Pese a las quejas de la comunidad educativa, que se materializaron en la multitudinaria marcha en CABA de abril pasado, el ajuste del gobierno sobre las universidades se sigue profundizando, al punto que el mes pasado se “pisaron” pagos por millones de pesos. Según las versiones, el Ministerio de Economía dejó de pagar una serie de recursos para sostener el superávit del mes pasado, una estrategia que se utilizó durante todo este año para lograr es supuesto equilibrio fiscal. Esto aumenta el descontento en el sector, que se pueden ver en las dificultades que tiene muchas casas de estudio para cumplir con sus obligaciones. El ajuste sobre la educación superior es el “más grande en décadas”, marcó un reciente informe, que además aseguró que en los primeros seis meses del año, los recursos girados por Nación están 124 puntos por debajo de la inflación interanual. A esto se le suma el malestar que hay entre los trabajadores docentes y nodocentes por la falta de paritarias. Esta semana, la secretaria de Educación cerró un nuevo aumento unilateral, que profundiza la pérdida salarial. Esto empuja a los gremios a un inminente plan de lucha, que incluiría el no inicio de clases el segundo cuatrimestre.
El ajuste sobre las universidades pública sigue su curso, pese a las quejas y algunos acuerdos individuales, como el conseguido por la UBA. El plan motosierra mantiene al sector bajo la lupa, como pasó en junio con algunas partidas que no fueron giradas “por problemas administrativos”. Esto golpea más los escuálidos recursos de las universidades, que un estudio marca están 124 puntos por debajo de la inflación en la primera mitad del año. Según el trabajo del Instituto de Estudios y Capacitación (IEC-CONADU), en los primeros seis meses de 2024 “las universidades nacionales recibieron del Estado 1.351.829 millones de pesos, esto es un 152,8 por ciento más que lo que obtuvieron en los primeros seis meses del año pasado”. Sin embargo, destacó el análisis, “esa variación queda muy rezagada frente al promedio interanual de inflación, que alcanzó los 276,4 puntos”. En otras palabras, “en la primera mitad del año, el financiamiento universitario quedó 123,6 puntos por debajo de aumento de precios”. Si se toma por ejemplo el último mes considerado (junio), las casas de estudio “perdieron incluso más en relación a la inflación”. En esos 30 días, “recibieron poco más de 364.800 millones de pesos –solo un 106,3 por ciento sobre junio de 2023, frente a una inflación de junio a junio de 271, por ciento, lo que constituye un atraso de 165,2 puntos por detrás de ese índice”.
La educación superior fue uno de los sectores más golpeados por la “motosierra” del presidente Javier Milei y su ministro Luis “Toto” Caputo, que solo incrementaron en un 1,6 por ciento el presupuesto del sector durante los primeros seis meses. “Esa escasez hizo que el nivel de ejecución sea casi completo, lo que augura que será imposible afrontar las necesidades de las universidades en lo que queda del año”, alertó el informe del IEC, al que tuvo acceso Data Gremial. Además, el informe detalla los diferentes flancos sobre los que se descarga el ajuste. Por ejemplo, “se redujeron a cero las transferencias de otras jurisdicciones que no sean el Ministerio del Capital Humano (es decir, por donde pasan los fondos de la Subsecretaría de Políticas Universitarias); se ajustaron en miles de millones los montos dedicados a Actividades de Ciencia y Técnica, Institutos Tecnológicos, Proyectos Especiales y Hospitales Universitarios y los fondos para becas tuvieron una caída real de nada menos que el 61 por ciento, entre otros guarismos”. De persistir esta tendencia, al concluir el año “se habrá destinado a la educación universitaria tan solo el 0,24 por ciento del Producto Bruto Interno, el valor más bajo de las últimas décadas (a título ilustrativo: en los últimos años estuvo en torno al 0,70 por ciento)”.
Cuestión salarial
A esta situación con el presupuesto se le suma la falta el malestar delos gremios por situación de los salarios del sector. Docentes y nodocentes vienen reclamando que la pérdida en los ingresos es la “más importante de la historia”, y en estos meses ya alcanzó el 50 por ciento. Esto se profundiza porque en muchas universidades más del 80 por ciento de los recursos se usan para el pago de haberes, que no pueden ser afrontados con el actual ajuste. Esta semana, la secretaría de educación cerró un nuevo aumento unilateral, sin convocar a paritarias. Según confirmaron desde el Frente Sindical de Universidades Nacionales, la subsecretaría de Políticas Universitarias firmó una resolución mediante la cual “se aprueba el pago de un 4 por ciento de incremento sobre el salario de julio para docentes y no docentes”.
“El gobierno nacional decidió unilateralmente dar un incremento del 4 por ciento para los trabajadores docentes universitarios. “Otro mes sin negociación paritaria y nuestro salario continúa deteriorándose, como viene sucediendo desde que Milei es presidente”, denunciaron desde la Federación de Docentes de las Universidades (FEDUN) luego de conocerse la medida. De esta forma, agregaron, se consolida la pérdida salarial: “Este 4 por ciento no recupera nuestro salario, por el contrario, sostiene la pérdida del 50 por ciento”. Por eso, vienen exigiendo que se vuelva a llamar a paritarias para acodar una recuperación “urgente”, para evitar problemas con el normal inicio del segundo cuatrimestre. “La docencia universitaria y preuniversitaria intensificará las medidas que paren la universidad pública para defenderla, pues sin salarios dignos no puede sostenerse la universidad abierta”, recalcaron.
Medidas de fuerza
En este sentido, entre los integrantes del Frente Sindical de Universidades Nacionales viene creciendo la idea de medidas de fuerza a partir del 12 de agosto, cuando deben volver las clases. En varios encuentros de delegados y dirigentes que se hicieron en estos días apareció la posibilidad de no iniciar directamente el cuatrimestre. “Desde FEDUN sostenemos que es fundamental la unidad en la continuidad del plan de lucha tanto con las otras expresiones gremiales como con los nodocentes y con los estudiantes”, le dijeron a Data Gremial fuentes de la entidad que lidera Daniel Ricci. Por esto, las fuentes recalcaron que “cualquier medida que se tome, además de ser analizada por plenario, va a tener que ver con eso”. Sobre el no inicio de clases, hay dudas respecto “que se pueda sostener en el tiempo, pero si se podría realizar un paro coordinado con movilización”.
Desde FEDUN afirmaron que cualquier medida de fuerza se tomara en consenso con los integrantes del Frente Sindical. En ese espacio, se está trabajando para intensificar el plan de lucha. A comienzos de mes, luego de reunirse con los integrantes del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) se emitió un duro documento donde se afirmó que “sin salarios dignos no hay universidad”. Algunos gremios, como la CONADU Histórica, ya tuvieron plenarios nacionales donde debatieron la profundización de las medidas de fuerza, incluyendo el no inicio de clases. En lo que coinciden todos los integrantes del frente es en criticar la falta de diálogo de la gestión libertaria, que empuja a la profundización del plan de lucha.