad”. “La voluntad popular se ha expresado democráticamente en las urnas. El respeto a la decisión de la mayoría no nos exime, sin embargo, del deber de advertir que la reivindicación de los derechos conquistados y la exigencia del pleno respeto de las garantías constitucionales es consustancial a la vida democrática”, sostuvo la entidad sindical.
En ese sentido, CONADU remarcó que “la libertad sindical y la negociación colectiva, la libertad de asociación y el derecho de huelga, la libertad de expresión y de cátedra son derechos fundamentales consagrados a nivel nacional e internacional que no pueden ser conculcados en el orden democrático”. Ante lo expuesto, la organización convocó a la docencia universitaria “a mantenernos en alerta y a fortalecer nuestras organizaciones”.