El Ejecutivo logró cerrar el primer tramo de la paritaria de los estatales nacionales no sin polémica: abrochó un alza del 33% hasta agosto próximo con el aval de UPCN pero con el rechazo de ATE, que consideró “insuficiente” a la propuesta y anticipó una medida de fuerza para el primera quincena de junio.
El tironeo arrancó el último lunes al mediodía cuando el presidente Alberto Fernández decidió cerrar la negociación convocando a su despacho a una sola de las partes, el mayor gremio estatal. Así la foto rubricada con la ministra de Trabajo, Kelly Olmos, el jefe de gabinete, Agustín Rossi, el secretario de Hacienda, Raúl Rigo, y el propio Andrés Rodríguez (UPCN), terminó cerrando la primera parte de una negociación que se asume compleja por la alta inflación y el año electoral en curso.
Los detalles del aumento
Según lo acordado en el primer piso de la Casa Rosada y rubricado esta tarde en la sede ministerial de Callao 114, se fijó un alza acumulativa (toma del salario de mayo) del 33% para los próximos tres meses, distribuido de la siguiente manera: 7% en junio, 11% en julio y 12% en agosto, con una revisión prevista en septiembre próximo.
Lógicamente en ATE salieron a protestar por no haber sido tenidos en cuenta y por considerar que los porcentajes acordados no logran compensar la suba desproporcionada en los precios. Y, en privado, aseguran que más allá de estas diferencias también influye lo político: la cúpula de la CTA Autónoma había estado en el escenario el jueves 25 de mayo acompañando a Cristina Kirchner.
Críticas "picantes"
“Parece ser que el presidente Alberto Fernández ha decidido clausurar la paritaria y definir los aumentos por decreto, reuniéndose con su sindicalista amigo”, fustigó Hugo “Cachorro” Godoy, titular de ATE, en referencia al también secretario adjunto de la CGT.
En este sentido, el también titular de CTA A. sostuvo que “la paritaria estatal queda desdibujada y devaluada por el propio presidente de la Nación, que es el que debería ponerla en valor, para democratizar el Estado y no encaminarnos hacia ningún tipo de autocracia”.
Es que el jefe gremial considera que las cuotas pactadas “siguen corriendo detrás de la inflación y no permiten recuperar lo que perdimos en la última reunión paritaria, que ATE también rechazó” y auguró una pérdida en el poder adquisitivo para junio próximo “porque lejos va a estar el aumento de una inflación que en mayo nomás va a estar en alrededor del 10%, y que todo indica que va a seguir aumentando” al no disponer el Ejecutivo medidas que vayan en contra de las disposiciones del entendimiento con el FMI que, por ejemplo, Cristina ha indicado que es “es inflacionario”.
Ante el conflicto desatado por la paritaria estatal, ATE anunciará este miércoles en el congreso extraordinario que tendrá en Ensenada, un estado “de asamblea permanente” como paso previo a un paro nacional que prevén realizar, en conjunto con la CTA Autónoma, durante la primera quincena de junio.
La filial del Indec del gremio, en tanto, consideró “difícil” la situación de los estatales al estimar que “el salario de referencia de diciembre 2015 ($10.191), actualizado a pesos de abril de 2023 debería de ser $220.956 y no los magros $136.510 (no incluye la suma fija de $ 4 mil, según la grilla salarial del SINEP de abril pasado). En el periodo de referencia (dic/2015 a abril/2023) la pérdida del poder adquisitivo de nuestros ingresos, para el caso testigo, es de un 36,4%”.