Durante la campaña electoral, la dirigencia municipal se mostró cercano a los candidatos del oficialismo, tanto a nivel provincial como nacional. Más allá de los reclamos por las condiciones en las que están los empleados de las comunas, tanto la Federación de Sindicatos Municipales Bonaerenses (FEIMUBO) como la Confederación de Trabajadores Municipales (CTM) se reunieron con Axel Kicilllof y Sergio Massa, y llamaron a votar por ambos. Por eso, luego del contundente triunfo del domingo pasado, el clima en las entidades fue de festejo. Pensando en el corto plazo, los gremios se entusiasman con dos reclamos que le llevaron a los candidatos, y que vienen repitiendo en los últimos años. En la Provincia, la puesta en marcha del Consejo del Salario, que la ley aprobada en 2014 dejó establecido; y a nivel nacional la creación de una instancia de paritaria que genere un piso salarial. en los dos casos, los dirigentes ya expresaron su acuerdo, pero hasta ahora no hubo avances concretos.
Los dos instrumentos que reclaman los municipales apuntan a solucionar la dispersión salarial que existe en el sector, y achicar las diferencias por jurisdicciones, creando un piso mínimo de ingresos. En el caso de la provincia de Buenos Aires, la ley 14.565 establece la creación del llamado Consejo Provincial del Salario Municipal, organismo tripartito que compartes intendentes y gremios comunales, que cuenta con el arbitrio del Estado provincial. Según la norma aprobada en 2014, este órgano consultivo y asesor de carácter no vinculante debe reunirse para establecer entre otras cosas un piso salarial para los 135 partidos. Este año comenzó con la promesa del ministro de Trabajo Walter Correa de llamar a su puesta en marcha. La fecha, según se dijo luego de un encuentro con el titular de la federación Rubén “cholo” García, estaba prevista para el primer trimestre del año, pero se fue dilatando hasta que el proceso electoral lo postergó.
“El contundente triunfo de Kicillof nos hace pensar en que el consejo puede ponerse en marcha más fácilmente”, le dijo a Data Gremial un dirigente de la FESIMUBO que sigue de cerca el tema. La reelección del gobernador y el apoyo de los intendentes hace posible pensar en su implementación. “Sería un reconocimiento, y que se cumpla la palabra comprometida”, recalcó el mismo dirigente, que destacó que en el gobierno bonaerense están de acuerdo con este instrumento, pero deben pelear “con la negativa de los intendentes”.
En este punto, cuando se estaba por llamar al consejo, uno de los problemas fue que los jefes comunales no se ponían de acuerdo en los 11 representantes. Por eso seguramente “es necesario el recambio de mandatarios” para ponerlo en marcha. Aunque el dirigente consultado dejó un chance que se comenzó a escuchar: “un anuncio en provincia o a nivel nacional antes del balotaje”.
Paritaria nacional
La idea de que Massa utilice en la campaña de la segunda vuelta electoral el tema para sumar voluntades en el sector creció esta última semana. En este caso, estaría más vinculado al reclamo nacional que al provincial, ya que en el segundo caso la norma está, solo falta su puesta en vigencia. El pedido de la CTM propone que la paritaria nacional del sector de los municipales tenga un financiamiento del Estado nacional a las comunas que no puedan pagar el salario piso establecido.
La idea fue trasladada a distintos funcionarios nacionales este año, incluyendo al propio Massa, por el titular de la entidad Hernán Doval. “Prometo luchar para que no haya un trabajador municipal que no esté por debajo del salario mínimo vital y móvil, y también discutir por la precarización laboral y la carrera municipal”, sostuvo el dirigente cuando asumió su cargo, en un acto en el mítico salón Felipe Vallese de la CGT.
En abril de este año, la dirigencia se reunió con Massa y con su par del Interior Eduardo “wado” de Pedro para presentarles la iniciativa, que es similar a la que rige por ley en la docencia. Una vez que se acuerda un salario piso, cada distrito tendrá que pagar por encima del mimo. Por eso el proyecto incluye la asignación de recursos, que debe garantizar el gobierno nacional para aquellas jurisdicciones donde no logren superar ese básico.
El candidato oficialista “está a favor de la propuesta”, por lo que los gremios mantendrán su apoyo. “Cuando tuvo que dar el bono de 30 mil pesos fue contras los intendentes, que no querían pagarlo”, recordaron.
En las comunas
En tanto, los municipales tienen un tercer frente abierto, vinculado a las comunas que cambiarán de manos luego de las elecciones. En estos casos, suele suceder que hay cambios en el personal, bajas de contratos e incluso despidos que tensan la situación.
Por eso en FESIMUBO están atentos, ya que la conflictividad, que está alta por los salarios bajos, se puede disparar a partir del 10 de diciembre. Un posible caso se está dando en Lanús, donde el oficialismo encabezado por Néstor Grindetti –candidato a gobernador de Juntos por el Cambio y en goce de licencia en el distrito –donde Unión por la Patria ganó los comicios. “Hacemos responsables a Néstor Grindetti y Diego Kravetz por los problemas o faltantes que pueden ocurrir en la transición”, expresaron desde ATE mediante un comunicado.
Además, en Olavarría, otra comuna perdida por el macrismo, hubo tensión esta semana. Allí, el intendente del PRO Ezequiel Galli pidió licencia del cargo, tras quedar en un tercer lugar el domingo.
El pedido de licencia ingresó al Concejo Deliberante local, pero los municipales se movilizaron para pedir que no se apruebe, ya que el jefe comunal tiene “cuestiones urgentes que resolver”, como las paritarias. “Solicitamos que se niegue el pedido de licencia fundamentada en la existencia de acuerdos previos entre el Municipio y el sindicato, pendiente de firma”, señaló el gremio local. “El jefe comunal tiene derecho, pero por el momento que atraviesa el municipio por el déficit y el cambio de autoridades, es necesario que asuma los compromisos cumplidos”, completaron.