Lanzan campaña contra despidos arbitrarios en varias multinacionales: “Esto es persecución”

Distintos grupos de cesanteados de empresas como Shell, Pilkington o Volkswagen se reunirán el próximo lunes en Avellaneda para repudiar el accionar de las firmas, que utilizan las cesantías para imponer “una reforma laboral de hecho”. 

Por Diego Lanese

Redactor de Data Gremial

Jueves, 06 de febrero de 2025 10:00

Si bien no hay coincidencia en el número final, los datos muestran que en 2024 se perdieron muchos puestos de trabajo, incluso aquellos formalizados, es decir, que están bajo un Convenio Colectivo de Trabajo. Estos últimos tiene un grado de protección mayor que los informales –para empezar representación gremial, además de estar amparados por las leyes laborales del país –y no están en la mira del gobierno nacional, como los empleados públicos. Sin embargo, el sector sufrió por las políticas libertarias. Los datos son oficiales y corresponden al período que va de diciembre de 2023 a noviembre de 2024: son 185 mil los puestos perdidos. Muchos están vinculados a cierres de empresas, por lo general pymes, o planes de reducción, producto de la crisis. Pero otro grupo proviene de grandes multinacionales, y comparten características: son despidos persecutorios. Se trata de acciones contra delegados, referentes o personal que intenta organizarse, en empresas hostiles a la actividad gremial. en este grupo se encuentran cesanteados de Shell, Pilkington, Volkswagen, GPS y muchas otras firmas, que llevan adelante una política laboral agresiva contra las juntas internas y demás modos de organización. Para frenar este flagelo, la semana próxima se lanzará una campaña para denunciar esta persecución, y pedir la reinstalación de la mayoría. “Buscan una reforma laboral de hecho”, afirmaron.

Los grupos de despedidos comparten característica: se trata de industrias multinacionales, que no pueden alegar que la crisis de consumo interno las afectó –la mayoría de las firmas involucradas son filiales locales que cumplen órdenes desde afuera –y que apuntan con los despidos a quienes denunciaron malas condiciones laborales y pidieron por los derechos de los trabajadores. Estos grupos lanzarán una campaña de denuncia de esta situación y para pedir por su reinstalación, el próximo lunes 10 de febrero, desde las 17 horas en la Plaza Alsina de la localidad bonaerense de Avellaneda.

Pedidos el apoyo de las centrales obreras, los gremios y la comunidad, para terminar con la persecución”, dijo Pablo Placeriani, uno de los 10 cesanteados de la refinería de Shell en Villa Inflamable. En diálogo con Data Gremial, explicó que estos despidos “son completamente ilegales además de injustos, incluso una de las cesanteadas es una compañera que vienen reclamando por el lactario dentro de la refinería, porque dentro de la refinería no tienen un lugar para garantizar el cuidado de sus bebés, además de compañeros brigadistas que ocurrieron en incendios, además de un ex delegado”.

Este grupo ya realizó un acto frente a la sede de la multinacional, en el barrio de Dock Sud, donde denunciaron su situación. Al mismo asistieron trabajadores despedidos de la misma manera, y comenzaron a hablar de hacer esta campaña, que comenzará la semana próxima. En ese primer encuentro, estuvieron presentes referentes de las dos fracciones de la CTA, que acompañarán el lanzamiento de esta iniciativa, lo mismo que algunos legisladores del FIT. “Hubo muchas muestras de solidaridad con nuestra situación”, remarcó Placeriani.

En este sentido, para los despedidos ese evento “fue un primer paso para dejarle en claro a la empresa que nosotros no vamos a bajar los brazos”, y comenzaron a hablar de juntarse. “Esta política de persecución lo que busca es allanar el camino para aplicar una reforma laboral de hecho, Shell no se encuentra en un momento de crisis económica, todo lo contrario, está expandiendo su negocio como en la plataforma offshore de Mar de Plata”, destacó el trabajador.

Paciencia japonesa

Otro de los colectivos que se sumará a la campaña serán los despedidos de Pilkington, empresa del grupo japonés NSG, dedicada a la producción de vidrios para la industria automotriz. El año pasado, la firma cesanteó a Jorge González, un operario que venía reclamando por las condiciones laborales. A partir de esto, comenzó un plan de lucha, que terminó con la orden judicial de restituirlo, fallo confirmado por la Sala IX Cámara de Nacional de Apelaciones del Trabajo. Pero la firma sigue en su negativa de cumplirlo. “La empresa lejos de cumplir lo que le ordena la justicia redobla su apuesta, y despidió a al menos 11 trabajadores, incluyéndome a mí, que fui testigo en la causa de González”, recordó Rubén Farías. Ante la consulta de Data Gremial, Farías aseguró que no saben cuántos trabajadores fueron despedidos en el último año por esta política, porque muchos recibieron los telegramas en vacaciones.  

Como sucede con Shell, Pilkington no puede aducir crisis, ya que es el fabricante de vidrios más grande del mundo, y en la Argentina tienen el monopolio para la fabricación para la industria automotriz. “El plan de fondo de la empresa es despedir a quienes se organizan para defender los derechos laborales”, dijo Farías, que marcó que el objetivo es “triplicar las ganancias en base a despedir efectivos y tomar contratados por menos salarios, aumentar los ritmos de producción y precarizar al conjunto de los operarios”. Por esta situación, se sumarán al acto de avellaneda y al pedido de reinstalación, junto a representantes de Mondelez (ex Kraft-Terrabusi), Praxair, Volkswagen, FATE, Jumbo-Cencosud, Madygraf y otros.

Presiones

En el caso de Volkswagen, otra de las empresas en conflicto con sus empleados por utilizar esta práctica persecutoria, la situación comenzó a verse en agosto pasado, cuando comenzaron a darse cesantías en las plantas de Pacheco y de Córdoba. En la primera cumplía tareas Javier Aparicio, quien fue despedido junto a unos 400 operarios. “Después de esta situación la empresa puso en marcha un plan de retiros voluntarios, presionando para que se sumen, así se perdieron 400 puestos laborales”, destacó en diálogo con Data Gremial. La automotriz no reconoció esa cifra, pero responsabilizó por la situación de crisis a la “baja en los mercados”.

A partir de esto, los trabajadores rechazaron la justificación patrncal, y recordaron que en momentos en que se hicieron los despidos se producían 400 unidades por día.  “Lo que había comenzado con un ‘proceso de reorganizar’ la producción a costa de que sus empleados acepten los retiros -in-‘voluntarios’ terminó en despidos encubiertos para quienes decidieron mantener su fuente de trabajo en relación de dependencia”, agregaron mediante un comunicado. “Los cesanteados pedidos nuestra reinstalación, ya que consideramos que nuestro despido es persecutorio, por eso impulsamos esta campaña para que cesen los despidos y la persecución por parte de las multinacionales que no tienen crisis, amasan fortunas, lo que hacen con estos despidos es aumentar esas ganancias porque aumentan el ritmo de producción de los trabajadores que quedan en planta”, concluyó Aparicio.