Gremios de “low cost” quieren crear una entidad regional: “Buscan romper los convenios por ramas”

Sindicatos del sector aerocomerciales rechazaron la propuesta que motorizan dos entidades de la Argentina y Chile que representan a empleados de JetSmart, y denuncian que se busca “romper el modelo de acuerdo pro actividad”.

En medio del auge de las empresas aéreas “low cost” durante el gobierno de Mauricio Macri, el Ministerio de Trabajo autorizó de forma acelerada al menos dos sindicatos para representar al personal de estas firmas aeronáuticas. La estrategia era fomentar este tipo de organización, que reúna a todas las ramas de trabajadores, para terminar con el modelo de “sindicatos por rama de actividad”. La aventura, de empresas y organizaciones gremiales, decayó con la derrota del macrismo en 2019, aunque las operaciones se mantienen.

Con la expectativa de un triunfo opositor este año, en el sector volvieron los movimientos vinculados a estas firmas. Esta semana, sindicatos de la Argentina y Chile vinculados a JetSmart firmaron un acuerdo de colaboración, y anunciaron que buscarán crear una entidad federada a nivel continental. La noticia generó alarma entre los gremios aeronáuticos, que afirman que su objetivo es terminar con los “convenios por rama”, y debilitar a las entidades tradicionales del rubro. Antes, habían advertido sobre el intento de imponer este modelo de negocios si hay cambio de gobierno en diciembre de este año.

El acuerdo entre Asociación Sindical de Trabajadores de JetSmart de Argentina y del Sindicato de Pilotos JetSmart de Chile (SPJS) generó alarma en el sector, en especial en las organizaciones tradicionales que representan a los distintos trabajadores, de acuerdo a su rama. Según informaron las entidades, el llamado “Acuerdo de entendimiento, cooperación y acción sindical conjunta” busca “defender sus derechos laborales y fomentar el crecimiento de los sindicatos ‘low cost’”.

Según el documento fundacional de esta alianza, se creará “un grupo técnico conformado por asociados de ambos países, que actuarán coordinadamente para la investigación del estado de operación de las compañías de bajo coste en el mundo y tomar contacto con organizaciones de trabajadores del mismo ámbito para acordar acciones comunes dentro y fuera de las fronteras de los países de América Latina”.

Además de esta colaboración, las entidades van más allá y buscarán crear un organismo regional, que ya tiene nombre: Federación Americana de Trabajadores de Empresas de Aviación Low Cost. En el acta se explica que la idea es “englobar, promover y defender las necesidades de cada uno de sus sindicatos y de compartir información referente a la empresa empleadora y demás firmas del sector”.

Esta federación también trabajará en la creación de “grupos mixtos de trabajadores de ambos sindicatos para capacitación profesional y sindical”. Además, se habló de la necesidad de “crear un ámbito de representación ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y otras instituciones internacionales”. En este contexto, los gremios de Argentina y Chile acordaron “la solidaridad recíproca entre los dos sindicatos para el supuesto de conflictos que se puedan suscitar con JetSmart”, comprometiéndose a “crear un ámbito paritario entre la empresa y los sindicatos con el fin de negociar condiciones de trabajo y salariales en base al principio del trabajo justo, remuneración justa”.

Rechazo

El acuerdo, el primero den su tipo en el continente, muestra movimientos en el sector aeronáutico en torno a este tipo de empresas, que luego del 2019 tuvieron un repliegue, pero que un triunfo opositor podría revitalizar. En este sentido, los gremios tradicionales no ocultaron su alarma porque se fomenten sindicatos de estas características, ya que según afirman “fomentan el fin del modelo vigente”. “Los gremios por rama de actividad generan un piso de base para negociar beneficios, si se termina este modelo las discusiones empiezan desde muy abajo”, le dijo a Data Gremial una fuente del sector aeronáutico.

Los gremios “low cost” representan a todo el personal de las firmas, mientras que los tradicionales lo hacen por su puesto, desde pilotos, personal de cabina hasta controladores y administrativos.

Este modelo por empresa busca por un lado debilitar los gremios, para luego precarizar las condiciones laborales”, alertaron las mismas fuentes consultadas. Además, recordaron que en las empresas donde funcionan estas organizaciones “tienen menos derechos laborales y beneficios que los empleados de otras firmas, como Aerolíneas Argentinas, que se rigen por el modelo tradicional”. Por eso, afirman las fuentes, “el primer modelo no es el mejor para los trabajadores

Dos modelos

En el país, los primeros gremios autorizados fueron la Asociación Trabajadores Aeronáuticos de Flybondi (ATAF) y la Asociación Sindical Trabajadores de JetSmart (ASTJ). Las entidades lograron en tiempo record la autorización para tener código de descuento y luego operar, cuando en general las organizaciones de este tipo llevan años hasta que los expedientes se resuelven. A partir de esto, tuvieron cruces con la dirigencia tradicional, que los acusan de precarizar las condiciones laborales.

El año pasado, estas dos entidades emitieron un documento conjunto, donde afirman que las acciones del actual gobierno “alientan la destrucción de las aerolíneas ‘low cost’”, lo que genera una competencia desleal “favoreciendo a la aerolínea de bandera con subsidios absolutamente disparatados” y poniéndoles “palos en la rueda para que no puedan trabajar de manera eficiente”.

Este tipo de gremios son escribanías de las empresas, firman todo lo que les piden”, respondieron las fuentes consultadas. En este sentido, recordaron que las entidades autorizadas tienen “irregularidades” en sus expedientes, y que sólo lograron funcionar “por su cercanía con el gobierno de ese momento”. En este contexto, con los referentes opositores criticando a Aerolíneas Argentinas y proponiendo su cierre, alertan que las “low cost” buscarán recuperar el terreno perdido.