En pocas horas, el dirigente camionero Pablo Moyano se mostró con dos de los precandidatos más firmes en el peronismo: Daniel Scioli y Eduardo “Wado” de Pedro. Lo mismo hicieron varios dirigentes que forman su Frente Sindical, lo que generó sorpresa respecto del alineamiento final de este espacio, que reúne al ala combativa de la CGT, y que fue el promotor el operativo clamor para lograr la candidatura de Cristina Fernández de Kirchner. A pocos días el cierre de alianzas y listas, el peronismo está en estado de ebullición, y los respaldos de los dirigentes sindicales no están del todo firme. Mientras que la conducción de la CGT mantiene su cercanía con Sergio Massa, la falta de definiciones del ministro de Economía pone en duda este respaldo, y su mesa sindical se desdibuja.
Por eso el anuncio de Ganancias, que busca ser “un anzuelo” para su posible postulación. En tanto, el moyanismo parece más decidido, aunque la cumbre con el ex gobernador bonaerense despertó las dudas. El resto del arco sindical mira expectante, definiciones que llegarán, alertan, a último momento.
En un mapa esquemático que permita ordenar las preferencias de los gremios, hoy la mayoría de los espacios está cercano al Ministerio del Interior. No sólo aparecen en este espacio los dirigentes vinculados al kirchnerismo, como el Frente Sindical y la Corriente Federal de los Trabajadores, sino un grupo de organizaciones que responden a Luis Barrionuevo, que hace rato habla de “Wado” como “el próximo presidente”, lo que hizo ruido. También hay apoyos de los que están fuera de la esfera cegetista, como la CTA de los Trabajadores, mientras a fracción Autónoma tiene buen diálogo con De Pedro, aunque no puede confirmar respaldo ya que tiene a Claudio Lozano como precandidato lanzado.
En su último plenario, el Frente Sindical aclaró que “hablará con todos los precandidatos”, tratando de desactivar el efecto de la foto de Pablo Moyano con Scioli. Pero está claro que el espacio jugará a fondo en la interna: en CABA, por ejemplo, viene apoyando la posibilidad que Daniel Ricci (FEDUN) sea legislador.
En Azopardo, la conducción espera que se aclare el panorama. Su respaldo a Alberto Fernández en estos cuatro años, incluso cuando el presidente mostraba intenciones reeleccionistas, viró hacia Massa, pero sin demasiado entusiasmo. Se sabe que Héctor Daer tiene una relación personal con ambos –fue diputado nacional por el Frente Renovador –pero eso no impidió que en 2’015 apoyara a Scioli en su carrera presidencial.
La sorpresa fue el cambio de Carlos Acuña, que se alineó con Barrionuevo y elogió a De Pedro, y formó parte del lanzamiento de su mesa promocional. “Hay bastante confusión”, admitió una fuente de la central obrera ante Data Gremial, respecto de los apoyos del hasta ahora espacio mayoritario de la central. “Cuando se ordene la interna del peronismo, ahí se sabrá mejor”, agregó la misma fuente, que no descartó una reunión próxima para fijar postura, que será “siempre dentro de lo que defina el peronismo”.
Massa y el “efecto Ganancias”
En este esquema, juega un rol fundamental lo que puedan hacer los candidatos para reunir voluntades. En ese sentido, Massa tiene como aliado su cargo, desde donde teje redes con los gremios a partir de un tema clave: el Impuesto a las Ganancias. La semana pasada, el anuncio que beneficio a los salarios de hasta 800 mil pesos fue muy bien recibido, incluso por sectores que habían comenzado a impacientarse por la falta de respuestas. En conferencia de prensa, la Mesa Sindical “El salario no es ganancia” destacó los avanzas, luego de una mesa virtual con funcionario de Economía y de la AFIP.
Durante la presentación aclararon también que el objetivo de estas medidas pasa por, más allá del resultado electoral, sentar las bases para que el gobierno siguiente no pueda operar en contra de estos avances. En este sentido, enfatizaron que los trabajadores dieron “un salto de calidad” en el planteo para que los salarios paguen menos impuesto a las ganancias.
En el entorno de Massa saben que estas medidas acercan posturas de los gremios, y ayudan a contrarrestar el malestar que se genera por la inflación, que el ministro prometió controlar y que por ahora no lo logra. Para ampliar su influencia, algunos referentes del massismo comenzaron a reunirse con gremios, más allá de la relación formal con la CGT.
Según pudo saber Data Gremial, el epicentro es el conurbano bonaerense, donde el ex intendente de Tigre tiene buenos vínculos de su experiencia presidencial. La encargada de acercar dirigentes es la diputada nacional Mónica Litza, referente de la Escuela de Gobierno Proyectar, que viene haciendo encuentros con varios dirigentes para trabajar propuestas del ámbito laboral.
Unidad
Lo que en todos los espacios coinciden que lo ideal es que haya unidad, para evitar que la oposición consolide lo que hasta hace poco parecía un triunfo inexorable.
En este sentido, la gran pregunta que en el mundo sindical es si se cumplirá la máxima peronista “el que gana conduce y el que pierde acompaña”, que está en juego en el marco de la disputa consenso versus PASO. “En el momento en el que estamos, lo más lógico que podemos hacer es llevar una fórmula presidencial sobre la base del programa. La unidad es el contenido”, dijo en declaraciones radiales Omar Plaini, un moyanista que por ahora no definió preferencias.
“Hay que lograr que la candidatura para la presidencia y gobernador sean por consenso y después en los distritos hacemos las PASO”, agregó. El canillita fue uno de los primeros en postular a Máximo Kirchner, alguien que no tiene una buena relación con los gremios, salvo con los espacios más cercanos a su madre. En la CGT ese nombre no genera entusiasmo.
Por ahora, el mapa es más bien un cúmulo de islas, con algunos canales de comunicación, y se espera para los próximos días definiciones, que aclaren el panorama.