En múltiples reuniones realizadas en durante las vacaciones de inviernos, los gremios de docentes y nodocentes universitarios analizaron la realidad del sector, cruzada por la histórica pérdida salarial que sufren los salarios y el ajuste delos recursos que ejecuta el gobierno nacional, como parte del plan motosierra. En estos encuentros, la dirigencia alertó que sin una respuesta a sus reclamos “no está garantizado el reinicio de clases”. Pero desde la secretaria de Educación no realizaron ningún esfuerzo para encontrar un canal de diálogo, y se llegó a esta instancia sin novedades. Por eso, luego de una reunión realizada este martes, el Frente Sindical de Universidades Nacionales resolvió “reactivar el plan de lucha”, y confirmar el no inicio del segundo cuatrimestre del ciclo lectivo 2024. Es que se decidió realizar el próximo 12 de agosto con un paro de 24 horas más otros dos días con “cese de actividades”, previstos para el 20 y 21 del mismo mes. Si bien hay algunos contactos informales, hay malestar por la falta de diálogo con las autoridades del sector, en especial el titular de la subsecretaría de Políticas Universitarias, que versiones indican podría dejar su cargo por una interna en el oficialismo.
El nuevo paro del Frente Sindical de Universidades Nacionales se confirmó luego de un debate del espacio, que aglutina a docentes y nodocentes de la educación superior. Según informó la Federación de Docentes de las Universidades (FEDUN), se resolvió “el no inicio del segundo cuatrimestre con un paro de 24 horas para el día 12 de agosto y la realización de dos jornadas de protesta más con cese de actividades los días 20 y 21 del corriente”. También se decidió “peticionar a los/as rectores/as de las distintas casas de estudio la declaración de emergencia salarial en todas las universidades públicas y participar del plenario del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), que tendrá lugar en La Pampa el próximo 30 de agosto, en donde, en caso de no recibir una respuesta favorable, se definirá la fecha para una próxima marcha universitaria”. La idea es lograr que si no se consigue un compromiso de discusión con las autoridades, se fije una nueva fecha para marchar junto a la comunidad educativa, como pasó el 24 de abril, cuando cerca de 600 mil personas según los cálculos copó Plaza de Mayo y sus alrededores, para rechazar el “brutal ajuste” contra las universidades.
“El día 12 de agosto no se van a iniciar las clases en todas las universidades del país, a partir de un paro que convocamos los trabajadores docentes y nodocentes”, confirmó Daniel Ricci, titular de la FEDUN. El dirigente alertó que desde que Javier Milei es presidente “perdimos más del 50 por ciento del poder de compra de nuestros salarios”. Durante los siete meses de gestión libertaria, remarcó Ricci, “se produjo esta pérdida, la más grande de la historia”. “Luego de la marcha del 23 de abril, donde toda la sociedad se expresó a favor de las universidades, tuvimos una reunión con la ministra Sandra Pettovello, a partir de la cual, hasta el día de hoy, no hemos tenido ninguna respuesta”, aseguró. Para Ricci, esta situación “nos parece una falta absoluta de respeto y consideración por parte de la funcionaria y del gobierno, ante la durísima situación salarial que atravesamos las y los trabajadores de las universidades de todo el país. Por eso retomamos el plan de lucha con estas medidas, para la recuperación de nuestros ingresos”.
Negociaciones
Durante la discusión sobre el próximo paro, los integrantes del frente destacaron que la pelea por los salarios va en paralelo con el tema de los fondos recordados, ya que en muchos casos los recursos que llegan son casi exclusivamente para el pago de los sueldos. En este sentido, desde la FEDUN reafirmaron su compromiso “con la defensa de los salarios y de la universidad pública, gratuita y de calidad”, y marcaron: “Sin salarios dignos, no hay universidad de calidad”. En este tiempo, no hubo mayores contactos con el equipo de Alejandro “el galleguito” Álvarez, subsecretario de Políticas Universitarias nacional, apuntado por los gremios como uno de los responsables de la actual situación que se vive.
Fuentes del Frente Sindical consultadas por Data Gremial recordaron que el funcionario comenzó con un “fuerte ataque” al sector, marcando que nunca hubo una intención real de diálogo. “Las versiones indican que Álvarez dijo al asumir ‘vengo a hacer mierda a las universidades’, y está cumpliendo”, afirmaron las fuentes consultadas. en este sentido, recordaron que para la semana del 12 de agosto “hay intenciones de tener algunos encuentros informales con gente de Capital Humano o de Educación, para intentar abrir un diálogo”. Además, se podría sumar algún vocero del Ministerio de Economía, que son quienes tienen “la última palabra” respecto a loa posibilidad de dispones de más fondos. Pero incluso si se concretan estas charlas, en el frente no creen posible levantar la medida, ya que la postura del gobierno es muy rígida al respecto.
Rumores de cambios
En este contexto, sorprendió que versiones periodísticas hablaran de la salida de Álvarez del gabinete nacional. Considerado un libertario “de primera hora”, su posible salida no está vinculada a la desastrosa gestión de la educación superior, o el malestar manifiesto de toda la comunidad. Está más bien vinculado a una pelea en el oficialismo. Según los rumores periodísticos, no cuenta con el aval de la ministra Sandra Pettovello, su superior. Pero el secretario de Educación, Carlos Torrendell, lo sostiene. Además, en la interna libertaria, Álvarez está bajo el ala del grupo de funcionarios protegidos por Santiago Caputo, hoy uno de los más cercanos al presidente.
El “galleguito” Álvarez, hijo del histórico dirigente peronista el “gallego” Álvarez. Los rectores piden cada vez que pueden que sea corrido de la escena, y lo acusan de atacar a las universidades nacionales en redes sociales, un típico comportamiento libertario. En este contexto, el funcionario es apuntado como el responsable del ajuste brutal al sector. Según el trabajo del Instituto de Estudios y Capacitación (IEC-CONADU), en los primeros seis meses de 2024 “las universidades nacionales recibieron del Estado 1.351.829 millones de pesos, esto es un 152,8 por ciento más que lo que obtuvieron en los primeros seis meses del año pasado”. Sin embargo, destacó el análisis, “esa variación queda muy rezagada frente al promedio interanual de inflación, que alcanzó los 276,4 puntos”. En otras palabras, “en la primera mitad del año, el financiamiento universitario quedó 123,6 puntos por debajo de aumento de precios”.