La CGT y el moyanismo también reaccionaron frente a la represión registrada en la provincia de Jujuy. Pero más allá del posicionamiento público en contra de la imposición de lo que considera medidas arbitrarias, en privado también hay una convicción que si un eventual gobierno de Juntos por el Cambio a nivel nacional intentara realizar una reforma laboral que resultara perjudicial para los intereses de los trabajadores, “habrá conflicto en la calle”.
La semana pasada hubo una reunión entre dos importante integrantes de la mesa chica cegetista y ejecutivos de empresas líderes para dialogar sobre la difícil coyuntura. Se habló sobre la necesidad de consensuar cambios en la normativa laboral para garantizar que haya creación de puestos de trabajo con mejores remuneraciones y que, además, atraigan nuevas inversiones.
En este sentido, los empresarios reconocieron que la actividad fabril sigue “para arriba” pero advirtieron que el problema inflacionario afecta los ingresos de los asalariados. Y respecto a la posibilidad que haya más inversión, hubo cierto acuerdo en la posibilidad de introducir cambios en el régimen de indemnizaciones tal como pretende un sector del PRO vinculado a Horacio Rodríguez Larreta.
Empero, los jefes gremiales presentes hicieron una advertencia: “Si vienen por derechos laborales, habrá conflicto”. La virtual amenaza de un aumento de la conflictividad social refiere, en verdad, a una forma de advertir a los referentes de JxC que las reformas pendientes deberán llevarse a cabo por consenso y no por imposición o “a los tiros”, como describió este miércoles Héctor Daer desde la propia CGT.
Es que muchos integrantes de la central obrera aún recuerdan el intento de la entonces administración de Cambiemos, en 2018, por instaurar una batería de reformas que incluían cambios en la ley de Contrato de Trabajo, algo que en su momento consideraron inadmisible.
El “aviso” en relación a lo que puede llegar a venir
Si bien algunos integrantes de la mesa chica cegetista tienen diálogo con Larreta y otros integrantes de las denominadas “palomas” del armado opositor, también viene advirtiendo que defenderán en la calle las conquistas laborales y que no están dispuestos a ver vulnerados los derechos de los trabajadores.
De hecho, el alcalde porteño, en una reunión celebrada hace dos meses en sede de Sanidad, anticipó que cualquier cambio en la materia sería por consenso. El ala dura del PRO, encabezada por Patricia Bullrich y asesores como el exministro Jorge Triaca, propone cambios drásticos y hasta amenaza con introducir modificaciones a la venerada ley de asociaciones sindicales que el alfonsinismo intentó, sin éxito, modificar en 1984.
En este marco, esta tarde Daer y Pablo Moyano encabezaron una conferencia de prensa en la sede gremial de calle Azopardo para repudiar lo acontecido el último martes en Jujuy y solidarizarse con las medidas de la regional de ese distrito.
El líder camionero fue el más duro al asimilar la reforma constitucional impulsada en la provincia norteña por Gerardo Morales a una “derecha” que actúa de manera similar a una dictadura militar. Y, por ello, anticipó su presencia en la manifestación convocada unas horas después frente a la Casa de la provincia de Jujuy, en el centro porteño.