Si bien falta casi un año y medio para las elecciones en el Sindicato Único de Trabajadores del Estado de la Ciudad de Buenos Aires (SUTECBA), se sabe que su mandamás, Amadeo Genta, anunció su retiro tras 41 años al frente de la organización. Por tal motivo el juego de la sucesión ya está abierto y esta semana que terminó hubo una señal contundente que puede leerse en ese sentido: la fuerte convocatoria de su hijo y actual número 3 del gremio, Emiliano Genta, a los municipales porteños para que participen del paro general del 9M.
Es que al Secretario Gremial se lo suele ver enfocado en la actividad sindical del SUTECBA pero no es frecuente observarlo pronunciarse con tal grado de exposición sobre temas de la agenda pública. En un comunicado que reflejó Data Gremial, Emiliano Genta había llamado a los municipales porteños a “sumarse activamente” a la medida de fuerza organizada por la CGT, ya que -aseguró- los derechos de los trabajadores “se encuentran seriamente en peligro”.
El documento además alertaba sobre el “grave retroceso” que implicaría en materia de estabilidad laboral la aprobación de la Ley Bases y el daño que la ocasionaría a las mujeres la eliminación de la moratoria previsional. Tal pronunciamiento inevitablemente despertó el avispero interno y empezó a mover las fichas de cara a la sucesión de quien conduce SUTECBA desde el regreso de la democracia. Toda una situación inédita.
La radiografía del SUTECBA
Hay un dato de la realidad que no es menor: Emiliano Genta es también presidente de la Agrupación Azul y Blanca, la fracción mayoritaria del oficialismo (algo así como el 80% de la militancia orgánica).
Todo esto complicaría el panorama para el referente de la minoritaria Agrupación Azul “Patricio Datarmini”, Alejandro Amor, quien desde que asumió como Secretario Adjunto a fines de 2021 viene intentando instalar en la CGT y en ámbitos políticos que él está encarando una “transición” para suceder a Amadeo Genta.
Problemas para el eterno aspirante
A Amor esta novedad se junta con el desgaste que viene sufriendo por su gestión como titular de la obra social de los municipales porteños ObSBA.
Sucede que los reclamos de los afiliados por el mal funcionamiento de las prestaciones de la obra social le están generando un más de un dolor de cabeza al dirigente, que pensaba que a esta altura iba a tener todo mejor encaminado.
Las cartas ya están echadas. Será cuestión de observar cómo se irán sucediendo las jugadas de acá a las elecciones.