Luego de que la CGT diera a conocer en las últimas horas un informe sobre el millonario déficit del sistema de obras sociales, que tiene un “rojo” proyectado de $132.610 millones para este año, desde el ministerio de Economía comprometieron una asistencia financiera que permita oxigenar las arcas sindicales.
El relevamiento dio cuenta de un desfasaje crónico que registra el sistema, esto es lo referido a los gastos de educación y transporte de la cobertura de la discapacidad, que representan el 75% de los ingresos por el fondo solidario de redistribución (FSR).
El compromiso de Massa
Es por ello que la secretaría de Acción Social de la CGT, a cargo de José Luis Lingieri (Obras Sanitarias), propuso una serie de propuestas para “recuperar el equilibrio perdido” del sistema de obras sociales. Entre estas iniciativas, plantea la creación de una canasta básica de servicios organizada por líneas de cuidado que reemplace al actual PMO, un fondo especial para la compra de medicamentos de altísimo costo y una partida específica para financiar educación y transporte de personas con discapacidad.
Según pudo saber este medio, el pasado martes Lingieri recibió de parte de Sergio Massa un gesto en pos del primer reclamo, esto es, la actualización de los fondos destinados a la cobertura de la discapacidad. El jefe sindical asegura que en el Gobierno se habían comprometido a girar unos $10 mil millones. En este sentido, el líder del Frente Renovador, que tiene bajo su órbita a la secretaría de Finanzas a cargo de Raúl Rigo, le dijo que le “daría una mano” para destrabar las partidas.
El problema de fondo, con todo, seguiría sin resolverse. Esto es, la creación de un mecanismo que permita cumplir con el “goteo” de fondos en forma regular.
Bronca con Vizzotti
Si bien el vínculo con Massa de una parte sustancial de la mesa chica cegetista sigue óptimo, pese a las versiones que darían cuenta que el líder del Frente Renovador no contaría con un consenso amplio del oficialismo para convertirse en candidato presidencial, no ocurriría lo mismo con la ministra Carla Vizzotti (Salud).
Es que la titular de la cartera sanitaria no resolvería “los despachos” destinados a cubrir los distintos programas que asisten a las arcas de las obras sindicales como tampoco apoyaría la creación de un “pool” de compra de medicamentos importados para enfermedades complejas.
“No hubo un solo aporte extra para las obras sociales y a las prepagas les vienen autorizando todos los aumentos” en las cuotas, disparan desde la central de calle Azopardo.
Lo cierto es que el malestar de la central obrera también guarda relación porque la asistencia para las prestadoras de salud prevista en la ley de Presupuesto 2023 quedó a mitad de camino, aducen, porque no fijó un fondo específico para atender la discapacidad y dejó el tema nuevamente librado al arbitrio de las autoridades nacionales.
Tampoco hay una buena relación fluida entre los referentes de la central obrera y las autoridades de la Agencia Nacional de la Discapacidad, que en los papeles depende de la Secretaría General de la Presidencia pero en los hechos también reporta a otras terminales del FdT.